Si tienes 5 o más de los síntomas será difícil mejorar tu vida de pareja sin ayuda externa; si tu pareja no está dispuesta a hacer la parte que le toca no hay cómo.
Empiezas a dudar de las percepciones que tienes en relación a lo que pasa en tu vida de pareja.
Tienes más momentos de estrés que de tranquilidad.
La relación amorosa te cierra más opciones sociales, de intereses, de diversión, de trabajo, de aprendizaje de las que te abre.
Empiezas a creer que eres el único culpable de lo que pasa.
Los sentimientos de ternura hacia el otro se convirtieron en deseo de revancha.
Confundes los actos abusivos del otro controlar, perseguir, aleccionar, cuestionar, celar- con actos de cuidado e interés hacia ti.
Son cada vez menos los momentos de disfrute con tu pareja.
Tus sueños, intereses y proyectos quedan en el olvido, pospuestos o imposibilitados.
Te sientes más débil, cansado y limitado que al inicio de tu relación.
Las interacciones con tu pareja te hacen sentir infantil e inmaduro.