Almas gemelas
Mario Guerra
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¿De dónde viene la idea del alma gemela?
- Del mito del andrógino, escrito en el Banquete de Platón, narrado por el escritor de comedias griegas Aristófanes. La palabra andrógino proviene etimológicamente del griego andrógynos compuesto de andrós –varón- y de gyné –mujer-.
- “En otro tiempo… había tres clases de hombres: los dos sexos que hoy existen, y uno tercero compuesto de estos dos… y se llamaba andrógino, porque reunía el sexo masculino y el femenino… tenía… cuatro brazos, cuatro piernas, una sola cabeza, que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación… concibieron la idea de escalar el cielo y combatir con los dioses.
- En castigo Zeus dijo: los separaré en dos; así se harán débiles y… aumentaremos el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose sólo en dos piernas…
- Hecha esta división, cada mitad hacía esfuerzos desesperados para encontrar la otra mitad de que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con un ardor tal, que abrazadas perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra… Estas mitades buscan siempre sus mitades.
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Los dos principales errores lógicos de creer en un Alma Gemela
1. Para que hubiera un Alma Gemela tendríamos que presuponer que desde el momento de nuestro nacimiento (o antes) estamos destinados a ser como somos (independientemente de nuestros aprendizajes, experiencias y vivencias) y siendo de la manera que el destino nos ha fijado hay otra persona en las mismas circunstancias que embona perfectamente con nuestra forma de ser. Por supuesto que, para que siguiéramos siendo almas gemelas tendríamos que permanecer inmutables al paso del tiempo, pues cualquier cambio nos haría no perfectos para el otro.
2. Que el destino (o quien fuera) ha colocado a mi alma gemela y a mí en el mismo tiempo, el mismo espacio y ha hecho que nuestros caminos se crucen en un momento determinado, todo esto entre los 7 billones de habitantes de la tierra.
¿Qué estudios se han hecho?
- Tres estudios publicados en el Journal of Personality and Social Psychology (1998, 2004 y 2007) evaluaron el impacto de la creencia en un alma gemela en la calidad de las relaciones.
- Se compararon las relaciones de personas que decían creer en un Alma Gemela (por ejemplo que las personas están o no predestinadas a estar juntas) contra aquellas que creían en el “cultivar la relación” (por ejemplo, la creencia de que las relaciones se intensifican y desarrollan con trabajo, atención y cuidados a lo largo del tiempo).
¿Qué concluyen estos estudios?
Personas que creen en el “destino romántico” (almas gemelas):
- Principalmente buscan reacciones emocionales positivas y señales de compatibilidad inmediata con una pareja potencial.
- Creen que o la gente hace “click” y entonces la relación está destinada a florecer o no hay “click” y entonces no hay nada que hacer al respecto.
- Tienden a ser intensamente apasionados al principio, especialmente cuando sienten “compatibilidad”
- Cuando los inevitables problemas y diferencias surgen, no suelen manejar bien los conflictos y pueden tratar por todos los medios de cambiar a esa pareja para que se ajuste a sus deseos o simplemente la dejan por “imperfecta” y van a la búsqueda de su alma gemela.
- No suelen comprometerse en las relaciones de pareja y se desilusionan muy rápido.
- Se muestran más ansiosos en sus relaciones y no suelen perdonar los errores de su pareja, incluso se muestran duros e inflexibles ante ellos.
- Sus relaciones son intensas pero cortas con una alta tasa de romances y enamoramientos “al vapor” o “a primera vista”.
Personas que creen en el “crecimiento romántico” (cultivar la relación)
- Principalmente buscan a una pareja que trabaje y crezca con ellos, con la capacidad de resolver conflictos a manera que estos van surgiendo.
- Creen que una relación puede evolucionar con trabajo, empeño, compromiso y dedicación, aún en situaciones difíciles.
- Tienden a ser menos apasionados y a estar menos satisfechos con sus parejas al principio.
- No presentan reacciones eufóricas ni tan intensas en sus conexiones emocionales comparados con los que creen en el alma gemela.
- Cuando surgen problemas, se sienten motivados a solucionarlos y a fortalecer el compromiso con sus parejas.
- En vez de rechazar a su pareja por desacuerdos menores, trabajan a la par, evolucionan y crecen en una relación mutuamente satisfactoria.
- Sus relaciones tienden a ser más largas y mucho más satisfactorias a lo largo del tiempo.
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Relaciones realistas
- Debemos reconocer que nadie es perfecto ni tiene características que lo hacen perfecto como pareja, algo así como un sello de calidad de perfección, pues cada uno busca cosas distintas en las relaciones. Si buscamos a la “pareja perfecta” muy posiblemente dejemos pasar entonces de largo a la “buena pareja” o a la “pareja grandiosa”.
- Una relación realista pone en nuestras manos la posibilidad de mejorarla a través del crecimiento conjunto, de la mejora y la oportunidad de cambio. Cuando trabajamos para hacer crecer la relación el amor aumenta con el tiempo en vez de decrecer el enamoramiento como suele suceder con las relaciones idealizadas de Alma Gemela.
¿Debemos dejar de buscar entonces a la pareja perfecta?
- No, pero debemos definir nuestro concepto de lo perfecto como algo lejano de la fantasía, lo rígido y lo inmutable. Tampoco lo perfecto tiene que ver únicamente con los aspectos que me son agradables de una persona, pues las relaciones no son frutas a las que puedes pelar y quitar las partes que no te gustan.
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