Les vamos a contar todo sobre las emergencias psicológicas y qué podemos hacer para evitar que pase una tragedia con personas que queremos.
Rodolfo Solís, Psicofisiólogo Clínico, nos va a explica cómo actuar ante las emergencias psicológicas, es decir, cuando alguien cercano entra en pánico, le da un ataque de ansiedad, se disocia o expresa que ya no quiere vivir. Porque nadie nos enseña a sostener al otro cuando el mundo se rompe por dentro.
¿Qué pasa con la salud mental en el mundo?
Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), aproximadamente el 11% de los adultos en Estados Unidos experimentan un ataque de pánico cada año (alrededor de 34 millones de personas). La Anxiety and Depression Association of America (ADAA) destaca que sin educación adecuada, cerca del 40% pueden sentirse confundidos o frustrados durante una crisis de ansiedad en un ser querido.
Según el National Institutes of Health, entre 60% y 70% de los familiares de personas con trastorno de pánico o ansiedad reportan niveles significativos de estrés, agotamiento emocional y dificultades para apoyar adecuadamente. La Anxiety and Depression Association of America (ADAA) señala que la educación enseñadas a amigos y parejas mejoran la calidad del apoyo emocional, llegando a alrededor del 60%.
Journal of Anxiety Disorders y Family Process destaca que hasta un 75% pueden mejorar su capacidad para brindar apoyo emocional y práctico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 90% de las personas que sufren trastorno de pánico también tienen otro trastorno mental, como depresión, trastornos de ansiedad generalizada, o fobias.
Según National Comorbidity Survey (NCS), alrededor del 5 % de las mujeres ha tenido trastorno de pánico en algún momento de su vida, comparado con solo el 2 % de los hombres. Se estima que aproximadamente el 13% de las personas experimentan al menos un ataque de pánico a lo largo de su vida.
De quienes han tenido al menos un ataque, cerca del 66 % presentan ataques recurrentes, lo que aumenta el riesgo de que desarrollar Trastorno de pánico. Según estudios basados en la Gallup World Poll entre 2009 y 2021, la proporción de personas que reportaron experimentar estrés emocional aumentó casi 10 puntos porcentuales, de ~26 % en 2007 a ~38 % en 2020.
En encuestas recientes se reportó que 1 % de adultos globalmente refieren experimentar estrés, con mayor prevalencia entre mujeres (36.1 %) que entre hombres (33.6 %). El National Institute of Mental Health (NIMH) indica que entre el 70% y 80% de las personas con trastorno de pánico experimentan una mejoría significativa cuando reciben tratamiento adecuado.
¿Qué eventos se pueden considerar emergencias psicológicas?
Aquellos que implican una alarma, real o percibida, y que podrían poner en riesgo nuestra seguridad, aquí la lista de eventos más comunes que pueden pasar en el día a día:
Crisis de Ansiedad
- Inicio: Gradual, relacionado con preocupaciones reales o anticipatorias.
- Causa: Situaciones estresantes o pensamientos persistentes.
- Síntomas: Tensión muscular, inquietud, sudoración, dificultad para concentrarse, preocupación constante.
- Duración: Minutos a horas, incluso días.
- Conciencia del origen: La persona generalmente sabe qué lo está causando.
Ataque de Pánico
- Inicio: Súbito e inesperado, sin causa evidente.
- Causa: Puede no haber un desencadenante claro.
- Síntomas: Palpitaciones, falta de aire, dolor en el pecho, mareo, hormigueo, sensación de muerte inminente o pérdida de control.
- Duración: Picos de intensidad de 10 a 15 minutos; se disipa gradualmente.
- Conciencia del origen: La persona no siempre sabe por qué ocurre.
Episodio disociativo
Un episodio disociativo es una alteración en la conciencia, identidad, memoria o percepción del entorno, que suele surgir como una respuesta al estrés extremo, trauma o ansiedad intensa. Durante este episodio, la persona puede sentirse desconectada de sí misma o de la realidad.
Características comunes:
- Despersonalización: sensación de estar fuera del propio cuerpo.
- Desrealización: el entorno se percibe como irreal o distorsionado.
- Amnesia disociativa: pérdida temporal de memoria, especialmente relacionada con eventos traumáticos.
- Fuga disociativa: la persona viaja o se aleja repentinamente sin recordar cómo llegó allí.
