Angélica Fuentes
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Actualmente es Presidenta Ejecutiva de la empresa multinacional Omnilife/Angelíssima, y de una fundación que lleva su nombre y que defiende los derechos de las mujeres.
La revista moi de Diciembre-Enero tiene preparada una entrevista con una de las mujeres más importantes de América Latina: Angélica Fuentes.
A los once años ya incomodaba a su familia rompiendo reglas. Superó un matrimonio violento y el juicio de los que no creían en ella como empresaria. ¿De qué está hecha Angélica Fuentes?
Cosas que hay que saber de ella:
En los últimos 25 años, ha estado involucrada en ONGs, organizaciones internacionales y grupos profesionales que apoyan la causa de la mujer.
Actualmente codirige la Fundación ABC (American Business Council Foundation) y el grupo de trabajo por la Paridad de Género en México, una iniciativa del Foro Económico Mundial.
Además es Defensora Global de la Campaña Girl Up, un programa de la Fundación de las Naciones Unidas.
Sus proyectos:
1. FoCo: Una de las iniciativas principales de la Fundación Angélica Fuentes es FoCo (Foro para la Cooperación Unidos por la Mujer), una serie de foros que presentan a personalidades prominentes con el fin de estimular la cooperación e incrementar la visibilidad en el tema del empoderamiento femenino.
2. Fundación Angélica Fuentes: La Fundación Angélica Fuentes representa la culminación de mis más de 25 años de trabajo en favor de la mujer y el objetivo es el empoderamiento integral de la mujer.
3. Angelissima: Angelíssima es una línea de belleza y cuidado corporal única, tanto por la filosofía de autoempoderamiento que engloba, como por la utilización de ingredientes naturales de la más alta calidad.
Por Martha Debayle
Angélica es una mujer poderosa, que tiene el control de muchas cosas, entre ellas la empresa de la cual es socia junto con su esposo, Jorge Vergara. Le pregunté cómo le hace para darle el lugar correcto.
1. Cuando estés muy enojada, agarra un cojín y desquítate con él.
2. Nunca lo insultes. El insulto no son las palabras altisonantes, sino la energía con la que salen las palabras. Es más insultante gritarle: “¡No es posible que no sepas nada!” a decirle dulcemente: “Eres un pendejo, mi amor”. Es la energía. Es importante no insultar.
3. Amar a tu hombre por todo lo que es y por lo que no es. Reconocer que a la mejor no va a pensar a tu velocidad o no va a ser tan elocuente como tú pero tiene cosas que tú no tienes. Acompaña tus talentos y tus defectos.
La gran falacia del matrimonio es creer que alguien te va a hacer feliz.