¿Qué es el brainrot? ¿En dónde lo ven? ¿Por qué les quita la concentración a los hijos? Esto y más les vamos a explicar aquí.
Todos hemos tenido ciertas «dificultades» a la hora estar en las redes sociales y más si vamos haciéndonos «más grandes» y el problema viene cuando tenemos hijos adolescentes o post adolescentes, a la hora de saber ¿qué están viendo y qué onda con las tendencias nuevas como el brainrot?
Y es que resulta que esta tendencia está con mucha fuerza y la razón es que ayuda a los hijos a distraerse y «dejar a un lado los problemas» que pueden tener en su día a día y ahí está lo peligros.
¿Qué es el brainrot?
El “brainrot” no es una condición médica. Se refiere al efecto de pasar demasiado tiempo consumiendo contenido digital sin valor. No es que el cerebro se vuelva «pudra» (rot en inglés) o se deteriore permanentemente, sino que la sobreexposición a contenido irrelevante y sin sentido afecta directamente la capacidad de concentrarse, la memoria, la atención y, en general, la satisfacción con la vida. Es un golpe a nivel cognitivo y emocional.
Aunque los adultos también podemos caer en esto, el riesgo es mucho mayor en los hijos, quienes se sienten inmediatamente atraídos por este tipo de animaciones: videos repetitivos, con ritmos pegajosos y una sobrecarga de estímulos que los mantienen ocupados pero que, a su vez, perjudican su capacidad de atención a largo plazo.
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El gancho perfecto: ¿por qué no pueden dejar de ver los videos?
Está científicamente comprobado que el cerebro infantil busca estímulos rápidos y constantes, y es precisamente ahí donde estas animaciones entran en juego. Les ofrecen un nuevo estímulo cada medio segundo, con repeticiones sin sentido, voces agudas, movimientos caóticos y sonidos que parecen hipnotizarlos.
La mayoría de estas animaciones no son creaciones artísticas, sino productos hechos con inteligencia artificial: baratos y rápidos de producir para generar ingresos a través de las visitas. Se aprovechan de la naturaleza infantil, que busca entretenimiento veloz, pero las consecuencias de este consumo desmedido son graves.
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Los peligros del brainrot en el desarrollo infantil
El consumo de esta «basura digital» tiene serias consecuencias. Los niños de 3 a 5 años, que deberían estar explorando el mundo de manera sensorial, se sienten atraídos por un entretenimiento que daña su capacidad de concentración, afecta su vista y dificulta su socialización.
La culpa de esta situación no es de ellos, sino de la falta de supervisión. Muchos padres buscan que sus hijos estén «tranquilos» y les dan un dispositivo, pero esta falta de vigilancia puede generar una dependencia peligrosa. Es importante que seamos conscientes de que el entretenimiento vacío y sin valor no ayuda a los niños a desarrollar habilidades como la paciencia, la atención y la comunicación.
El contenido chatarra digital es tan hueco como la calidad de su producción. Es nuestra responsabilidad como adultos prestar atención a lo que nuestros hijos consumen.
¿Qué están buscando los hijos en el brainrot?
Los niños ahora ya no quieren ver caricaturas más tradicionales, buscan el entretenimiento «rápido» que les ofrecen esas animaciones, pero eso no hace más que arruinar la atención que tendrán en un futuro, sin mencionar que puede afectar negativamente su desarrollo, desde la atención, su vista y su capacidad de socializar, y todo por no dejar de «tralarero tralala» (uno de los videos más populares en redes sociales)
Todo suena mal, pero no por eso está perdido, siempre pueden estar al pendiente de lo que sus hijos están viendo o escuchando, simplemente se pueden acercar y preguntar sobre estos videos y qué es lo que ven de emocionante en ellos, además de tratar de buscar actividades lejos de las pantallas.
