Hoy vamos a leer cómo pasar de desear un “año mágico” a diseñar un año nuevo planeado, consciente y lleno de resultados con Julieta Manzano.
Cuando llega el Año Nuevo muchos sueñan con tener nuevos y mejores hábitos… pero la verdadera transformación viene de reinventarnos y hacer corte de caja. Los propósitos no fallan por falta de ganas, sino por falta de sistemas que eliminen los malos hábitos.
TEST: ¿Tus propósitos fallan por falta de ganas o por falta de sistemas?
Instrucciones: Este test revela si tus propósitos se caen porque no quieres… o porque no tienes un sistema que los sostenga. Un sistema es una acción pequeña, repetible y casi automática que evita depender de la fuerza de voluntad.
Lee cada situación y escribe el sistema que la resolvería. Piensa en soluciones concretas, simples y que puedas repetir sin drama. Nada de “ser más constante”. Hablamos de diseñar tu entorno para que trabaje a tu favor.
- Orden en la alacena
Sistema: ______________________________ - Vincular tuppers y sus tapas
Sistema: ______________________________ - Ordenar accesorios
Sistema: ______________________________ - Pierdo la llave del coche / boleto de estacionamiento
Sistema: ______________________________ - Preparar mi tesis
Sistema: ______________________________ - Mejorar mi inglés
Sistema: ______________________________
¿Cómo evaluar tus respuestas?
Cada respuesta se evalúa con esta escala:
- 3 puntos: Sistema sólido: Acción concreta, fácil de repetir, con un procedimiento claro.
Ejemplo: “Los tuppers siempre se guardan armados (tapa + contenedor). Si uno no tiene pareja en 30 días, se tira”. - 2 puntos: Sistema incompleto: Tiene buena intención, pero es abstracto o poco operable.
Ejemplo: “Organizar mejor la alacena”. - 1 punto: No es sistema: es deseo: No propone una acción concreta; solo expresa intención o frustración.
Ejemplo: “Tengo que ponerme las pilas”, “Soy muy desordenada”, “Necesito hacerlo”.
Puntuación final
Suma tus puntos. El total posible es 18.
15–18 puntos: Eres arquitecta de sistemas.
Tienes mentalidad de piloto automático: diseñas procesos que te sostienen incluso en días malos. Tu vida interna ya funciona como una casa inteligente. Sigue ajustando y afinando.
10–14 puntos: Tus sistemas están, pero cojean.
Tienes claridad y ganas, pero varios de tus procesos siguen dependiendo de tu voluntad. Esto es como tener buenas tuberías pero sin sellar. Con un par de ajustes, tu vida se vuelve infinitamente más ligera.
6–9 puntos: Tienes buenas intenciones, pero cero infraestructura.
Tus propósitos están en modo “wishlist”. No hablan mal de ti: hablan de que estás construyendo sin planos. Necesitas convertir tus ideas en pasos, horarios, reglas y rituales mecánicos.
0–5 puntos: Vives a puro impulso heroico.
Nada está sistematizado. Tu vida es básicamente improvisación jazz. Fascinante, sí… pero agotadora. La buena noticia: aquí tienes el mayor retorno de inversión. El primer sistema que instales te cambia los días completos.
De año nuevo «mágico» a un año nuevo diseñado
Alrededor del 9% de las personas que hacen propósitos de Año Nuevo los cumplen.
El resto se queda a medias o abandona en las primeras semanas (Journal of Clinical Psychology, University of Scranton). Joe Dispenza y Brian Tracy hablan mucho de la importancia de la visualización y la actitud positiva
Una gran parte de nuestra vida diaria está gobernada por hábitos, no por decisiones conscientes (Journal of Personality and Social Psychology, Duke University). Nuevas metas implican nuevas conexiones neuronales que al madurar generan nuevos hábitos, gracias a la propiedad elástica del cerebro. Necesitas un año con dirección, hábitos ascendentes y disciplina amable contigo.
Hoy no vamos a hablar de “propósitos mágicos”, vamos a hablar de: Hacer un buen corte de caja del año y replantear objetivos de forma realista.
¿Qué es «hacer corte de caja» del año?
Hacer corte de caja es mirarte como si fueras una empresa: con números, con datos, pero también con humanidad.
En palabras simples:
- Ver qué sí funcionó, ver qué ya no hace sentido
- decidir dónde SÍ vas a meter tu energía el siguiente año, dejando MUY claro las prioridades (aportadores máximos a tú felicidad/Bienestar)
Para hacerlo más digerible, pensemos en unas cuantas áreas a mejorar y no en una docena:
Ejemplos:
- Chamba
- Dinero
- Salud (física y emocional).
- Relaciones y vida personal (pareja, familia, amistades, hobbies).
La idea no es hacerlo perfecto, sino darte un espacio honesto para preguntar:
“¿Qué de este año quiero repetir… y qué ya no?” Un dato clave: tu vida la mandan tus hábitos, no tus buenos deseos. La psicología del hábito nos dice que alrededor de 40–60% de lo que hacemos cada día es automático: hábitos, rutinas, cosas que hacemos casi en piloto automático (Journal of Personality and Social Psychology, Duke University). Eso significa que:
- No vives tu año con base en tus propósitos de enero.
