¿Se puede controlar el hambre?

No es sencillo, pero tampoco imposible, intentar controlar el hambre es como querer controlar el clima o las mareas.

Adriana Esteva
Especialista en Nutrición Emocional
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• ¿Cuánto tiempo, dinero, energía, relaciones, horas de sueño y trabajo le has dedicado a tratar de controlar tu hambre?

• La cultura de las dietas nos han hecho creer que quienes fallamos somos nosotros porque no hemos logrado tener el control suficiente para cerrar la boca y obtener el ansiado trofeo de la delgadez.

• El 98% de las personas que bajan de peso con dietas restrictivas recuperan su peso y más en un promedio de dos años. (It´s not about food)

• Intentar controlar el hambre es como querer controlar el clima o las mareas.

• Hemos errado la forma de usar nuestro poder, lo cual es un respiro porque quiere decir que no estamos echados a perder, solo hemos estado apostándole a la inversión equivocada.

¿Están comiendo ustedes o su niño interior? Escuchen esto

El hambre como motor
El hambre es lo que nos ha impulsado como humanidad:
• El hambre de un bebé hace que busque conectar con su madre y su entorno
• El hambre hizo que los primeros pobladores se reunieran en tribus, aprendieran a cazar, a sembrar, a formar civilizaciones
• El hambre de un hijo impulsa a una madre o un padre a sacar la fuerza que no sabía que tenía
• El hambre nos hace movernos para satisfacer nuestras necesidades.

Control vs hacerme cargo
• La sensación de satisfacción que hemos confundido con control se llama empoderamiento y ocurre cuando logramos HACERNOS CARGO. El intento de control nos agota, inhabilita e invalida.
• No puedo controlar el hambre / Si puedo hacerme cargo de mi hambre
• No puedo controlar mis atracones / Si me puedo hacer cargo de mi en mis atracones
• No puedo controlar mis emociones / Si puedo hacerme cargo de mis emociones
• No puedo controlar que me amen / Si puedo hacerme cargo de mi siendo no amada
• No puedo controlar que me abandonen / Si puedo hacerme cargo de mi sin abandonarme

Así habla el control:
• Si me como este pastel rompo la dieta
• La comida es mala y me hace engordar
• Si pruebo tantito chocolate, no podré parar
• No puedo comer nada de grasas ni azúcar ni comida chatarra
• No es bueno comer entre comidas

¿De verdad hay gorditos felices? Aquí lo van a descubrir

Así hablo haciéndome cargo:
• Elijo no comer este pastel en este momento, hasta que no revise si en realidad tengo hambre
• La comida no tiene valor moral excepto que yo decida dárselo
• Disfruto este chocolate permitiéndome estar presente
• Puedo comer cualquier comida que yo desee y también puedo no comerla si no lo deseo
• Elijo no comer en este momento porque elijo hacerme cargo de mi verdadera necesidad

¿Cómo empiezo a hacerme cargo?
• Cerrando “ciclos de hambre”
• Cuando iniciamos una relación sin haber cerrado la anterior, le cargamos a la nueva, historias, emociones y deudas
• Con la comida pasa igual. Cuando no hacemos ciclos completos, llegamos a la siguiente “hambre” con cargas no resueltas

Ciclo completo

ME ESCUCHO Y SÓLO COMO CUANDO TENGO HAMBRE ESTOMACAL

ELIJO COMER LO QUE EN ESE MOMENTO ME DÉ BIENESTAR

COMO CON ATENCIÓN Y LE DOY A CADA PARTE IMPLICADA LO QUE NECESITA

DEJO DE COMER CUANDO ESTOY SATISFECHO

Les decimos los sentimientos que detonan su manera de comer

TIPS
Come muchas veces con hambre sana en un buen nivel y no pocas veces con mucha hambre (Hambróetro)

Inicia cada ciclo lo más “libre de deuda” posible, es decir no llegues a tu nuevo ciclo repitiendo todavía la comida anterior, ni culpable, ni hambriento, ni compensando. ¡llega limpio!