- Identidad alterada: en casos más severos (como el trastorno de identidad disociativo), puede haber cambios en la identidad o personalidad.
- Causas: Trauma psicológico (abuso, violencia, catástrofes), estrés crónico o agudo, trastornos de ansiedad o depresión.
¿Cómo sé si no es un infarto y sí un ataque de pánico?
| Síntoma | Ataque de Pánico | Infarto Cardíaco |
| Inicio | Súbito | Gradual o súbito |
| Duración | 10–30 min | >20 min, no mejora |
| Dolor en el pecho | Punzante u opresivo, no relacionado al esfuerzo | Opresivo, aplastante, puede irradiar a brazo izquierdo, mandíbula, espalda o cuello |
| Dificultad para respirar | Sí, por hiperventilación | Sí, por falta de oxígeno cardíaco |
| Palpitaciones | Frecuente | A veces |
| Náuseas y sudor frío | Raras | Frecuentes |
| Miedo intenso | Muy común | Puede haber, pero no siempre |
| Alivio con distracción | Sí | No |
| Factores de riesgo físicos | Pocos (puede ocurrir en personas jóvenes sanas) | Común en personas con factores cardiovasculares |
¿Qué sería un toolkit de primeros auxilios psicológicos?
Son recursos de conducta que permiten contener, calmar y evitar consecuencias negativas a mediano plazo para la persona, cuando esta experimenta una emergencia psicológica, entendida como ataque de pánico, crisis de ansiedad, episodio disociativo o amenaza de suicidio.
Los primeros auxilios psicológicos son como un vendaje emocional. No necesitas ser psicólogo para ayudarte a ti o a alguien más.
El toolkit es básicamente
- Presencia. No huyas, hazte totalmente presente y observa.
- Detección y tratar de no hacer demasiado, salvo atender a tu (o su) respiración. El episodio ya está aquí, no hay a dónde ir. Luchar contra él puede agravarlo.
- Respeto y escucha. No juzgues, des lecciones ni consejos en ese momento. Lo primero es crear seguridad, después calmar, conectar, y si es necesario, canalizar.
Cuando una persona se encuentra en un momento de crisis que considera no puede sobrellevar debemos acreditarla, no importa si para ti es algo neutral o tiene solución. La persona que está viviendo una crisis no considera en ese momento que puede manejarla. Lo primero que debemos hacer es darle al otro la certeza de que aquí estamos.
¿Frente a qué eventos podemos hacer uso de los Primeros Auxilios Psicológicos?
Trastornos de Ansiedad
Prevalencia global: Afectan aproximadamente al 4% de la población mundial, lo que equivale a unos 301 millones de personas. Distribución por género: Las mujeres tienen 1.66 veces más probabilidades de ser afectadas que los hombres
Ataques de Pánico
Se estima que aproximadamente el 13% de las personas experimentan al menos un ataque de pánico a lo largo de su vida.
- Estados Unidos: Aproximadamente el 11% de la población experimenta ataques de pánico cada año.
- Europa: Alrededor del 3% de la población los experimenta anualmente.
Riesgo Suicida
- Muertes por suicidio: Más de 700,000 personas mueren por suicidio cada año en todo el mundo.
- Distribución: Más del 77% de las muertes por suicidio ocurren en países de ingresos bajos y medianos.
- Género: Aunque las mujeres intentan suicidarse con mayor frecuencia, los hombres tienen tasas más altas de suicidio consumado, a menudo debido al uso de métodos más letales
¿Qué hacer en general?
Quédate a su lado. Dile con voz serena: “Estoy aquí contigo”. Ayúdale a respirar de forma 2-4-6: 2 contando para inhalación, 4 para retener el aire y 6 para exhalar.
Hacer que conecte con su entorno:
- Técnica del 5 al 1: pídele que te mencione 5 cosas que ve, 4 cosas que escucha, 3 cosas que siente, 2 cosas que huele, 1 cosa que saborea.
- Aterrizaje arcoíris: pídele que analice su entorno y te diga 1 cosa roja, 1 naranja, 1 amarilla, 1 verde, 1 azul y 1 morada.
- Regla 3-3-3: pídele que te diga 3 cosas que puede ver, 3 cosas que puede oír y que mueva 3 partes de su cuerpo.
