Mario Guerra
Psicoterapeuta y tanatólogo
Consulta a nuestro especialista
¿De dónde viene el nombre y qué es el “Síndrome del Caballero Blanco”?
El nombre fue acuñado por las Doctoras Mary Lamia y Marilyn Krieger en su libro del mismo nombre.
Se refiere a hombres y mujeres que establecen relaciones con parejas dañadas o vulnerables, buscando rescatarlas de situaciones críticas, sus conductas e incluso de sus propias vidas.
¿Quién puede padecerlo más?
No hay límite; hombres y mujeres de todas las edades, culturas y condiciones socioeconómicas así como orientaciones sexuales.
¿Se da en todo tipo de relaciones?
Puede ser entre amigos, hermanos, compañeros de trabajo, pero es muy frecuente en una relación de pareja.
¿Cómo identificamos a un “Caballero blanco”?
Suelen tener historias de pérdida a temprana edad, abandono, trauma, padres que necesitaban ser rescatados o amor no correspondido. Aunque se muestra valiente y dispuesto a rescatar, resulta ser profundamente vulnerable y es muy fácil que, aún sin proponérselo, otros lo lastimen.
Inicialmente parecen genuinamente altruistas e interesados en ayudar, pero poco a poco se transforman en una especie de tirano que obliga al rescatado a comportarse de la manera que su caballero blanco cree saber que es la correcta.
Se meten en la vida de la “víctima en desgracia” más allá de los límites sanos entre dos personas. Son profundamente controladores.
Acaban sintiéndose impotentes, decepcionados, quejándose de la ingratitud de su rescatado y criticando su poca disposición a dejarse ayudar.
Van de una relación a otra, igual que un caballero va de un reino a otro, rescatando almas en desgracia (aunque nadie se lo haya pedido).
Personas infelices, depresivas, en problemas económicos, con abuso y/o dependencia a sustancias, con problemas de salud, personas que vienen de relaciones abusivas o de maltrato o que tienen un pasado que les ha dañado, como familias disfuncionales, historias de abandono o historietas de infancias infelices.
El “caballero blanco” detecta a este tipo de personas, aunque muchas tratan de ocultar socialmente estas heridas. Es un experto en identificarlas y de inmediato ofrecerse a “rescatarlas”, pues es muy empático con los desafortunados.
Estos “caballeros blancos” se ofrecen a acabar con todos los “dragones” que aterrorizan tu vida, pero lo que en realidad están buscando de manera inconsciente, es acabar con los dragones de su propio pasado; es decir, rescatarse a sí mismos.
Buscan reparar una autoestima dañada o negativa que generalmente proviene de su propia infancia.
Por eso no es raro que este caballero blanco demande de sus rescatados que lo rescaten, jugando papeles intercambiables sin fin.
Por más que ayuden a otros nunca lograrán así ayudarse a sí mismos y esto acaba por dejarlos peor que al principio, pues al no lograr su objetivo, su autoestima se ve cada vez más y más dañada.
De acuerdo a la autoras del libro, existen 3 tipos de caballero blanco que son dañinos y uno que puede ser más sanador:
El hiper empático
El descolorido
El terrorífico/aterrado
El balanceado
Aunque este caballero blanco pueda ser muy manipulador para meterse en la vida de los demás, no pocas veces él mismo resulta presa de una persona que juega el papel de víctima y lo convierte en su esclavo emocional para satisfacer sus necesidades. Al descubrir su necesidad de ayudar, se muestran vulnerables pero muy abusivos y utilizan al “caballero blanco” para sus propios fines, aún a costa de lastimarlo.
Si estás con una persona así, lo mejor es darte cuenta si no estás jugando un papel cómodo o conveniente al tener a alguien como esta persona a tu lado. Por más que te quejes de tu “caballero blanco”, pregúntate cuál es tu necesidad de estar con alguien así o cuál es tu miedo de salir de esa relación tan dañada. ¿Será que tú también eres un caballero blanco en disfraz?
Si te identificas con algunas de las conductas que ya mencionamos de un “caballero blanco”, entonces necesitas buscar ayuda y espacios para trabajar con: