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La fórmula para vivir en paz (espiritualmente)

Para todos los que viven en agobio, nuestro Pastor de cabecera les va a dar las claves para vivir en paz por más tiempo.

octubre 22, 2025

Todos buscamos vivir en paz, pero ¿estamos usando la fórmula correcta? Aquí les vamos a contar todo sobre esta guía. 

Aquí vamos a descubrir cómo transformar la ansiedad, el caos y las preocupaciones en calma interior y propósito verdadero. Porque la paz no es algo que se encuentra, es algo que se construye todos los días.

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La fórmula para vivir en paz (espiritualmente)

Vivimos en una época en la que la gente busca paz como quien busca agua en el desierto. Probamos con viajes, con yoga, con dinero, con distracciones, con personas, pero la sed sigue ahí. Y es que —aunque suene sencillo— estamos usando la fórmula equivocada. Hay una fórmula divina para la paz, y no está escondida: está en la Palabra. Filipenses 4:6-7 nos da la receta completa. Dice:

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

¿Quieres paz? Aquí está la fórmula: Oración + Gratitud + Confianza = Paz verdadera.

La fórmula de la paz

Oración: soltar lo que te roba la calma. La oración no es repetir palabras bonitas ni cumplir un ritual. Es hablar con Dios con la sinceridad de quien habla con su mejor amigo. Cuando oras, no solo le cuentas tus problemas, sino que los entregas. Es como descargar un peso que no estabas hecho para cargar.

Dios no necesita que le informes lo que pasa; Él ya lo sabe. La oración no cambia a Dios, te cambia a ti. Te recuerda que no estás solo, que hay un propósito detrás de lo que vives. Cada vez que oras, le estás diciendo a la ansiedad: “no tengo el control, pero confío en quien sí lo tiene.” Por eso, cuando no sepas qué hacer, ora primero, actúa después. No al revés.

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Gratitud: el antídoto contra la preocupación

La gratitud es la vitamina del alma. La mente humana no puede estar agradecida y preocupada al mismo tiempo; son emociones incompatibles. Cuando das gracias, aun por lo pequeño o por lo difícil, estás reconociendo que Dios sigue obrando. Pablo dice “en toda ocasión den gracias”, no “por toda ocasión”. No damos gracias por el dolor, sino porque incluso en el dolor Dios puede producir algo bueno. La gratitud cambia tu enfoque. Te saca del “¿por qué a mí?” y te lleva al “¿para qué?” Y ahí empieza la transformación. Cuando agradeces, tu mirada se eleva del problema al propósito.

Confianza: el paso que convierte la fe en descanso

La confianza es la evidencia de una fe madura. Es el punto en el que decides dejar de pelear con lo que no puedes cambiar y entregarlo al plan divino. No significa rendirse, sino rendirse ante Dios. Confianza es decir: “No entiendo, pero creo que Tú sabes lo que haces.” La confianza es lo que mantiene la calma cuando no hay respuestas. Es el “todavía confío” de Job, el “hágase Tu voluntad” de Jesús, el “aunque ande en valle de sombra, no temeré” del Salmo 23.

Cuando confías, la ansiedad pierde poder, porque ya no depende de ti el resultado. Descansas en la promesa de que Dios nunca se equivoca. La ansiedad nace cuando tratamos de controlar lo que no podemos. La paz aparece cuando recordamos quién sí tiene el control. Cuando entregas tu carga a Dios, cuando agradeces incluso lo que no entiendes, algo cambia dentro de ti. No porque el problema desaparezca, sino porque dejas de enfrentarlo solo.

Muchos intentan la paz humana: la que depende de circunstancias. Pero la paz de Dios no depende del entorno, sino de la relación. No es la calma del silencio, sino la calma de la certeza: saber que estás sostenido por alguien más grande que tú.

El resultado: la paz que sobrepasa todo entendimiento

Esta no es una paz frágil ni emocional. Es la paz que se sostiene cuando el mundo se cae. La paz de Dios no se explica, se experimenta. No viene del control, sino de la entrega. No del tenerlo todo, sino del saber que, aunque falte todo, no te falta Él. Así que si hoy estás buscando paz, recuerda la fórmula divina: Agradece. Confía.

No necesitas entenderlo todo, solo necesitas creer que Dios está obrando, incluso en silencio. Y cuando su presencia llena tu corazón, lo que antes era ansiedad se transforma en calma… y en propósito verdadero.

Especialista: Mauricio Sánchez Scott. Pastor cristiano y Presidente de la Academia Nacional de la Música y Artes Cristianas. Predica el servicio en la Comunidad Cristiana VEA.

TW: @mauriciosscott / TikTok: Mauricio S. Scott / Host del Podcast Búsqueda Interior, una producción de Martha Debayle en Spotify y plataformas digitales.

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octubre 22, 2025