
Por Adriana Sánchez
Quedarte echado en el sillón viendo Netflix no es precisamente el mejor plan de fin de semana. ¡Vives en la Ciudad más grande del mundo!, hay cientos de cosas que puedes hacer. ¡Ya párate!
Subir al mirador de la Torre Latino.
La Torre Latinoamericana es uno de los edificios más resistentes del mundo. Pesa aproximadamente 4 mil 100 toneladas, tiene una altura de 181.33 m. Es un excelente lugar para poder admirar la cuidad desde su mirador en al piso 40.
Conocer las mezcalerías de la Roma.
Lánzate a un recorrido con tus amigos por las mejores mezcalerías que se encuentran en la Colonia Roma. Nuestro top five es: La botica, La Vulgar, La Nacional, La Mil Amores y La Clandestina.
Comer en el Mercado de San Juan.
El mercado de San Juan es uno de los más antiguos de la Ciudad de México y ahora es ni más ni menos que ¡un mercado gourmet! Una de las maravillas de este lugar es que puedes encontrar los más exóticos ingredientes de todas partes de la República mexicana pero también de Europa, Asia y toda América.
Recorrer la ciudad pedaleando.
Ya sea que tengas o bici o te des el chance de rentar una, no te puedes perder recorrer la ciudad por los lugares más importantes del Distrito Federal. Puedes hacer alguno de los múltiples paseos ciclistas o si te quieres ver muy pro, ir al ciclotón y echarte los 32 kilómetros de recorrido. Te vas a cansar, pero te encantará la ciudad SIN autos.
Asistir a la Cineteca Nacional.
Si eres amante del cine, este fin no te pues perder la cartelera del la Cineteca Nacional donde podrás disfrutar de grandes películas en compañía de amigos, familia. te dejamos el link para que consultes la cartelera.
Comprar artesanías en la Ciudadela.
Las mejores artesanías de cualquier región del país, las encuentras ahí. En sus puestos hay desde una pulsera de vidrio hasta una cabecera tallada, pasando por textiles, barros, hamacas o guitarras. Fue el primero en su género. Su origen se remonta a los Juegos Olímpicos de México 68, pues el gobierno convocó a los artesanos, desde Sonora a Yucatán, para traer muestras de sus artesanías al D.F y que así los turistas que vinieron se llevaran un pedacito de México. ¡Lleva dinero porque te van a dar ataques de amor en cada pasillo!
Disfrutar de la vista del mirador del Monumento a la Revolución.
Treinta años tuvieron que pasar para que el mirador de este imponente edificio se abriera al público de nuevo, y ¡tú sigues echado en el sillón! Lo único malo es que te vas a tener que desmañanar y es que los últimos fines de semana de cada mes, el Monumento te recibe desde las seis de la mañana para darte toda una experiencia de altura: a 65 metros.
Desierto de Los Leones.
Está a 15 minutos de la Ciudad, así que lánzate. Se trata de un Parque Nacional protegido que además tiene un exconvento carmelita construido por allá de 1606. Y como sabrás es una zona boscosa que recibe el nombre de desierto porque los monjes necesitaban un lugar alejado de la civilización para meditar y rezar, como quien dice un lugar desierto; que ahora vendan las mejores fresas con crema del mundo a unos cuantos metros, es otro cuento.
Caminar en el jardín del Museo de Arte Moderno.
El Museo de Arte Moderno forma parte del Bosque de Chapultepec y fue construido en 1964 en él se exhiben obras de artistas súper importantes como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Diego Rivera, Rufino Tamayo, Gerardo Murillo el Dr. Atl, Manuel Rodríguez Lozano y Leonora Carrington, entre otros y en los jardines también encuentras un montón de esculturas que retratan la historia del arte moderno mexicano. ¡Tienes que ir!
Visitar la Casa Azul de Frida Kahlo.
La odies o la ames, Frida Kahlo es una de las pintoras mexicanas más reconocidas en el mundo entero y algún día un extranjero te preguntara por ella y no sabrás que decir, o peor ¡te dará una cátedra de su obra! Ahórrate la pena y visita su casa, que ahora es un museo. Ahí nació y murió. Y ya que andas por allá, te das una vuelta por Coyoacán.