¿Por qué compramos tanto? ¿las redes sociales tienen mucho que ver? Aquí les contamos todo de la mano de nuestro especialista.
Subestimar el poder de las redes sociales nunca es una buna idea, a fin de cuentas se han convertido en una parte importante de nuestras vidas, desde ver las vidas de otros en Instagram, checar los tweets o simplemente perdernos en TikTok.
El punto es que las redes tienen una gran influencia en nuestras vidas, una influencia tan poderosa que puede hacernos «gastar» en compras impulsivas.
Las tendencias son casi imposibles de ignorar, y muchas de esas son de cosas que realmente no necesitamos, pero que estamos impulsados a comprar para poder «encajar», desde peluches, comida e incluso actividades, todo tiene un costo y terminamos por caer en su popularidad con una compra impulsiva de algo que no necesitamos o en verdad queremos.
Algo para pensar:10 tips para que el dinero crezca
¿Por qué caemos en los trends? Compras impulsivas
No podemos decir que no somos influenciables, todos buscamos pertenecer y es justamente donde entran los trends, son modas que si seguimos entonces seremos populares y estaremos en la misma página que el resto, eso no está mal, pero ¿Y si seguir ese trend nos cuesta? Ahí es donde entra la facilidad con la que nos influencian y nos «recomiendan» comprar esas cosas. Veamos el porqué de esto.
Identidad digital y pertenencia
Las redes sociales promueven formatos visuales y expresivos (Reels, Stories, TikToks) que nos permiten exhibir afinidades. Lo hacemos no por gusto, sino para mostrar que formamos parte de «algo popular».
El «false self» monetizado
Siguiendo al psicólogo Donald Winnicott, las redes activan la versión de nosotros orientada a ganar aprobación. La autenticidad se deforma porque las plataformas premian lo viral, no lo genuinamente valioso.
No dejen de leer: ¿Por qué nos enamoramos? Así funciona el amor y el cerebro
Economía del FOMO y consumo conspicuo
Los algoritmos impulsan lo que otros ya están consumiendo masivamente. Compramos objetos o prácticas no por amor, sino para evitar quedarnos fuera de conversación—un fenómeno estudiado como conspicuous consumption.
Desconexión con preferencias reales
Un estudio del Journal of Consumer Research indica que quienes persiguen tendencias constantes se sienten más ansiosos, insatisfechos y desconectados de sus gustos reales.
Las redes nos condenan a buscar una constante aprobación, algo que las compañías no han ignorado, al contrario, han procurado estudiar como poder «introducir» la idea de que compren sus productos, y es así como usan la búsqueda de aprobación y la popularidad de las tendencias para lograr vender estos productos de extrema popularidad.
Los casos trending, éxitos de ventas gracias a las redes.
Matcha latte
El matcha ceremonial proviene de Japón y tiene siglos de tradición ligada a la ceremonia del té. Su preparación y consumo implican cuidado, tiempo y respeto por la cultura.
La demanda global, impulsada por redes sociales, ha disparado la producción industrial y causado escasez para productores artesanales japoneses. La producción del matcha de alta calidad, conocido como grado ceremonial, es un proceso lento y meticuloso que no se puede acelerar. Por eso, ahora gran parte del matcha vendido no es ceremonial, sino polvo industrializado enfocado en estética (color y espuma).
El matcha pasó de ser un té de nicho, asociado a ceremonias tradicionales en Japón, a una bebida viral y un ingrediente de moda en todo el mundo. Se consume más por la foto “aesthetic” que por el gusto real, ya que el sabor es bastante único, o el aprecio por la tradición. La bebida pasó a ser un accesorio de estilo.
Redes sociales: muestran el matcha en todo tipo de preparaciones: lattes, postres, helados, etc. Su color vibrante y sus supuestos beneficios para la salud lo convierten en un producto perfecto para «lo viral».
La crisis de Matcha
El mercado global de matcha se proyecta en aprox. $5 mil millones de dólares para 2028, con crecimiento anual compuesto del 10–10.4 % .
En Japón, las exportaciones de té —incluido matcha— aumentaron 25 % en valor en 2024, a 36.4 mil millones de yenes ($252 millones de dólares), el precio de tencha (materia prima del matcha) subió a 8 235 yenes/kg en abril de 2025, un 70 % más que el año anterior. En cafeterías de Occidente, el matcha latte puede costar hasta US$7 (p. ej. en Starbucks)
Hay escasez aguda: solo el 6 % del té japonés se convierte en matcha. Los productores como Ippodo y Marukyu Koyamaen impusieron límites de compra.
Interpretación: Una bebida tradicional con raíces rituales se transforma en bien escaso, caro, y símbolo de estilo de vida en redes, incentivando compras impulsivas y afectando culturalmente la producción local.
También pueden leer: Compliance: tus redes sociales reflejan tu chamba
Labubu
El Labubu es un personaje creado por la artista tailandesa Kasing Lung. Su origen no es de la marca Pop Mart, sino que esta empresa lo popularizó. El Labubu forma parte del universo de criaturas conocido como The Monsters, desarrollado por Lung. Estas criaturas se caracterizan por su apariencia traviesa y un tanto espeluznante, con orejas de conejo, dientes afilados y ojos grandes. Kasing Lung se inspiró en los trolls de la mitología nórdica para crear su diseño.
