¿Cómo saber si eres neurótico o de plano solo estás lleno de estrés? Nuestro querido Pablo León nos dejó un test que les va a dar la respuesta.
Test: ¿eres neurótico o solo tienes estrés?
Instrucciones: Elige la opción que más se parezca a tu comportamiento o forma de sentir.
Me siento culpable por cosas pequeñas como no responder un mensaje rápido o no haber sido “suficientemente amable”:
- a) No me pasa casi nunca (1 punto)
- b) Me pasa a veces, pero se me pasa pronto (2 puntos)
- c) Me pasa seguido y me quedo dándole vueltas (3 puntos)
Si alguien me deja en visto o responde con frialdad:
- a) No lo tomo personal, cada quien tiene su día (1 punto)
- b) Me incomoda un poco, pero lo dejo pasar (2 puntos)
- c) Pienso que hice algo mal y me angustio (3 puntos)
Cuando cometo un error en el trabajo o con mi pareja:
- a) Lo admito y sigo adelante (1 punto)
- b) Me siento mal, pero trato de arreglarlo (2 puntos)
- c) Me siento una persona terrible y me cuesta perdonarme (3 puntos)
Cuando tengo mucho que hacer:
- a) Me organizo y lo manejo con calma (1 punto)
- b) Me estreso un poco pero logro cumplir (2 puntos)
- c) Me paralizo, me agobio y a veces no puedo ni empezar (3 puntos)
Antes de dormir, suelo:
- a) Relajarme y descansar sin problema (1 punto)
- b) Pensar en pendientes, pero logro dormirme (2 puntos)
- c) Repasar errores, conversaciones y preocuparme por todo (3 puntos)
Si una persona cercana actúa diferente:
- a) Asumo que puede estar en lo suyo (1 punto)
- b) Me preocupo un poco y pregunto si está bien (2 puntos)
- c) Pienso que hice algo mal y me siento ansiosa/o (3 puntos)
Cuando tengo una emoción incómoda (enojo, tristeza, ansiedad):
- a) La reconozco y trato de gestionarla (1 punto)
- b) A veces me domina, pero intento calmarme (2 puntos)
- c) Me abruma completamente y me cuesta salir de ahí (3 puntos)
RESULTADOS
- 7–10 puntos: Bajo neuroticismo
Sueles tener buena gestión emocional. Las emociones no gobiernan tu día a día. - 11–15 puntos: Neuroticismo moderado.
A veces te sobrecargas, pero logras mantener el control. Tu sensibilidad emocional es moderada. - 16–21 puntos: Neuroticismo alto.
La ansiedad, culpa o sobre pensamiento son parte de tu vida cotidiana. Puede ser útil trabajar en herramientas de regulación emocional o pedir ayuda profesional.
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¿Qué es?
«Neurosis» fue un término histórico usado en el siglo XIX y buena parte del XX para describir trastornos con ansiedad y síntomas sin base neurológica demostrable, sin alteración del juicio de realidad. Hoy ha sido sustituido en psiquiatría por diagnósticos más específicos como trastornos de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo o trastornos somatomorfos.
¿Qué es la neurosis y qué es el neuroticismo?
«Neuroticismo» no es un trastorno, sino un rasgo de personalidad descrito en el modelo de los Cinco Grandes (Big Five). Se refiere a la tendencia estable a experimentar emociones negativas como ansiedad, tristeza, ira o culpa con mayor frecuencia e intensidad, y a percibir las situaciones como amenazantes o estresantes.
Tipos de neurosis
Aunque el término «neurosis» ha sido reemplazado en muchos manuales clínicos modernos, sigue siendo útil para describir ciertos patrones. Estos son los tipos más comunes:
- Neurosis obsesiva: Ahora trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Ejemplo: Repetir 5 veces que cerraste la puerta antes de salir de casa, aunque sepas que ya lo hiciste.
- Neurosis fóbica: Ahora fobias específicas o trastorno de ansiedad social. Ejemplo: Pánico al subir a un elevador sin razón concreta, evitando edificios altos, aunque eso complique tu trabajo.
- Neurosis histérica: Hoy trastornos disociativos o síntomas neurológicos funcionales. Ejemplo: Pérdida temporal de la voz (afonía) al tener que enfrentar una conversación difícil. El cuerpo “bloquea” la capacidad de hablar como forma inconsciente de evitar el conflicto.
- Neurosis de angustia: Cuadros de ansiedad generalizada o trastornos por síntomas somáticos. Ejemplo: Síntomas físicos como taquicardia, mareo o náuseas sin origen fisiológico claro, causados por ansiedad crónica.
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Posibles detonantes
Una llamada inesperada del trabajo a altas horas. Ejemplo: Antes de contestar, ya sientes taquicardia, sudor frío y dificultad para respirar.
Esperar resultados médicos. Aunque sabes que probablemente no sea nada grave, te mareas de solo imaginar lo peor.
Discusiones familiares. Ejemplo: Un conflicto leve con tu pareja o madre puede derivar en presión en el pecho o sensación de ahogo.
Salir de casa sin revisar algo “clave” (gas, puerta, llaves). Esto puede generar vértigo o náuseas por la angustia de pensar que olvidaste algo importante.
Ambientes con mucha presión social. Por ejemplo, al hablar en público, puedes tener temblores, sudoración excesiva o sensación de desmayo. Estos síntomas no se deben a enfermedades físicas, sino a una respuesta desregulada del sistema nervioso ante el estrés emocional.
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¿Cómo afecta tu vida el neuroticismo?
Tener un nivel elevado de neuroticismo puede afectar múltiples aspectos de tu vida cotidiana, especialmente en tus emociones, relaciones y toma de decisiones. Aquí van los puntos con ejemplos concretos:
Dificultad para disfrutar el presente por pensar constantemente en lo que puede salir mal. Ejemplo: Estás en una cena con amigos, pero en lugar de disfrutar, te la pasas pensando: “¿Y si mañana en la junta digo algo mal? ¿Y si se ríen de mí?”.
Relaciones personales inestables por la necesidad de validación o miedo constante al rechazo. Ejemplo: Tu pareja tarda en responder un mensaje y tú ya entras en pánico pensando: “Seguro se está cansando de mí” o “algo dije que lo alejó”.
Sensibilidad extrema a la crítica. Ejemplo: Un compañero de trabajo hace una observación técnica, pero tú lo vives como un ataque personal y pasas horas rumiando la frase: “¿Acaso piensa que soy inútil?”
Reacciones exageradas ante contratiempos menores. Ejemplo: Te dejaron en “visto” y lo interpretas como una señal de odio o de que hiciste algo mal: “Ya no le importo, seguro está molesto conmigo”.
Ciclos de ansiedad y culpa. Ejemplo: Te das cuenta de que olvidaste felicitar a alguien por su cumpleaños y pasas todo el día sintiéndote culpable: “Qué mal me veo, seguro piensa que no me importa, soy una mala amiga”.
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¿Cómo manejarlo?
Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a identificar patrones de pensamiento distorsionados y sustituirlos por otros más funcionales.
Mindfulness y meditación: Técnicas que ayudan a centrarte en el presente y bajar la ansiedad.
Ejercicio físico: Que mejora neurotransmisores y regula el estrés.
Psicoeducación: Entender que sentir mucho no es «ser débil», sino un rasgo que puedes aprender a regular.
Medicamentos: En algunos casos, ansiolíticos o antidepresivos bajo supervisión médica.
Especialista: Pablo León. Médico cirujano especialista en psiquiatría y neuropsiquiatría. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y jefe del laboratorio de psiquiatría experimental del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
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