¿Alguna vez has estado en una relación donde vas sintiendo que, poco a poco, va mermando tu energía… debilitándose tu voluntad? Hay una pérdida de sí mismo en el compromiso con el otro (a) y eso lleva a la “comercialización” del amor y quizá estás en una relación de “amor vampiro”.
Porque está absorbiendo tu energía. No buscan nuestra sangre…buscan nuestra energía emocional. Aparentemente se “llenan de fuerza” robando la del otro. Y ahí estás tú: entregando, no sólo toda tu vida, sino también tu vitalidad y autonomía.
El miedo al abandono, puede favorecer que la persona intente adoptar una posición de poder sin ser tan directo. Se caracteriza por una baja tolerancia a la frustración, donde la persona busca tener lo que quiere, sin importar el costo. Hay una búsqueda de la confirmación del amor de su pareja: insistir a la pareja que le demuestre que no le dejará.
En toda relación hay una distribución de poder. Hay que tomar decisiones y en muchas ocasiones las preferencias, deseos o necesidades no son las mismas. El problema surge cuando una de las dos partes de la relación toma una postura de manipulación o chantaje emocional.
Las causas que llevan a una persona a ser un chantajista son muchas, por ejemplo, se asocia a una baja autoestima, que puede provocar que un individuo esté constantemente buscando la confirmación del amor de su pareja y provocando demostraciones de que la otra persona no le dejará.
Tu pareja busca tener la razón, aferrándose a su propio punto de vista, perdiendo la capacidad de escucharte y de comprenderte. Tu pareja busca sus propios intereses, de tal forma que tienes que estar alerta para cuidar tu propio bienestar.
Tu pareja se muestra como una persona perfecta al argumentar que nunca comete errores, solo tiene cualidades y que tú eres la única persona responsable de los problemas de la relación. Evade responsabilidades. Tiende a buscar culpables afuera, es incapaz de aceptar que pudo haber cometido un error.
Usa el chantaje emocional: A través del victimismo. Ejemplo de esto es la frase: Si te vas con tus amigas, yo me quedaré solo y aburrido. Emplea el autocastigo al usar frases como: “si tú me dejas, no vale la pena seguir vivo”. Buscando hacer que te sientas culpable.
Usa frases amenazantes, como: Si haces eso, no me culpes si te dejo. Te hace sentir culpable por su comportamiento incorrecto, por ejemplo: Soy agresivo porque tú me provocas. Te tengo que vigilar porque no sé dónde andas.
Tiene que compensar mi necesidad; somos animales compulsivos a la repetición; mis experiencias pasadas; el trauma y la hipervigilancia. La elección de un amor vampiro puede tener relación con una baja autoestima.
Aunque la dependencia puede aparecer en una relación, lo más común es que sea una constante en la vida, por lo que las relaciones presentan un patrón característico de una necesidad emocional exagerada. Esto debido a:
PUEDES TENER BAJA AUTOESTIMA
Es diferente desear que depender: Desear, anhelar o interesarse por algo o alguien es normal, siempre que no caigamos en la obsesión, y aunque duela, aceptemos el hecho “real y objetivo” de que se puede acabar o terminar
Podemos entonces decir que depender emocionalmente de alguien es una MANERA ENFERMIZA DE ENTENDER EL CARIÑO Y EL DESEO. La dependencia es adicción, y tal como una sustancia genera síndrome de abstinencia cuando se pretende dejarlo, es una sensación de ansiedad de necesitar una dosis más, un momento más, un contacto más.
Si consideras que hay cosas que deseas de tu pareja, y que piensas que es imprescindible, necesario e imperioso que esté, para que tú seas feliz es muy probable que seas susceptible de apegarte a tu pareja con todas tus fuerzas y te conviertas o seas un vampiro.
El precio emocional de vivir un amor vampiro es muy elevado. Una de las consecuencias de la manipulación, es que la víctima comienza dudar de sí misma: cuestiona su actuación, sus decisiones e incluso sus emociones.
Quien manipula, se siente obligada a hacer cosas con tal de no perder el amor. Generar dependencia emocional en ambos:Incapacidad de poner límites por el miedo al abandono, lo cual pone en riesgo tu seguridad y bienestar.
Tanto si eres un vampiro, como si te ves atrapado con él, no es buena idea poner todos los huevos en una sola canasta, hay que repartir nuestras fuentes de disfrute y placer, no estamos con ello hablando del poliamor sino de continuar con las metas personales, las relaciones familiares y sociales, donde la pareja sea una parte más de nuestra vida y no la única
Independizarse emocionalmente tiene un costo, habrá dolor y desesperación, pero así como en otras dependencias la cura es contradictoria: SUFRIR PARA DEJAR DE SUFRIR. La abstinencia es un sufrimiento útil que ayuda a desapegarnos. El dolor es curativo, desprenderse es derribar todos los puntos que nos mantienen en una zona de confort, para luego volver a nacer.
La necesidad esclaviza, la preferencia te libera. Para ser libre en lo emocional no es necesario matar al amor, basta con liberarse mentalmente. Una relación recíproca es donde el bienestar no es privilegio de una de las partes sino de ambas.
En el mundo de los afectos y las relaciones saludables, para que exista una buena relación y convivencia, más que el sentimiento, se requiere: Madurez emocional de los involucrados.
Apoyo: Cuando el amor es sano hay mucha importancia en el desarrollo individual de cada uno, ambos procuran apoyarse y alentarse cuando desean llegar a una meta o atravesar un momento crítico.
Aceptación: Aceptar los defectos de la otra persona es esencial para toda relación sana. Es importante conocerla, puesto que el amor implica tolerar y respetar al otro tal cual es. No se busca cumplir intereses propios.
Libertad: para que el amor dure y sea saludable, es importante respetar la libertad de cada uno, todas las personas tienen intereses separados que no siempre quieren compartir con la pareja.
Comunicación: la comunicación en una relación sana es constructiva, se requiere tener la confianza para poder comunicar lo que uno está sintiendo, pensando o deseando, y sin la necesidad de agredir, chantajear o manipular al otro. Ninguno de los dos toma el papel de víctima, se hacen responsables de comunicar lo que quieren, sin pretender que el otro lea su pensamiento. Para lo cual, se requiere también que uno se muestre vulnerable, sensible con sus propios sentimientos y empático con los del otro.
Privacidad: se requiere mucho respeto, este punto va ligado con el anterior, pues dependerá de la confianza construida entre ambos. Debido a la confianza construida entre ambos, es común tratar temas delicados que no deben ser divulgados. Cuando hay la suficiente madurez y respeto, ninguno de los dos compartirá estos aspectos con otras personas.
Fuente: Dra. Diana Cover Van Putten Psicóloga desde hace 30 años con formación en el área clínica-psicoanalítica. Tiene Maestría y Doctorado en Psicoterapia Psicoanalítica y Clínica Psicoanalítica así como la formación de la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Es Coach del Centro de Entrenamiento Ejecutivo (Certificación ACTP), es fundadora de Resolución de Casos en Crisis y actualmente es CEO, Socia Fundadora y creadora de la Clínica Online: TeQueremosEscuchar.com una organización dedicada al bienestar emocional y psicosocial para individuos y empresas. Es autora del libro: «Ciberpsicología: La Innovación Psicoterapéutica en la Era Digital».
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