Clara tiene nueve años y un pelo libre y suelto. Un día su mama le ayuda a peinarse, le siente unas bolitas en el cuello.
noviembre 30, 2011
Natalia Gil
Documentalista y promotora del programa de lectura “Más libros, mejor futuro” Edmée Pardo
Escritora, narradora, maestra y promotora de la lectura, socióloga.
En diciembre de 2007 mi hermano de 38 años fue diagnosticado con Hodgkins, un tipo de cáncer linfático.
Pero qué decirles a sus hijos de 10 y 12 años que los informara sin alarma, cómo incluirlos en un proceso familiar de curación con amor y responsabilidad.
Cuando quise encontrar un libro para regalarles a mis sobrinos, ya fuera sobre el cáncer, la enfermedad de los padres, la enfermedad infantil, me encontré con el vacío.
Nada en la vida pide más cambios que la enfermedad de alguien, la tuya o la de otro. Cambias tu manera de dormir, de cuidarte, de llevarte con los demás, de vivir.
Cambia tu manera de ver el mundo, de ver tu cuerpo, de entender las cosas. A lo mejor ya no puedes andar descalzo, o tienes que comer distinto, o hay lugares a los que no puedes ir y medicinas que tienes que tomar.
En algo tienes que cambiar si no quieres volver a enfermar. Son cambios que en su momento no los quieres, pero que con el tiempo resultan el gran aprendizaje de la vida.