Dr. Manlio Fabio Márquez
Cardiólogo, especialista en arritmias. Subdirector de Investigación en la Clínica – Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Director del Consejo de Electrocardiología. Secretario en el Latin American Heart Rhythm Society.
Consultorio 209 Torre Mackenzie.
T.(55) 71721-6810 / (55) 5276-1207 / (55) 6187-2625
¿Qué es la miocarditis?
Es cuando se inflama el músculo cardíaco (miocardio).
Puede afectar el músculo cardíaco y el sistema eléctrico del corazón, reduciendo la capacidad del corazón de bombear y producir ritmos cardíacos rápidos o anormales (arritmias).
La miocarditis grave debilita el corazón, y entonces, el resto del cuerpo no recibe suficiente sangre. Se pueden formar coágulos en el corazón que podrían provocar un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco.
Síntomas
Si tienes un caso moderado de miocarditis o si estás atravesando las primeras etapas, es posible que no tengas síntomas o que sean leves, como dolor de pecho o dificultad para respirar.
Pero, en casos graves, los síntomas varían según la causa de la enfermedad. Estos son los más frecuentes.
Dolor en el pecho.
Ritmos cardíacos anormales o acelerados (arritmias).
Dificultad para respirar, en reposo o durante la actividad física.
Retención de líquidos con hinchazón de las piernas, los tobillos y los pies.
Fatiga.
También puede haber signos y síntomas de una infección viral, como dolor de cabeza, dolores corporales, dolor en las articulaciones, fiebre, dolor de garganta o diarrea.
¿Por qué pasa?
Normalmente, no se identifica la causa de la miocarditis, y es que, las causas potenciales son muchas, pero la probabilidad de desarrollar miocarditis es rara. Sin embargo, ahí les van algunas causas:
Virus. Muchos virus se asocian comúnmente con la miocarditis, incluidos los virus que causan el resfriado común (adenovirus); COVID-19; hepatitis B y C; y el virus del herpes.
Bacterias. Muchas bacterias pueden causar miocarditis, como los estafilococos, estreptococos, la bacteria que causa la difteria y la bacteria de las garrapatas responsable de la enfermedad de Lyme.
Parásitos. Entre estos, hay parásitos como el Trypanosoma cruzi y el toxoplasma, incluso algunos transmitidos por insectos.
Hongos. Las infecciones por levaduras, como la cándida; los mohos, como el aspergillus; y
otros hongos, como el histoplasma, que a menudo se encuentran en los excrementos de las aves, pueden a veces causar miocarditis, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
A veces, la miocarditis puede aparecer si te expones a lo siguiente:
Medicamentos o drogas ilegales que podrían causar una reacción alérgica o tóxica.
Sustancias químicas o radiación.
Complicaciones
Insuficiencia cardíaca.
Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
Ritmos cardíacos anormales o acelerados (arritmias).
Muerte súbita por ataque cardíaco.
¿Cómo se trata?
En muchos casos, la miocarditis mejora por sí sola o con tratamiento, lo que permite una recuperación total. El tratamiento para la miocarditis se centra en la causa y los síntomas, como insuficiencia cardíaca.
En los casos leves, las personas deben evitar realizar deportes competitivos durante, al menos, tres a seis meses. Es posible que hacer reposo y tomar medicamentos para ayudar al cuerpo a combatir la infección causante de la miocarditis sea todo lo que necesites.
En algunos casos causados por enfermedades crónicas, como el lupus, el tratamiento se orienta a la enfermedad preexistente.
¿Qué es la pericarditis?
Es la hinchazón e irritación del tejido delgado que parece saco que rodea el corazón (pericardio). La pericarditis a menudo causa un dolor agudo en el pecho y, a veces, otros síntomas. El dolor de pecho se produce cuando las capas irritadas del pericardio se frotan entre sí.
Normalmente suele ser leve y desaparece sin tratamiento.
¿Qué se siente?
El dolor en el pecho es el síntoma más común. Por lo general, es agudo o punzante. Sin embargo, algunas personas tienen un dolor de pecho sordo y persistente o que da la sensación de presión.
El dolor normalmente se produce detrás del esternón o en el lado izquierdo del pecho.
Puede extenderse al hombro izquierdo y al cuello.
A menudo, se intensifica cuando toses, te acuestas o respiras hondo.
Estar sentado e inclinarse hacia adelante suele aliviar el dolor.
Otros síntomas de pericarditis pueden ser:
Hinchazón abdominal o en las piernas.
Tos.
Fatiga o sensación general de debilidad o decaimiento.
Fiebre baja.
Palpitaciones fuertes o ritmo cardíaco acelerado (palpitaciones cardíacas).
Falta de aire al estar recostado.
Tipos de pericarditis
La pericarditis aguda empieza de forma repentina, pero no dura más de tres semanas. Es posible que resulte difícil diferenciar entre la pericarditis aguda y el dolor causado por un ataque cardíaco.
La pericarditis recurrente ocurre alrededor de cuatro a seis semanas después de un episodio de pericarditis aguda, sin síntomas intermedios.
La pericarditis incesante dura alrededor de cuatro a seis semanas, pero menos de tres meses. Los síntomas son continuos.
La pericarditis constrictiva crónica suele desarrollarse lentamente y dura más de tres meses.
¿Qué la provoca?
Las causas de la pericarditis pueden incluir:
Ataque cardíaco o cirugía cardíaca.
Infección.
Trastornos inflamatorios sistémicos, incluido el lupus y la artritis reumatoide.
Traumatismo, como una lesión en el corazón o el pecho como resultado de un accidente
automovilístico o de otro tipo.
Otros trastornos de salud, incluida la insuficiencia renal, el SIDA, la tuberculosis y el cáncer.
¿Cómo se trata?
El tratamiento depende de la causa y de la gravedad de los síntomas. La pericarditis leve puede mejorar sin tratamiento.
Medicamentos: Analgésicos, Colquicina (Colcrys, Mitigare), Corticosteroides.
Si tu pericarditis es causada por una infección bacteriana, se tratará con antibióticos y drenaje, si es necesario.
Si la pericarditis provoca acumulación de líquido alrededor del corazón, es posible que necesites un
drenaje o una cirugía.