Les vamos a contar todo sobre los top performers y las razones por las que les urge tener uno cerca o convertirse en uno.
El nivel de un profesional en su trabajo va mucho más allá de su dedicación o la calidad de sus entregas, va en la pasión y lo que están dispuestos a hacer por lo que quieren. Estos son llamados Top Performers.
Ellos tienen pasión, compromiso y enfoque son cualidades que no pasan desapercibidas. Y no hablamos solo de la atención de los jefes, sino de un efecto mucho más sutil y poderoso que impacta a sus compañeros: el contagio de la excelencia.
Lo valioso de los top performers
La experta en finanzas Codie Sanchez compartió en su canal de TikTok un video fascinante sobre el concepto de “top performers”. Nos cuenta la idea de que los empleados más sobresalientes tienen una habilidad casi mágica para influir en quienes los rodean, no a través de una mentoría formal o consejos directos, sino de una manera mucho más intangible.
La influencia de estas personas se presenta de la forma más sencilla: solo con sentarse cerca de ellos. «No es que seas más inteligente, trabajes más o seas mejor, pero eres un 15% mejor», dice Codie Sanchez. La proximidad a un top performer es en sí misma una ayuda. El aura que desprenden es un catalizador, un motivador silencioso que eleva el rendimiento de todo el equipo.
Sobre ellos nuestra querida Julieta Manzano, Maestra en Recursos Humanos, nos dice que «No hay organización de alto rendimiento sin colaboradores de alto rendimiento», lo que significa que debes de tenerlos en tu compañía o ser uno para que te valoren.
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La otra cara de la moneda: el poor performer
Pero no todos pueden serlo, de hecho, la misma regla aplica a la inversa. La antítesis del top performer es el “poor performer”, un colaborador que emana negatividad, desinterés y, lo peor de todo, es aún más contagioso que el éxito. Se ha observado que, al sentarse cerca de uno de ellos, el desempeño de sus compañeros puede caer hasta un 30%. Esta influencia negativa es sumamente dañina para cualquier equipo.
Ninguna compañía busca tener este tipo de perfiles, pero son una realidad que puede derivar de un mal liderazgo, un ambiente tóxico o problemas personales del individuo. Lo que es un hecho es que estas malas influencias son infecciosas y arrastran a todos hacia un bajo desempeño.
Y sobre esto Rebeca Muñoz, Mind Coach, nos dice que «A los grandes ejecutivos los contratan por su alto coeficiente intelectual, pero los despiden por su baja inteligencia emocional», y es que la inteligencia emocional puede empujar a crear poor performers.
La importancia de su entorno para crecer
Codie Sanchez nos invita a otra reflexión: «Si están en una compañía con top performers, entonces serán mejores de lo que en realidad son«. Y como vimos, esta afirmación tiene todo el sentido del mundo. Si se encuentran en un ambiente lleno de ambición, éxito y salud profesional, eso los motivará a seguir mejorando. Un buen ejemplo, como un faro, es lo que guía a las personas.
Un entorno de trabajo gris, cerrado y lleno de infelicidad inevitablemente afectará su desempeño de manera negativa. Nadie puede crecer sin la motivación adecuada, sin un ambiente de trabajo positivo y, sobre todo, sin un buen ejemplo a seguir. Los top performers son esa chispa, ese modelo saludable que inspira. Su presencia no solo eleva sus propios resultados, sino que despierta la esperanza y el potencial de los demás.
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¿Cuáles son las características de un top performer?
Según Stephen C. Lundin en su libro “Top Performer: The Erotic Life of a Performer”, las características de un top performer se centran en una mezcla de talento, ética de trabajo y, de manera crucial, una perspectiva única que él llama «vida erótica» del desempeño. No se refiere a la connotación sexual, sino a una pasión y amor profundo por lo que hacen.
Pasión y Amor por el Oficio
Un top performer no solo trabaja duro; ama lo que hace. . Esta pasión es la fuente de su energía y motivación. Se sumergen por completo en sus tareas y encuentran alegría en el proceso de creación y ejecución. Para ellos, el trabajo no es solo una obligación, sino una forma de autoexpresión.
Disciplina y Rigor
La pasión por sí sola no es suficiente. Los top performers son increíblemente disciplinados. Establecen altos estándares para sí mismos y se comprometen a alcanzarlos. Esto incluye la puntualidad, la atención al detalle y un enfoque inquebrantable en la calidad.
Actitud de Aprendizaje Constante
Nunca dejan de aprender. Los top performers ven cada experiencia, ya sea un éxito o un fracaso, como una oportunidad para crecer. Son curiosos, buscan retroalimentación y están dispuestos a salir de su zona de confort para adquirir nuevas habilidades.
Orientación a Resultados
Aunque disfrutan del proceso, siempre están enfocados en los resultados. Tienen una visión clara de lo que quieren lograr y trabajan estratégicamente para alcanzar sus metas. No se distraen fácilmente y miden su éxito en términos de logros concretos.
Capacidad para Disfrutar del Momento
Esta es una de las ideas centrales de Lundin. Un top performer no solo vive para el resultado final; encuentra la «erótica» en el proceso. Disfrutan de los pequeños detalles, de la camaradería con el equipo y de la satisfacción de hacer un buen trabajo en el presente. Es esta capacidad de disfrutar del viaje, y no solo del destino, lo que evita que se quemen y les permite mantener un alto nivel de rendimiento a largo plazo.
Y ustedes, ¿ya identificaron a los top performers en su entorno laboral?