- Vives tu año con base en lo que haces casi sin pensar, todos los días.(de ahí lo vital de pasar de deseo a tarea a hábito)…Y otro dato importante: formar un nuevo hábito no toma 21 días (ese es un mito muy popular).
Investigaciones sobre formación de hábitos encuentran un promedio cercano a 66 días para que una conducta nueva se vuelva relativamente automática; a veces menos, a veces mucho más, según la persona y el tipo de hábito (University College London).
Traducción: No estás fallando, NO porque “no sirvas” o estés “chafa”. Estás intentando cambiar un año entero con pura fuerza de voluntad y sin respetar cómo funciona el cerebro y el hábito. Pocos objetivos, pero muy claros y hábitos “chiquitos” pero sostenidos.
Reinvención real: no es cambiar de vida de un día para otro. Cuando hablamos de “reinvención” suena a:
- Renuncio a todo
- Me mudo de país
- Nuevo cuerpo, nueva mente, nuevo trabajo, nueva pareja… para el 15 de enero.
Eso no es reinvención, eso es fantasía… y mucha presión.
Reinventarte, en la vida real, se ve más así:
- Dejo de hacer una cosa que me drena para meter otra que me ayuda.
- Pongo límites nuevos y reorganizo mis prioridades.
- La idea de que pequeñas mejoras constantes (por ejemplo, un 1% diario) pueden generar cambios enormes con el tiempo se ha popularizado mucho en el trabajo sobre hábitos y mejora continua (James Clear, Atomic Habits). No necesitas un año espectacular, necesitas un año consistente.
Movimientos para cerrar bien el año y arrancar el siguiente
En lugar de mil pasos, vamos con 5 movimientos claros.
Movimiento 1: Corte de caja express. Toma una hoja o tu app de notas y responde, sin pensar tanto:
- 3 cosas que SÍ logré este año (aunque parezcan pequeñas).
- 3 cosas que me hubiera gustado avanzar más.
- 3 aprendizajes que me quiero llevar (cosas que ya no quiero repetir o que descubrí que sí me funcionan).
Con esto cambias el discurso de “no hice nada” por un panorama más realista.
Movimiento 2: Decide qué cerrar antes de que acabe el año. En lugar de “quiero cerrar bien el año” (que no significa nada), elige máximo 3 cierres concretos, por ejemplo:
- Un pago que te dé paz (aunque no saldes toda la deuda).
- Un trámite que llevas pateando: cita médica, banco, documentación.
- Un espacio físico que, si lo ordenas, te despeja la cabeza: clóset, escritorio, papeles.
- Una conversación pendiente que se pueda tener con respeto y límites.
Piensa: “Si hago estas 3 cosas antes de que termine el año, sentiré que cerré con dignidad, no perfecto, pero bien.”
Movimiento 3: Elige 3 áreas con prioridad para el siguiente año. No podemos cambiar toda la vida al mismo tiempo. Elige solo TRES áreas prioridad para el siguiente año, por ejemplo:
- Salud, Dinero, Trabajo, Casa, Relaciones, Desarrollo personal
Menos áreas = más foco = más probabilidad de avance real.
Movimiento 4: Un objetivo claro y un hábito mínimo por área ¿Qué quiero lograr en 12 meses? (objetivo claro) ¿Y cuál es el hábito mínimo que, si lo repito, me acerca a eso? Ejemplos:
- Área: Dinero–Objetivo: “Reducir mi deuda de tarjeta en un 30% para fin de año.” o Hábito mínimo: “Revisar mis gastos 10 minutos cada domingo y mover aunque sea 200 pesos fijos a la deuda el día de pago.”
- Área: Trabajo / chamba en casa- Objetivo: “Sentirme menos saturada en el día a día.” o Hábito mínimo: “Todos los días, antes de dormir, escribir las tareas clave del día siguiente.”
La clave es que el hábito mínimo se pueda hacer incluso en un mal día. Si solo funciona cuando “todo está perfecto”, no es hábito, es fantasía.
Movimiento 5: Poner fecha y revisar, no solo “tener ganas”. La diferencia entre un deseo y un plan es el calendario.
Mete tus hábitos mínimos en días y horarios específicos de enero y febrero.
- ¿Qué sí hice?
- ¿Qué no?
- ¿Qué necesito ajustar?
La investigación sobre metas muestra que no solo importa definirlas, sino también darles seguimiento: monitorear avances aumenta de forma significativa la probabilidad de cumplirlas (revisión de estudios sobre establecimiento de metas, American Psychological Association), agenda tento la actividad como su medición como el reconocimiento.
Especialista: Julieta Manzano. 30 años de experiencia en Recursos Humanos con Maestría en el ITAM y en Ashridge, Londres. Es responsable de nuevos negocios, negociaciones comerciales y desarrollo de nuevos productos en Mercer México. Conferencista y autora del libro «Street Smart. ¿Cómo descifrar el líder que puedes ser?».
TW y LinkedIn: @julietamanzano / FB, IG: @julietamanzanooficial / WEB: julietamanzano.com / Teléfono para conferencias: 55-4571-1852