No es coincidencia que una manzana sepa a cebolla o que el queso tenga olor a pollo, todo esto se puede solucionar si sabes acomodar las compras del súper.
Todos los refrigeradores funcionan de la misma manera gracias al sistema de circulación del aire fresco.
Los sectores que no están en contacto con las corrientes del aire, tipo la parte inferior, son más cálidos y están protegidos por las bandejas superiores; la puerta también es zona cálida. Dentro de la puerta, los compartimientos superiores son más fríos, a excepción de los cajones para huevos o mantequilla, ya que tienen una cubierta de plástico para mantenerse herméticos.
Siguiendo esta lógica, los productos se deberían guardar así:
Leche, jugos, té helado y cualquier otro producto que deba mantenerse fresco.
Pescado, yogurt, salsas, quesos, carne, embutidos y alimentos que deben conservarse en el refrigerador una vez abiertos. No olvides los vegetales duros.
Vegetales en general, frutas, hierbas. Si tienes dos cajones inferiores, el de más abajo es el mejor para alimentos que necesitan que no les pase el aire u otros fluidos, así duran más tiempo.
Huevos y mantequilla, el cajón para estos productos debes usarlo, los huevos no se pongan demasiado fríos ni la mantequilla demasiado dura. En la puerta también pon los alimentos descongelados, aderezos y botellas.
• No llenes demasiado el refrigerador porque si hay poco espacio vas a impedir el paso del aire
• Abre y cierra la puerta rápidamente. Si abres por más de 30 segundos, el aire cálido que entra puede cambiar entre 5 a 10 grados la temperatura interior y para restablecerla se necesitan más menos unos 15 minutos.
Cuando mueres de hambre, es más probable que llegues más rápido a los alimentos chatarra que a los alimentos sanos. La solución puede ser tan simple, como tener un acomodo estratégico de los productos dentro de tu refrigerador.
Cuando una persona elige un producto de los estantes del supermercado, va a tener una preferencia por los que están en el centro.
Ver un alimento te hace más propenso a comerlo. Se ha encontrado que cuando a los sujetos del estudio se les da chocolates en un recipiente transparente, hay 70% más probabilidades de que los coman que cuando se almacenan en un recipiente opaco.
Colocar un pequeño recipiente con bicarbonato de sodio, ayuda a controlar el crecimiento de bacterias y hongos dentro de tu refrigerador.
El truco es hacer que las verduras y frutas estén más amigables para comer. Limpiando, cortando y pelando antes para que estén listos la próxima vez que vayas a asaltar el refrigerador.
Si tu refrigerador está sobrecargado, tendrás la tentación de dirigirte a la despensa por unas galletas en lugar de perder tiempo revisando el desorden. La recomendación es hacer una revisión mensual para deshacerse de cualquier alimento no deseado o caducado.
Te sirve como un inventario de las cosas saludables que tienes dentro del refrigerador y cuanto te cuesta comprar todo.
Llegó el momento de aplicar los tips, tener un refri ordenado y la cocina de tus sueños.