Mario Guerra
Psicoterapeuta y tanatólogo
Consulta a nuestro especialista
La pareja: una danza constante
En una relación se invierte tiempo, expectativas y emociones. A mayor inversión mayor es la valoración que se da a la relación y la reciprocidad que se espera del otro.Las relaciones son sistemas vivos y cada miembro, no siempre puede aportar su parte íntegramente (digamos su 50%). El otro miembro de la pareja cubre ese déficit, siempre que sea temporal y que eventualmente haya una compensación.
Cuando las cosas no van bien
Hay personas que no son muy eficientes en el tema de la reciprocidad o incluso en el de la generosidad. Reciben pero no corresponden llegado el momento. No invierten lo necesario, pero piden que el otro lo haga. Se limitan a aportar hasta donde sienten que han dado su parte y no van más allá sin importar la circunstancia.
Estas personas que tienden a ser individualistas a conveniencia: Se resisten al cambio, pensamiento rígido. Aquí hay algo en común: Una postura de ganar-perder. Pero acabarán siendo de perder-perder para la relación. El miembro de la pareja que se siente en desventaja buscará tomarse revancha de alguna forma o acumulará resentimiento, lo que llevará a la eventual separación.
¿Por qué sucede esto?
Porque los estilos de relación en sus familias de origen han sido de conflictos que no se resuelven, sólo se reciclan. Creer que la justicia, la sabiduría del Universo o Dios están sólo de tu parte y que, por ese hecho, tienes más derecho que otros. Creer que existe una sola solución posible a los conflictos y diferencias en tu relación y que, por supuesto, esa solución es cualquiera que tú propongas.
¿Si es tan claro el problema por qué dejamos que suceda?
– Porque triunfar sobre la pareja al principio deja una satisfacción infantil de “ya gané!”.
– Inicialmente nuestra pareja es paciente o al menos está tratando de entender cómo funciona esto de la relación.
– Se dejan pasar muchas cosas que no nos gustan y no se ponen límites claros desde el principio.
– Silenciosa y lenta, pero decididamente, estás transformando a tu pareja en un futuro adversario.
– Si esto pasa puede que sigan juntos, pero emocionalmente se irán divorciando al paso del tiempo.
¿Qué mensaje se manda a la pareja?
– No hay compromiso:
– Mis necesidades y deseos son más importantes que los tuyos, incluso yo soy más importante que tú.
– La relación se vuelve complementaria y subordinada.
¿Qué hacer? Establecer un acuerdo de 70/70 en la relación
– Se trata de llegar al acuerdo mutuo de que cada miembro de la pareja obtenga la mayor parte de lo que necesita del otro.
– Que cada uno obtenga el 70% de lo que tiene en mente para que la relación pueda obtener el 100%
– No tienen por qué discutir sobre de quién son las necesidades más grandes o más justificadas. Ya que ambos tienen igual derecho de querer las cosas a su manera, los acuerdos se convierten en un asunto de reconocer y transformar las necesidades personales en un acuerdo mutuamente aceptable.
– Se trata entonces de ver los conflictos como necesidades válidas a satisfacer de manera creativa y recíproca.
En el libro “When anger hurts” (cuando la ira duele) del Dr. Matthew McKay, profesor del Wright Institute de Berkeley, dice acerca de los acuerdos en pareja:
– Tú no tratas de hacer que tu pareja se sienta mal. Tú no tratas de demostrar que tu pareja está equivocada. Tú simplemente tratas de solucionar un problema. Una actitud de solución de problemas asume que un conflicto no tiene dimensiones morales.
– En vez de eso, un conflicto es tema de necesidades opuestas. Los desacuerdos se resuelven mejor cuando las necesidades de cada uno se asumen como legítimas e importantes.
– De esa forma no tienen por qué discutir sobre de quién son las necesidades más grandes o más justificadas. Ya que ambos tienen igual derecho de querer las cosas a su manera, los acuerdos se convierten en un asunto de reconocer y transformar las necesidades personales en un acuerdo mutuamente aceptable.
Algunas actitudes que pueden ayudar en un acuerdo 70/70
– «¿Qué tal si esta vez lo hacemos a tu manera y la siguiente a la mía a ver cuál nos resulta mejor para esto?»
– Eviten “corregir”; el que no te guste su manera no implica que esté mal.
– No tiene que ser todo o nada
Uno de los objetivos fundamentales en una pareja es hacerse cómplices en la misión de hacerse felices mutuamente.