Desde querer evitar un conflicto, no confiar en el otro o hasta no querer asumir las consecuencias de sus actos, ¿ustedes saben porque les han llegado a mentir sus parejas?
Hoy Mario Guerra nos ayuda a ir a la raíz y entender por qué nuestra pareja podría estar mintiendo.
Muchas personas responderían que muy malo, que es lo peor y ahí acabaría la conversación sin ni siquiera haberla empezado. Pero vale la pena hablar de esto para entender qué pasa, por qué pasa y el impacto que puede tener esto en una relación.
Los hombres mienten más que las mujeres y, además, sienten menos culpa por ello, según una encuesta del Museo de Ciencia de Londres. Solo un 10% de los encuestados reconoce haberle mentido a su pareja.
Porque quiere evitar un conflicto: Algo que a tu pareja ya te ha dicho que no le gusta o sobre lo que no está de acuerdo porque afecta de alguna manera su relación.
Porque no confía en su pareja: Quizá en el pasado te ha dado muestras de poca empatía y solidaridad y ahora no le cuentas que tienes hemorroides, que gastaste dinero en un billete de lotería que ni reintegro sacó o que te compraste tus pastillas mágicas para adelgazar, porque temes que te critique, te haga burla o se lo cuente a todo el mundo.
Porque le quiere ocultar algo que sabe que no es correcto para el tipo de relación que tienen: Como una infidelidad o gastos extraordinarios en algo que tú quieres pero que habían acordado no gastar.
Porque no quiere asumir las consecuencias de decir la verdad: Como cuando a tu pareja le ocultas una mala noticia porque dices que “no va a saber manejarla”, “se va a poner mal” o que “No le cuentas porque tú lo vas a arreglar y nunca se va a enterar”.
No puedes decir que no es asunto suyo: Ya hemos hecho antes la distinción entre lo privado y lo secreto y la diferencia está en la intención; lo privado simplemente resguarda una verdad muy personal que si se revela no afecta a terceros en mayor medida.
Lo secreto, es algo que se oculta de los realmente afectados para evitar una consecuencia negativa para el que guarda el secreto principalmente. Si se supone que estás en una relación de pareja estable, todo lo que pase contigo es algo que afecta a tu pareja y puede afectar a la estabilidad de la familia entera.
Enteras a tu pareja para que sepa cómo están las cosas si te mueres, para que no se lleve decepciones y para que la confianza no se destruya el día que se entere de algo que se supone que debería haber sabido por ti y no por la casualidad o las circunstancias.
“No decirle a tu pareja la verdad acerca de con quién estás” es muy mala señal…
Claramente no podemos decir que haya una forma buena de mentir, pero habría que ver las circunstancias de cada caso. Sin embargo, es posible que hay algo sobre lo que nunca deberías mentir en tu relación y que, si lo haces, es un gran foco rojo que debería hacerte repensar tu relación o al menos la forma en que tienes de satisfacer necesidades y deseos personales.
La mentira más arriesgada es: No decirle a tu pareja la verdad acerca de con quién estás o estuviste (esa tarde, por ejemplo). No me estoy refiriendo al pasado remoto o en tu primera comunión, sino a con quien estás en el momento en que te hace una llamada o con quien fuiste a comer la semana pasada.
Mentir sobre con quién estabas pasando el tiempo es sospechoso desde el principio, independientemente del motivo de la deshonestidad. Y no siempre mientes acerca de con quién estabas porque haya algo de tipo romántico involucrado, pero puede ser igualmente dañino. A lo mejor mientes acerca de que:
Las mentiras blancas son aquellas mentiras que se consideran inofensivas y se dicen con la intención de proteger los sentimientos o evitar conflictos. Aunque algunas personas pueden argumentar que las mentiras blancas son moralmente válidas porque no causan daño, otros pueden argumentar que mentir siempre es inmoral, independientemente de la intención o el resultado.
La persona que miente tiende a justificarse a sí misma para sentir menos culpa. Cuando hacemos algo que va en sentido opuesto a lo que creemos o a lo que se supone que debe ser, generalmente surge un malestar psicológico que se llama “disonancia cognitiva”. Entonces tenemos dos opciones:
Esto se hace:
Responde honestamente y sólo para ti, ¿cuáles son las verdaderas razones por las que para ti el saber toda la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad es tan importante?
La ruptura de la confianza. Una mentira es como una grieta, una vez que se detecta, ya no se sabe si se quedará así, con algún movimiento inesperado se hará más grande o incluso es el inicio del derrumbe de la casa.
El deterioro de la relación. Una vez que se tiene la conciencia de que el otro es capaz de mentir (todos lo somos, por cierto), si se es incapaz de procesar el hecho de una manera reflexiva incluso se puede percibir como desamor.
La cuestión a veces no es tanto que el otro mienta, sino que me mienta a mí.
Una verdad no tiene por que revelarse a todo el mundo, sino al menos a las personas directamente afectadas para tratar de reparar una relación o cerrar un vínculo que esté inconcluso. Enterar a los demás no suele ser útil y es una forma de exhibir al infractor con deseos de venganza disfrazados de justicia.
En lugar de mentir, es importante considerar otras formas de manejar las situaciones difíciles o proteger los sentimientos de tu pareja. Esto puede incluir ser sincero de manera delicada y compasiva, pensando en el otro y no tanto en defenderte y, cuando aplique, buscar una solución para el problema de manera honesta y abierta.
A veces un cambio de conducta es la mejor manera de no tener que entrar en conflicto interno o no tener que guardar secretos que no quieras revelar. Si la conducta es un hecho consumado y tiene consecuencias permanentes, lo mejor es hablar con tu pareja al respecto antes de que sea tarde.
Fuente: Mario Guerra, tanatólogo, conferencista y Business Coach. TW: @marioguerra // marioguerra.mx