Durante el inicio de todo noviazgo son personas “satelitales” con quienes normalmente convives poco y tienes una relación más bien lejana, cuando la pareja madura, es acuerdo tácito que la nuera y/o el yerno son quienes deben hacer acomodos, circo, maroma y teatro para ganarse la buena voluntad de los padres de su “amor”.
Los suegros buenos:
Los suegros malos:
Paciencia y tolerancia: tus suegros no dejarán de ser los padres de tu pareja; así que pese a lo insoportables locos o inoportunos que puedan ser, parte de amarl@ consiste en encontrar la forma de hacer la paz con ellos.
Los suegros entrometidos con la crianza: “Mis suegros me detestaron desde el principio, pero lo pero fue cuando nació nuestro hijo, siempre querían entrometerse. Cuando mi bebe cumplió tres años comencé a trabajar y mi suegra se ofreció a cuidarlo; pese a mi reticencia mi esposo insistió tanto que acepté… ¡Comenzó a darle dulces diario! No importaba cuánto le pidiera que parara, luego descubrí que a mis espaldas le indicaba que la llamara “mamá”. Enfurecí, tuvimos un conflicto serio y dije: YA NO MÁS”.
TIP: Este tipo de suegr@s suelen creer que eres incapaz de ser madre o padre; quizá te consideran inexpert@ o sencillamente su mala comunicación contigo les hace creer que no llenas el “papel”.
NADIE más que tú y tu pareja pueden decidir cómo se llena ese papel.
Los suegros entrometidos con los problemas de pareja. “Tengo 38. Aunque es raro fuimos novios desde la prepa, estudiamos en la misma universidad y tenemos 7 años casados. Pero no hemos podido tener hijos, ya es difícil ir de tratamiento en tratamiento sin que nada pase… pero aún más difícil que tu suegra se siente, te vea con cara de lástima, lance un hondo suspiro y te diga: “Hubieras quedado embarazada a los 16 y no tendríamos estos problemas” ¡¡No son sus malditos problemas!!”
TIP: Los comentarios pasivos-agresivos pretenden sonar inocentes pero, con conciencia o no tienen la clara intención de herir.
“Soy diseñador, desde que usé pantalones naranja por primera vez mi suegro pensó que era el mejor amigo gay de su hija, hubo que aclararle y no duda en hacer comentarios sobre “lo que los hombres de verdad hacen”, arreglar cosas en la casa, jugar futbol, no tomar cocteles, beber ron y tequila –solo– etc.
Pero mi favorito fue cuando se me ponchó una llanta, llamé a mi prometida para que me pasara el número de asistencia o grúa y él grito “LOS HOMBRES DE VERDAD SABEN CAMBIAR LLANTAS”, ¡Quería venir a dónde estaba! ¡Insistía que no permitiría que alguien de su familia llamara una grúa! Es mi carro, mi asistencia, y… no… no sé ni me interesa aprender a cambiar llantas…”
TIP: A veces los suegros tienen ideas fijas sobre estereotipos de género, obviamente, adecuados a sus propias épocas.
“Me casé muy joven, luego me divorcié y con el tiempo conocí a mi actual compañera. Tengo 35, ella 30 y no somos personas tradicionalistas, ambos decidimos mudarnos juntos sin casarnos, no tenemos planeado tener hijos ni hacer fiesta o firmar papeles; pero mi suegro no deja de presionar, en cinco años de relación solo ha accedido a verme tres veces, siempre pregunta por “mi esposa de verdad”, no deja de insistir en el pésimo hombre que soy por “dejar a mi familia” y que solo un inmoral pensaría en desgraciar a una mujer por vivir con ella sin poder casarse como Dios manda… ¡¿ACASO ESTAMOS EN LA EDAD MEDIA?!”
TIP: Las tradiciones y las brechas generacionales son difíciles de romper. Trazan diferencias casi infranqueables, cuando a ello se suman visiones de vida, educación y tradiciones tan distintas dicha brecha se hace más grande.
“Mis suegros… son una pareja encantadora, han formado una familia unida, me consideran para todo, buscan hacerme regalos perfectos, mi suegra sabe mi talla de zapatos –y que adoro los zapatos–, siempre preparan mi comida favorita cuando voy a su casa, y se desviven en atenciones e invitaciones cada vacación…Exageran, los quiero, agradezco sus atenciones, pero no vengo de una familia tan unida, me gustan las relaciones distantes y… despertar luego de pasar la noche en casa de mi prometido con la sonrisa de mi suegra a 1 metro de distancia cargando una charola con el desayuno “para dos en cama…”
TIP: Creen que “adoptándote” aseguran que su pequeño o pequeña jamás se irá de casa. Buscan unirte al clan.
Fuente: Lucy Romero, Terapeuta familiar y de pareja
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