La conexión con Pop Mart se estableció a través de una colaboración. Pop Mart, una compañía china conocida por sus figuras de arte y «blind boxes», firmó un acuerdo con Kasing Lung para producir y comercializar en masa figuras de Labubu y otros personajes de The Monsters. Esta alianza fue lo que catapultó a Labubu de ser una pieza de arte de nicho a un fenómeno global.
Efecto económico: El Labubu, como parte del universo de Pop Mart, no se vende individualmente, sino dentro de «blind boxes» o «cajas sorpresa». Esto es crucial para entender su valor actual.
- El factor del azar: El comprador no sabe qué figura hay dentro de la caja. Esto crea una experiencia de compra similar a un juego de azar, incentivando la compra de múltiples cajas con la esperanza de conseguir una figura rara o la que desea.
- La reventa: La demanda de las figuras más raras o de edición limitada se dispara. Estas figuras se convierten en artículos de colección muy codiciados. El mercado de reventa en plataformas como Taobao o eBay explota, donde los precios pueden ascender a cientos o incluso miles de dólares, superando con creces el precio de compra original. Este fenómeno, similar al de las zapatillas deportivas de edición limitada, crea una burbuja de precios artificial impulsada por la escasez.
- Compras por estatus: La posesión de un Labubu raro se convierte en un símbolo de estatus o de pertenencia a un grupo. La compra ya no es por un aprecio genuino por la figura o el arte del creador, sino por la oportunidad de revenderla o por el prestigio social que confiere tener un artículo difícil de conseguir.
Impacto en el comportamiento: La mayoría de compradores no conoce al creador ni la historia. La marca Pop Mart se lleva el protagonismo, y el arte original queda en segundo plano, pero lo adquiere porque «está de moda» y es un símbolo de pertenencia a cierto grupo. Por esto mismo, ya se hacen muchas réplicas y Labubus pirata.
Redes sociales: Las plataformas como TikTok e Instagram no solo difundieron la tendencia, sino que crearon un ecosistema de contenido que la mantuvo viva: el famoso “unboxing” de las blind boxes y videos de reacción. Además, se han creado comunidades de coleccionistas y aficionados a Labubu para intercambiar figuras y mostrar sus “outfits” con los labubus de accesorio.
Lisa de BLACKPINK, la cantante de K-pop, fue una de las primeras celebridades en mostrar públicamente su Labubu, colgándolo de su bolso. Futbolistas como Rodrigo de Paul, cantantes como Dua Lipa, e incluso figuras de la moda como Kim Kardashian han sido vistas con un Labubu colgado de sus bolsos o como parte de su colección.
Los números
- El blind box de Pop Mart en Estados Unidos cuesta hoy $22–28 dólares ($391 pesos – $498 pesos).
- Reventa. Ventas verificadas por arriba de $10,585 dólares (196 mil pesos) por pieza (eBay); tiendas en Los Ángeles reportan piezas de hasta $500 dólares y robos por $30,000 mil dólares en inventario (más de 557 mil pesos).
- Expansión y dependencia de redes. Pop Mart ya operaba 401 tiendas y 2,190 “Robo Shops”; las menciones de celebridades (p. ej., Lisa de BLACKPINK, Rihanna) dispararon la viralidad.
No dejen de leer: 10 tips para que el dinero crezca
Chocolate de Dubai y la escasez de pistache
El chocolate relleno de pistache se ha hecho una tendencia en redes, su combinación de sabores e interesante presentación han llamado la atención de mucha gente, tal vez demasiada.
La producción de pistaches en Estados Unidos cayó un 20% en los 12 meses previos a febrero de 2025, debido a una mala cosecha. Gran parte del producto de alta calidad se vendió en cáscara, lo que afectó la disponibilidad de los pistaches sin cáscara («kernels»).
Exportaciones de Irán: Irán, el segundo mayor productor mundial, aumentó sus exportaciones a los Emiratos Árabes Unidos en un 40% entre septiembre de 2024 y marzo de 2025 para satisfacer la alta demanda del mercado de Dubái, especialmente en la industria del chocolate.
La producción global subió de 1.0 millón a 1.2 millones de toneladas entre 2022 y 2024/25. Las exportaciones totales se redujeron un 2% y las existencias finales bajaron un 37%, lo que evidencia un problema de desabastecimiento.
Efecto: El drástico aumento de la demanda ha generado una crisis de abastecimiento que afecta directamente a los pequeños artesanos y productores. Muchos de ellos enfrentan retrasos de semanas en sus pedidos y se han visto obligados a recortar o sustituir los productos que contienen pistache.
Al terminar:Compliance: tus redes sociales reflejan tu chamba
Las redes, los productos y las compras impulsivas
Las tendencias se propagan por redes sociales, transformando productos cotidianos en símbolos identitarios y amplificando el consumo. Generan impactos cuantificables: yerros logísticos (escasez), burbujas especulativas (reventas caras), ansiedad de pertenencia, y desplazamiento de uso auténtico.
La clave está en preguntarnos si lo elegimos por nosotros mismos o solo para encajar, ahí es donde nos daremos cuenta que tanta influencia tienen las redes, ya que si terminamos por comprar algo que no nos gusta, se terminara demostrando que hemos sido llevados a compras impulsivas por simple «guía» de las tendencias.
Especialista:Emilio Saldaña, ‘Pizu’. Experto en tecnología. TW: @Pizu / IG: @pizurrizu.