Si tienes una oficina propia, cubículo o escritorio, dale tu toque personal. Aunque no lo creas decorar tu espacio de trabajo con fotos, floreros o libros te hace sentir más cómodo y con más ganas de trabajar.
Sabemos que todos debemos consumir entre dos y tres litros de agua diario, tomar agua oxigena tu cerebro y te ayuda a estar más concentrado y de mejor humor.
Entre junta y junta o después de comer date un tiempo para dar un paseo ligero, esto te ayudará a aumentar el flujo sanguíneo cerebral, con diez minutos es suficiente.
Las plantas en cualquier espacio crean ambientes más sanos, armoniosos y energéticos. Tener una en tu lugar te hará más agradable el día a día. Te recomendamos adoptar una que no consuma mucha agua, y si no tienes ventanas cerca, que no sea de sol.
Ser reconocido te hace sentir bien, pero reconocer el esfuerzo de los demás te ayuda a crear un ambiente más positivo, además de que le puedes hacer el día a alguien.
Nada más deprimente que tomar el café en un cono o vasito de plástico y usar platos de cartón. Si vas a comer usa trastes de verdad, esto hará que te sientas más cómodo en la oficina, además de que disminuirás la cantidad de basura que generas.
O cualquier otra cosa que te haga reír, no solo vas a mejorar tu estado de ánimo, también estimulas el corazón, los pulmones, los músculos y aumentas la cantidad de endorfinas que libera tu cerebro. ¡Pero no abuses!
Ser servicial ayuda a tu salud mental y física, te hace sentir más conectado y mientras más ayudas reduces la presión arterial.
Olvídate de la maquinita de dulces y prepara fruta, verduras o hummus. Esto te ayudará a sentirte satisfecho entre comidas y tener más energía. ¡Tu peso te lo agradecerá!
Se consciente de cuáles son tus prioridades y haz primero lo que sea más difícil así estarás más concentrado y relajado el resto del día.