El cuello uterino o cerviz es el canal que comunica la vagina con el útero. Aunque puede ser muy resistente, es susceptible a algunos padecimientos, como la inflamación o los quistes. Conócelos y aprende cómo prevenirlos.
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El cuello uterino o cerviz es el canal que comunica la vagina con el útero. Aunque puede ser muy resistente, es susceptible a algunos padecimientos, como la inflamación o los quistes. Conócelos y aprende cómo prevenirlos.
junio 27, 2012
El cuello uterino o cerviz es el canal que comunica la vagina con el útero. Aunque puede ser muy resistente, es susceptible a algunos padecimientos, como la inflamación o los quistes. Conócelos y aprende cómo prevenirlos.
– El cuello uterino o cérvix es el canal que comunica la vagina con el útero
– Aunque puede ser muy resistente, es susceptible a algunos padecimientos, como la inflamación o los quistes
– se ubica en la parte inferior del útero. Tiene entre tres y cuatro centímetros de longitud y se hace tan elástico como sea necesario en el parto
– Hace 40 años era la primer causa de muerte en mujeres, hoy en día se ha reducido considerablemente gracias a la información y pruebas existentes
En el 2008 (el año más reciente sobre el que hay datos disponibles):
– 12,410 mujeres en los Estados Unidos recibieron un diagnóstico de cáncer de cuello uterino
– 4,008 mujeres en los Estados Unidos murieron por esta enfermedad
– Este padecimiento ocasiona la muerte prematura de aproximadamente 274,000 mujeres cada año
– En México la mortalidad a causa de esta enfermedad se ha reducido en un 45%
Lesiones comunes
1. Desgarros
– Por lo general ocurren como una complicación del parto vaginal o luego de la dilatación para un legrado o histeroscopía.
– Suelen tratarse e identificarse al momento, pues llegan a causar sangrado abundante y sus secuelas normalmente se relacionan con infecciones o con la imposibilidad del útero para contener al feto.
– Para contrarrestarlos, es posible reforzar el cuello con una sutura fuerte a su alrededor, en etapas tempranas del embarazo.
2. Infecciones de cérvix y vagina (cervicovaginitis)
Algunos de sus síntomas son:
– secreción excesiva (que puede ser maloliente, espumosa, blanca, gris o amarillo-verdosa
– escozor
– inflamación
– comezón
– dolor de estómago
– dolor de espalda o al mantener relaciones sexuales (dispaurenia)
En cuanto a la inflamación cervical, puede ser provocada por cuerpos extraños (un tampón o un preservativo retenido y el DIU), traumatismos o irritantes químicos, como ungüentos o cremas.
También llega a ser causada por un tipo específico de microorganismo, como:
– Hongo: Candida
– Bacterias: Gardnerella, Streptococcus y Staphylococcus
– Parásito: Trichomona
– Patógenos de transmisión sexual: Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis, virus del herpes o el del papiloma humano (VPH)
– Para determinar una infección es necesario realizar el cultivo correspondiente y complementarlo con un estudio celular, como la prueba de papanicolau o la colposcopía.
– Si estos exámenes resultan positivos, se prescriben antibióticos y medicamentos tópicos, por ejemplo cremas, óvulos y en algunos casos también se aconseja la abstinencia sexual.
– Como prevención, siempre será́ recomendable el uso de preservativos y realizar una valoración ginecológica anual que permita descartar infecciones urinarias o rectales.
3. Tumoraciones
Pólipo
– Generalmente es benigno y se presenta unido al cuello uterino mediante una especie de tallo
– suele observarse como una masa alargada, rojiza o amoratada que sobresale del cuello.
– Casi siempre se manifiesta alrededor de los 50 años de edad y no causa síntomas, pero se relaciona con sangrado posterior al coito, intermenstrual o debido a una infección.
– Debe ser extirpado y analizado, ya que puede ocultar la muerte de tejido o una metaplasia –que es la transformación de las células–, ocasionando dolor y en casos excepcionales, cáncer
Mioma
– Derivado del tejido mus- cular del útero, es común que aparezca en sus paredes ocasionalmente se presenta en el cérvix.
– Se observa al colocar un espejo vaginal y se diferencia del pólipo porque éste es duro.
– Pocas veces es causa de esterilidad –debido a que obstruye el paso– y su trata- miento consta de una intervención quirúrgica, como la histerectomía.
– Ocasiona sangrado abundante y hay quienes lo tienen toda la vida; aunque sólo se torna un problema cuando crece
Endometriosis.
– El endometrio es la mucosa que recubre el interior del útero. La alteración se caracteriza por su presencia fuera de éste y en la cavidad pélvica.
– Usualmente se produce después de un procedimiento quirúrgico o de la toma de una biopsia y quien lo padece puede presentar sangrado premenstrual, dismenorrea y dispareunia.
– Lo ideal es eliminar el tejido y enviarlo
Huevos (o quistes) de Naboth.
– Son tumores llenos de mucosa en la superficie del cuello uterino y parecen cúmulos recubiertos de un tejido en apariencia normal.
– Se generan debido a que el canal cervical está recubierto por células glandulares que secretan moco y que en ocasiones llegan a cubrirse por tejido escamoso.
– Llegan a crecer lo suficiente como para ser palpables durante un examen.
– A pesar de su tamaño, no representan una amenaza, ni ocasionan malestar; de hecho no es necesario tratarlos, aunque pueden cauterizarse mediante electricidad o congelación con nitrógeno
Lesiones premalignas
1.Infección por VpH (virus del papiloma humano)
– Esta es una enfermedad de transmisión sexual frecuente, sobre todo en jóvenes activos.
– El contagio se da a través de erosiones pequeñas o imperceptibles en la piel o las mucosas, por el canal de parto y también durante el sexo oral.
– El cuello uterino es particularmente susceptible a este padecimiento.
– En la actualidad se conocen cerca de 200 serotipos, los cuales se clasifican según su afinidad (cutáneos o genitales).
El tiempo de incubación oscila entre las seis semanas y los ocho meses, y una vez que llega a las células, es capaz de causar tres tipos de infección:
1. Latente. Localizada en el epitelio, se multiplica, pero es inactiva
2. Subclínica. Se detecta mediante papanicolau y colposcopía. Si es causada por un tipo de virus de alto riesgo, puede causar lesiones
3. Productiva. Hay una replicación masiva y se manifiesta clínicamente con verrugas, las cuales son benignas y aparecen en genitales externos y vagina, sólo 10% se presenta en el cérvix