Ustedes saben que siempre les digo: si quieren tener lo que pocos tienen, tienen que estar dispuestas a hacer lo que pocos hacen. Y justo eso acaba de demostrar Aeroméxico. Es una lección de visión, estrategia y disciplina que aplica a nuestras finanzas personales y a cualquier proyecto de vida.
El prestigio de la Bolsa de Nueva York (NYSE) y su historia
Cuentahabientes, muy pocas empresas mexicanas logran cotizar en la Bolsa de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés), uno de los mercados financieros más exigentes y prestigiosos del planeta. Llegar ahí no es un vuelo de corto alcance: se necesita una visión de negocio audaz, una estrategia impecable, una disciplina brutal y millones de horas de vuelo.
Para que se den una idea de la magnitud de esta hazaña y porque nos encantan los fun facts, hablemos un poco de la NYSE:
La historia de este gigante se remonta a 1792, cuando 24 corredores de valores firmaron el Acuerdo de Buttonwood bajo un árbol en Wall Street, estableciendo las reglas para la compra y venta de transacciones comerciales. Aunque no es el mercado de valores más antiguo de Estados Unidos (el de Filadelfia lo es), es por mucho el más grande y valioso.
La NYSE se ubica en el número 11 de Wall Street, una zona que se ha convertido en metonimia de todo el sistema financiero estadounidense. A lo largo de su historia ha sobrevivido a eventos como la Gran Depresión de 1929, 2 guerras mundiales, una Gran Recesión y 3 pandemias globales.
Ha sido pionera en el uso de tecnología, introduciendo el teletipo en 1867 y operando electrónicamente desde 1972. Cotizar aquí es, de facto, un sello de solidez y credibilidad global.
¿Qué significa cotizar en la NYSE para Aeroméxico?
Nadie se me confunda con los términos técnicos. Cuando decimos que Aeroméxico cotiza en la Bolsa de Nueva York, en palabras muy sencillas, significa que:
Se abren al mundo, o sea la empresa le dice a todo el mundo: “Aquí estamos. Pueden ser dueños de una parte de nuestra historia”. Aeroméxico vende una porción de su empresa en forma de acciones a cualquier inversionista, atrayendo capital global.
Y este capital son como vitaminas para que la empresa crezca ¿Y por qué hacen esto? Porque así obtienen dinero sin tener que pedirlo prestado a un banco. Este capital lo usarán para crecer, renovar su flota de aviones, abrir nuevas rutas y poner a México en el mapa, impulsando su crecimiento y obviamente dar más trabajo a los mexicanos.
También es importante que les contemos que cotizar en la NYSE es como tener un sello de calidad y transparencia financiera. Les da una credibilidad espectacular a nivel global, pues deben ser muy transparentes con sus estados financieros y decisiones para mantener la confianza de los inversionistas.
Eso sí, tienen que publicar constantemente sus números, ganancias y cómo van sus proyectos. Es un ejercicio constante de transparencia y rendición de cuentas para crear confianza y hacer que la gente quiera invertir en ellas.
O sea, en pocas palabras, Aeroméxico es una empresa mexicana y una empresa global top y esto es lo que pasa cuando una empresa decide crecer, innovar y romper fronteras. Aeroméxico no sólo vuela alto: nos lleva con ellos.