Juan Pablo Arredondo, Psicólogo Experto en Adolescentes, para que nos diga cómo hablar con los hijos durante el divorcio.
Aquí van a encontrar estrategias, errores comunes y herramientas para proteger su bienestar emocional. Prepárense para aprender a divorciarse con conciencia y amor, pensando siempre en los hijos durante el divorcio.
El divorcios y los hijos
Según la National Library of Medicine, los hijos de padres divorciados/separados tienen un aumento de riesgo de problemas emocionales, de conducta o de ajuste académico. En muchos estudios ese incremento de riesgo está entre 1.5 y 2 veces en comparación con niños de familias con padres juntos.
En un estudio en Noruega realizado por Biomed Central, los adolescentes con padres separados reportaron más problemas de salud mental (síntomas de depresión, ansiedad y problemas de conducta) comparados con sus pares de padres no separados. Según el INEGI, en 2023, México tuvo 501,529 matrimonios; con 163,587 divorcios, lo que equivale a que, por cada 100 matrimonios legales, unos 32.6 terminaron en divorcio.
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¿Cómo no arruinar a tus hijos durante el divorcio?
Un divorcio nunca es fácil. Se termina una etapa de pareja y comienza un proceso lleno de ajustes emocionales, económicos y familiares. Sin embargo, para los hijos, un divorcio no tiene por qué ser una tragedia irreversible. Lo que los daña no es el hecho de que sus papás se separen, sino cómo viven esa separación.
Los niños no necesitan papás perfectos, necesitan adultos responsables que les transmitan seguridad, cariño y estabilidad, aun en medio de un cambio.
Lo que sí deben hacer
Asegúrense de que se sientan amados. El mensaje más importante es: “Tú no tienes la culpa, y aunque papá y mamá no estén juntos, siempre te vamos a querer”. Ejemplo: cuando se lo comuniques, dilo con frases claras y repetitivas como: “Esto es una decisión entre adultos. Tú sigues siendo nuestro hijo y lo más importante para nosotros”.
Mantengan rutinas. Los niños necesitan estructura. Que sigan yendo a la escuela, a sus clases o a casa de los abuelos en los mismos horarios da sensación de continuidad. Ejemplo: si antes los viernes eran “pizza y película”, intenta que esa tradición no se pierda aunque cambie de casa.
Validen sus emociones. Permitan que expresen tristeza, enojo o miedo. No intenten minimizarlo. Ejemplo: si su hijo dice “me siento raro porque ahora voy a tener dos casas”, respondan: “Es normal que te sientas raro, es un cambio grande, y estoy aquí para acompañarte”.
Coordínate con tu ex pareja. No tienen que ser mejores amigos, pero sí aliados en la crianza. La coherencia evita que los niños se confundan. Ejemplo: si un padre dice “no hay pantallas entre semana”, que el otro no contradiga con “conmigo sí puedes”.
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Lo que no deben hacer con los hijos durante el divorcio
No usen a sus hijos como mensajeros. “Dile a tu mamá que me pague” o “dile a tu papá que venga por ti más temprano” los convierte en intermediarios de un conflicto que no les corresponde.
No hablen mal del otro. Cuando insultan al otro, sus hijos sienten que insultan a la mitad de ellos mismos. Ejemplo: decir “tu papá es un irresponsable” o “tu mamá está loca” hiere más de lo que imaginas. Cambia el discurso por: “Tu papá y yo tenemos diferencias, pero sigue siendo tu papá”.
No compren su amor. Darles regalos para “ganarles” solo los confunde y puede generar chantaje emocional a futuro. El tiempo y la presencia son más valiosos que cualquier celular nuevo.
No los hagas tus confidentes. Tus hijos no son tus psicólogos. Hablarles de las deudas, infidelidades o pleitos íntimos los carga con responsabilidades de adulto.
Consejos prácticos para el día a día
- Planifica las transiciones: cuando pasen de una casa a otra, evita dramatizar la despedida (“te voy a extrañar muchísimo, no sé qué voy a hacer sin ti”).
- Mejor dilo con naturalidad: “Nos vemos el martes, diviértete mucho con tu papá”.
- Define espacios propios: aunque tengan dos casas, procura que tengan su propio cajón, juguetes o ropa en cada lugar. Así sienten que pertenecen, no que “están de visita”.
- Busca ayuda profesional si es necesario: un psicólogo infantil puede darles un espacio seguro para expresar lo que a veces no logran poner en palabras.
El divorcio no es lo que arruina a los hijos, lo que los lastima es el conflicto mal manejado. Sus hijos no necesitan una familia perfecta, necesitan papás que sigan siendo papás, aún separados.
Si logran mantener el respeto, la coherencia y la certeza de amor, les estarán enseñando una lección valiosísima: que las relaciones pueden cambiar de forma, pero el cariño verdadero permanece.
Especialista: Psic. Juan Pablo Arredondo. Psicólogo Familiar con más de 35 años de experiencia en el trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Autor de 6 libros enfocados a la psicología. Director de la Clínica Psicológica Juan Pablo Arredondo.
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