Ya saben que aquí nos gusta celebrar a las mujeres más fregonas del mundo y hoy Google también lo hizo, y resúltase que no sólo era una experta en cine, sino que también era una de las mujeres más rápidas del mundo y aquí les explicamos la razón.
Pues resúltase que Kitty no la tuvo nada fácil desde niña, su papá murió cuando ella era muy chica, por que el señor O’Neil era un oficial de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, después de la pérdida Kitty se enfermó de varias cosas, pero lo peor fue que una infección le costó el oido, su mamá le ayudó a entender a través de la lectura de labios y empezar a hacer sonidos para que pudiera hablar con el tiempo.
Luego al crecer, Kitty O’Neil se puso a entrenar diferentes cosas, pero fue el trampolín el que le llamó la atención, con todo y todo, estuvo a nada de competir en los Juegos Olímpicos pero le dio meningitis y se rompió la mano, así que no pudo ir … pero como no se detuvo por nada, empezó a practicar esquí acuático, pero buceo, pero paracaidismo y el ala delta, afirmando que el salto de trampolín «no fue lo suficientemente aterrador para mí».
Luego entonces, no pararía con eso, así que decidió meterse a las carreras y a todo lo relacionado con la velocidad, o sea esta mujer era una buscadora de adrenalina. Fue tanta su emoción que rompió una serie de récords que la convirtieron en la reina de la alta velocidad, imagínense que literalmente iba a la velocidad de un avión comercial actual en la década de los setenta.
Ahí les va: en 1976, en el sudeste de Oregón, en el desierto Alvord, O’Neil estableció el récord de velocidad en tierra femenino. Pilotó un triciclo a reacción impulsado por peróxido de hidrógeno, alcanzó una velocidad promedio de 825,1 km por hora, con una velocidad máxima de 999,4 km por hora, en contexto ir a casi mil kilómetros por hora en recorrido es ir de ida u vuelta unas 11 veces de la ciudad de México a Toluca.
Desafortunadamente los récords de Kitty se verían opacados por los patrocinadores y competidores masculinos que no la dejaron ir más allá y romper el récord de los 1,200 km por hora en tierra.
Así que ya saben de qué va la historia del doodle del 24 de marzo del 2023 -día en el que nació Kitty- y la importancia de tener estas historias para inspirarnos e ir más allá, recuerden que lo que sea que sepan, compártanlo.