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Y si cambiamos el himno

¡No es broma!

agosto 13, 2015

jacobo (1) Por Jacobo Dayán
 Tw. @dayan_jacobo

Los símbolos patrios aglutinan, dan identidad, representan un pasado común, abrazan valores históricos. ¿Por ello son inamovibles? Sería sano discutir si son vigentes, si ofrecen futuro, si se quiere generar un nuevo vínculo e identidad, sin importar si se trata de la bandera, el himno o el escudo.

No creo que sea exagerado, varios de los símbolos patrios son caducos y obedecen a otras realidades, es por ello que la discusión de cambiarlos se realiza en varias partes del mundo.

En Nueva Zelanda ya no quieren su bandera. Han iniciado un proceso de consultas populares para cambiar el símbolo patrio que remite al pasado colonial británico. En un proceso que lleva más de 3 décadas, han recibido más de 10 mil propuestas, quedan solo unas finalistas que serán sometidas a consulta popular. Hoy pretenden adoptar un símbolo progresista, incluyente y vinculado con el medio ambiente.

El Himno alemán nació como un canto nacionalista, sus ideales fueron llevados al extremo. Al final de la Segunda Guerra Mundial fueron removidas estrofas que hablaban de la superioridad y que se relacionaban con el pasado nazi. Después de la reunificación alemana se decidió utilizar solo la tercera estrofa del viejo himno.

En Israel grupos progresistas y minorías árabes presionan para que el himno sea cambiado ya que refleja el anhelo judío por una patria. Personalidades árabes dentro del gobierno y algunas escuelas de mayoría no judía se niegan a cantarlo. Tienen razón, no los identifica y son ciudadanos del Estado.

Similares discusiones las hay en Ecuador con el himno de Quito que es considerado por unos como oda al colonialismo. En Sudáfrica fue cambiado el himno ante el fin del apartheid. Muchos de los países africanos han cambiado de bandera, himno e incluso nombre.

Todo esto para decir que nuestra bandera no representa a la nación entera. ¿Qué le dice a alguien de Sonora un águila sobre un nopal devorando a una serpiente? ¿Cómo se podría identificar un indígena maya con el nombre de México (por México-Tenochtitlan capital del imperio mexica)? Pero como supongo que me tirarán de loco si propongo cambio de nombre y bandera, solo propongo cambio de himno.

Con las cosas como están, me refiero a la violencia desatada en el país, ¿les parece correcto que se siga enseñando en las escuelas un himno que inicia con mexicanos al grito de guerra? En serio, pregúntenselo. El inicio habla de un México que no queremos: Mexicanos, al grito de guerra / El acero aprestad y el bridón, / Y retiemble en sus centros la tierra / Al sonoro rugir del cañón. Todo esto lo quitamos.

¿Dejamos el pasado religioso? ¿Habría manera de hacer espacio a ateos o agnósticos? Gracias por su respuesta afirmativa. Quitamos pues lo del arcángel divino, lo de en el cielo tu eterno destino y por su puesto lo del dedo de Dios.

Creo que esta es fácil, ¿alguien quiere dejar lo de un soldado en cada hijo te dio? Sabía, lo quitamos. De pasada quitamos lo de bélico acento. La estrofa que inicia con Guerra, guerra no se canta pero por si las dudas, también la quitamos. La que sigue habla de sangre, fuera.

Para no aburrir con más, ¿no sería mejor acabar con algo de esperanza? Ese final de sepulcro para ellos de honor no me gusta, prefiero la idea de Nueva Zelanda. Un himno que inspire y genere un nuevo contrato social, que hable de diversidad, de paz, de esperanza o de nada y solo nos quedamos con la música.

Tenemos problemas hasta con los símbolos patrios. No es broma.

 

Jacobo Dayán es experto en Derecho Humanos, historia mundial contemporánea, genocidios y relaciones internacionales. Actualmente es conductor del programa Así las cosas que se transmite por W Radio. 

 

agosto 13, 2015