- No digas “tranquilízate” ni minimices: valida su experiencia.
¿Qué hacer en una crisis de ansiedad intensa?
Parecida al pánico, pero más gradual. La persona puede estar temblorosa, angustiada, llorando o bloqueada.
- Brinda contención: “Te veo angustiado, estoy contigo”.
- Pregunta: “¿Quieres hablar? ¿Quieres sentarte? ¿Puedo ayudarte a respirar?”
- Ofrece contacto si es bienvenido (una mano, un vaso de agua).
- Evita juzgar. No des sermones.
¿Qué hacer en un ataque de pánico?
Ocurre de forma repentina, intensa y desbordante. La persona puede hiperventilar, sentir que se ahoga, tener palpitaciones, sudoración, mareo, miedo extremo o sensación de que va a morir o volverse loca.
- Brinda seguridad sin minimizar: “Estás a salvo. No estás solo. Esto va a pasar”.
- Habla con calma, en voz baja y firme, sin abrumar: frases breves, tranquilas y repetitivas pueden ayudar.
- Guía la respiración: invítala a respirar contigo: “Inhala conmigo… ahora exhala… así, despacio”.
- Ancla al presente: “Toca esto, siéntalo. Estamos aquí. Esto es real”. Señala objetos a su alrededor.
- No le digas que se calme: puede aumentar la angustia. Mejor valida lo que siente: “Entiendo que esto da mucho miedo”.
- No impongas contacto físico si no lo ha pedido. Pregunta primero.
- Quédate presente. El ataque generalmente dura unos minutos, aunque puede sentirse eterno para quien lo vive.
- Luego, ofrece contención. No analices en ese momento. Solo acompaña. Más adelante, pueden buscar ayuda profesional.
¿Qué hacer en el episodio disociativo?
La persona puede parecer ausente, como “fuera de sí”, no responde del todo, tiene mirada vacía o actitudes extrañas.
- Háblale con voz suave, sin tocar de golpe.
- Usa anclajes: “Estás aquí conmigo, en este lugar. Mira esta luz, escucha mi voz”.
- No la confrontes ni le digas “reacciona”.
- ¡No le pegues!
- Se paciente y espera. El regreso puede ser lento.
¿Qué hacer en el riesgo suicida?
Esto es delicado, pero no podemos ignorarlo. Si alguien dice frases como “ya no quiero seguir”, “esto no tiene sentido”, escucha con seriedad.
- Pregunta directamente: “¿Has pensado en hacerte daño?” Esto no incita, al contrario, libera presión.
- No dejes sola a la persona.
- Mantente calmado, incluso si estás preocupado.
- Acompaña a pedir ayuda profesional o llama a una línea de emergencia sin duda.
- No prometas guardar silencio si está en riesgo.
Hablar del suicidio puede salvar una vida. La empatía es más poderosa que cualquier consejo.
| Situación | Línea recomendada |
| Crisis emocional inmediata (ansiedad, ideación suicida) | Línea de la Vida (800 911 2000) o SAPTEL (55 5259‑8121) o LOCATEL (24/7) |
| Crisis pero sin urgencia médica | Call Center UNAM (55 5025 0855) o Instituto Nacional de Psiquiatría (55 5655 3080) |
| Jóvenes entre 13–29 años | Servicio ConTacto Joven (WhatsApp, 55 7900 9669) o UNAM |
| Emergencia física o riesgo inminente | Llamar al 911 y buscar atención médica inmediata |
A corto plazo ya sé que hacer. ¿Y a mediano plazo?
Es momento de plantearse:
- ¿Qué detonó esto? ¿Qué estoy atravesando en este momento de vida? ¿Qué me indica este episodio que debo atender y cambiar?
- Pide ayuda, especialmente si el episodio de ansiedad o pánico se repite. Ante la idea o amenaza de suicidio, no dudes en pedirla inmediatamente.
- No evites los lugares o contextos en donde se dio el episodio si no son peligrosos, eso podría perpetuar el problema.
Rodolfo Solís. Psicofisiólogo clínico. Doctor en Neurociencias de la Conducta. Líder del Laboratorio de Neurofisiología Cognitiva y Clínica del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
IG y TikTok: @dr_rsolis / WEB: psiquiatrialrs.com / 55 1545 4240