¿Quieren saber el secreto detrás de esas fotos de comida que las hacen salivar? No es magia, es food styling, un arte que se encarga de que cada platillo se vea irresistiblemente perfecto en una imagen.

Muchos creen que solo es cocinar y servir, pero va mucho más allá. Los profesionales de esta área, los food stylists, transforman la comida en una obra de arte visual, usando técnicas que van desde lo ingenioso hasta lo inesperado.

Lo que el food styling hace por tu foto

En entrevista con Martha Debayle, Barbara Sanders, Food Stylist y Mariele Eroza, Chef, nos dieron una cátedra de cómo se logra la perfección en la fotografía de alimentos. Aquí un resumen de los tips más importantes, ¡con la esencia que nos encanta!

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El arte de la falsificación (creativa)

Adiós a la comida real: A veces, los ingredientes reales simplemente no aguantan las luces del set. Por eso, los food stylists recurren a sustitutos. En lugar de tapiocas cocidas, usan bolitas de gelatina o fondant. El helado se reemplaza por puré de papa o manteca vegetal teñida. ¿Y la crema batida? Espuma de afeitar. ¡Así, la forma, el brillo y el color se mantienen intactos!

Fijación extrema: Para que los ingredientes no se muevan, se hunden o se deslicen, se fijan estratégicamente. Los M&M’s «volando» se pegan uno a uno en una estructura de acrílico. Los camarones del ramen «flotan» con ayuda de hilos de pescar y alambre. Todo para congelar el movimiento en un solo instante.

Líquidos con personalidad: La clave es el control. Para que el milk tea se vea «veteado» al caer, se usan jeringas y mezclas con grenetina para espesarlo. ¿La salsa de los tacos? También se espesa con maicena para que mantenga su forma y no se escurra del plato.

El toque final que lo cambia todo

Brillo, ¡por favor! La comida que se ve seca no es apetitosa. Los food stylists son expertos en el arte del brillo. Ingredientes como la tapioca, los camarones o la carne se barnizan con mezclas de agua y glicerina, o simplemente con aceite vegetal, para que se vean jugosos y frescos.

Iluminación es todo: La luz lo es todo en la fotografía. Los pros prefieren la luz lateral suave o la retroiluminación para acentuar texturas y brillos. Y para que los colores resalten, optan por fondos neutros que no distraigan.

Efectos especiales en el set: El humo del ramen no es vapor, es incienso o un vaporizador portátil. Para los líquidos que se ven fríos, se usan hielos de acrílico. Y si hay que replicar un diseño de empaque, como el del cereal, el nivel de detalle llega a lo quirúrgico, con la colocación manual de cada hojuela.

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¿Cómo pueden convertirse en un food stylist?

Convertirse en un food stylist no es un camino lineal, pero es una carrera fascinante que combina la creatividad con la técnica. Aquí todo lo que tienen que hacer:

• Aprende a cocinar (y a no cocinar): Es fundamental tener conocimientos de cocina. Deben saber cómo se comportan los ingredientes. Sin embargo, como vimos, a veces la meta es que la comida no se comporte como tal. Por ello, necesitan desarrollar un set de habilidades especiales: conocer qué ingredientes falsos usar, cómo mantenerlos en su lugar, y cómo hacer que todo se vea impecable por horas bajo las luces.
• Estudien fotografía y dirección de arte: Un food stylist trabaja de la mano con el fotógrafo. Es esencial entender conceptos como la luz, la composición, los ángulos y el color para poder colaborar de forma efectiva y visualizar el resultado final. Muchos food stylists estudian fotografía, diseño gráfico o arte para complementar sus habilidades.
• Monten un portafolio de impacto: La mejor manera de demostrar el talento es con un portafolio robusto. Empiecen a practicar con tus propios platillos, experimenta con las técnicas que les contamos y contraten a un fotógrafo (o aprendan ustedes mismas) para crear imágenes de alta calidad. Su portafolio debe mostrar versatilidad, desde bebidas y postres hasta platos salados y elaborados.
• Networking es clave: Vayan a eventos de fotografía, contacten a fotógrafos de comida, agencias de publicidad o marcas de alimentos. Ofrezcan sus servicios, aunque sea para un proyecto pequeño al principio, para ir ganando experiencia y expandir tu red de contactos.
• Prepárense para la acción (y el caos): Un set de fotos es un entorno dinámico y, a veces, caótico. Deben ser rápidas, resolutivas y estar listas para improvisar. Como en la anécdota de las papas hasselback, a veces toca «rescatar» un montaje de la basura y rehacerlo bajo presión. La paciencia, la precisión y la habilidad para trabajar bajo presión son cualidades indispensables.

¿Listas para que su comida sea la estrella de la foto? El food styling es una carrera que permite ser creativa, ingeniosa y, sobre todo, hacer que el mundo se antoje con cada imagen.