Lucy Romero
Psicóloga clínica
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Cada uno de nosotros, sin importar el género, tenemos en nuestro interior energía femenina y energía masculina. Tenemos que lograr actor con ambas energías de manera equilibrada.
En palabras del Doctor Deepak Chopra:
“En todos los seres humanos, la conciencia es la misma pero la energía femenina es definitivamente la que se enfoca en la belleza, la intuición el nutrimento, el sentido de relacionarse y cultiva la armonía y la compasión”
Lo femenino, se refiere a la energía del hogar, es luz, el aspecto interno de las cosas, la intuición, ver más allá. No individualiza, pues tiende a la unidad. Se relaciona con los sentimientos, la inspiración y busca trascender los límites del yo para conectarse con los demás.
Actualmente vivimos regidos por un sistema patriarcal que hemos llevado hacia la violencia, el conflicto constante, la guerra. Hemos remplazado la visión primordial de buscar un bienestar social por la competitividad desmedida. El problema no es sólo a nivel global sino también individualmente pues ponemos toda nuestra atención en sólo una parte de nuestro ser, pensamos que de eso se trata ser hombre o ser mujer y no es así.
¿ Por qué y cómo escoger un camino espiritual?
Lo primero y más importante es que entendamos que lo masculino y lo femenino son dos fuerzas diferentes pero que SE COMPLEMENTAN, son inseparables.
Entendamos también que al ser diferentes, activan diferentes partes de nuestras conciencia, así que pregúntate ¿Qué es lo que quieres generar? Si tu respuesta es PAZ, UNIDAD, CRETIVIDAD, BELEZA Y ABUNDANCIA… debes CONTACTAR tu energía femenina.
Para lograrlo debemos cultivar los aspectos que rige esta energía, se te facilitará más si lo haces un pequeño paso a la vez; es decir que te pongas como objetivo desarrollar los campos de esta energía, uno a la vez y comiences por el que te parezca más sencillo.
Por ejemplo:
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ES LA ENERGÍA FEMENINA con sus atributos de armonía, ternura, compasión, caridad, paciencia, belleza, risa, juego, placer, la que equilibra los logros masculinos para lograr una sociedad diferente, equilibrada y mutuamente responsable de su función social.