¿Qué destruye una relación?: ¿El silencio de hielo?, ¿la falta de lana?, ¿la familia que se mete? … Puede que sí, pero también hay algo que podría hacer mucho daño y literal podría matar sus relaciones de pareja.
La desilusión en la pareja es una de esas palabras que nos hiela la sangre, ¿no? Suena a fracaso, a que algo que habíamos construido con tanto esmero se ha derrumbado. Pero, ¿y si les decimos que la desilusión no es el fin, sino el verdadero principio de una relación? Esa idealización que se rompe no es una pérdida, es un regalo. Es la oportunidad de dejar de amar a una fantasía para amar a una persona de carne y hueso.
Cuando el velo de la desilusión en la pareja cae
Todos, en algún momento, hemos idealizado a nuestra pareja. Los vemos como la última Coca-Cola del desierto, un ser perfecto sin fallas. Pero la realidad siempre alcanza a la fantasía. Y ese es el momento de la verdad. No es que la persona haya cambiado, es que la máscara de la perfección que le pusimos, se ha caído.
La experta en relaciones de la Universidad de Columbia, Baya Voce, explica que esta fase de desilusión es una prueba de fuego. Es cuando la pareja se empieza a mostrar tal como es, con sus manías, sus defectos, sus particularidades. Y esta es la gran pregunta: ¿estás enamorada de la persona real o solo de la imagen que te creaste de ella?
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¿Decepción o crecimiento?
La desilusión en la pareja no es un fallo en la relación, sino una evolución natural. Es el momento en que se deja atrás la luna de miel y se empieza a construir un vínculo real. Es cierto que puede ser incómodo, que puede haber momentos de duda y hasta de tristeza, pero es la oportunidad de ver si la relación tiene bases sólidas.
Observa a tu pareja con curiosidad, no con un juicio severo. Explora esos rasgos que antes ignorabas. En esta etapa, los conflictos, el estrés o los cambios de vida pueden ser un catalizador. En lugar de alejarlos, pueden unirlos si deciden trabajar juntos, con honestidad y sin miedos.
¿Qué hacer cuando te topas con la verdad?
1. No justifiques lo injustificable: Hay una línea delgada entre aceptar las imperfecciones y normalizar comportamientos tóxicos o abusivos. Si te das cuenta de que lo que te molesta es la falta de respeto, el maltrato o la manipulación, entonces la desilusión es una señal clara de que necesitas salir de ahí. Tu bienestar es primero.
2. Conversen: Hablen sobre lo que sienten. Si la desilusión es mutua, pueden encontrar un nuevo camino. Es momento de ser vulnerables, de mostrarse tal cual son y de aceptar que el otro también tiene sus propios miedos y verdades.
3. Dale una oportunidad, no una rendición: Nadie es perfecto. Quizá tu pareja no sea la fantasía que te imaginaste, pero puede ser una persona increíble, leal y con quien puedes construir algo valioso. Dale la oportunidad de mostrarte su verdadero ser y, sobre todo, dale la oportunidad de que tú también te muestres.
Al final, las parejas que superan la desilusión son las que construyen un vínculo de resiliencia y entendimiento auténtico. Dejan atrás la falsedad de la idealización para cimentar una relación honesta y genuina. Es un camino duro, pero el resultado vale la pena.
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