1. Sabes que el perfeccionismo está afectando tu vida, pero estás convencido que es el precio que tienes que pagar para ser feliz.
2. Pospones constantemente
3. Eres altamente crítico con otros.
4. Todo te lo tomas personal.
5. Eres altamente defensivo ante las críticas.
6. Eres de todo o nada
7. Te sientes constantemente insatisfecho
Si presentas dos o más de estos rasgos en tu día a día, probablemente el perfeccionismo está empezando a controlar tu vida.