
“El milagro de la mente humana, después de todo es que nos puede mostrar el mundo no solo tal como es, sino también como no es…´ver el mundo como no es, prácticamente es la definición de errar, pero también es la esencia de la imaginación, la invención y la esperanza»
Kathryn Schulz en su libro Being Wrong (Estar equivocado)
Una de las mayores necesidades que presenta el ser humano es la capacidad de sentirse emocionalmente seguro, y para ello, crea esa sensación de seguridad que tanto desea a través de diferentes medios y mecanismos, entre los que podemos encontrar a las suposiciones.
Algunas suposiciones llevan a la desconexión y al desempoderamiento.
Las suposiciones nos alejan de una experiencia directa de lo que está sucediendo, es un movimiento que nos aleja de la presencia y la vulnerabilidad
Todo parece según nuestras suposiciones. Nuestras suposiciones maquillan lo que vemos y creemos que es real. Todos los intentos de resolver los problemas basados en nuestras suposiciones refuerzan estas suposiciones.
Nos comportamos como si nuestras suposiciones fueran ciertas, lo cual nos lleva a una mayor desconexión.
1. Tengo razón (y la otra persona está equivocada).
2. Yo sé cuál es la intención de la otra persona.
3. Mi historia es la verídica.
4. Mensaje enviado, igual a mensaje recibido.
Antídoto de conciencia:
Compartir el poder con los demás, nos da acceso a recursos de creatividad para potencialmente satisfacer más necesidades.
Cuando las personas comparten a la creación de estrategias la inversión a largo plazo y el compromiso es mutuo.
Antídoto de conciencia:
Antídoto de conciencia:
Antídoto de conciencia:
Hacer suposiciones y después tomárnoslas personalmente propicia el principio del infierno en este mundo. […] Las suposiciones no son más que mentiras que nos decimos a nosotros mismos. Esto crea un gran drama por nada, porque no sabemos si algo es verdad o no lo es. Hacer suposiciones no es otra cosa que buscar un drama cuando no existe ninguno.
Pensamos demasiado y el pensamiento nos conduce a las suposiciones. Sólo pensar “¿y si…?” puede generar un gran drama en nuestra vida.
Si sencillamente preguntásemos, no necesitaríamos hacer suposiciones. Siempre es mejor preguntar y ser claro.