Un día tristísimo para el mundo del cine y es que hoy Diane Keaton murió a los 79 años y es momento de hablar de esta gran mujer que marcó a varias generaciones con sus personajes.
En la mañana del 11 de octubre se anunció la noticia de la muerte de la icónica actriz, directora y productora, Diane Keaton, que murió en su casa de California.
Diane Keaton murió a los 79 años
La familia de Diane Keaton, cuyos trabajos marcaron generaciones con títulos como: El Padrino, Annie Hall y Something’s Gotta Give (¡esa película es un must!), ha confirmado la triste noticia, solicitando total privacidad en este momento.
Y es que se va una de las grandes, una mujer que nos enseñó que la autenticidad y el estilo propio son la verdadera clave del éxito. Keaton no solo fue una actriz, fue un ícono de la moda en los años 70 por su particular forma de vestir y una artista que nunca temió mostrar su vulnerabilidad y talento en pantalla.
Un legado que va más allá de un Óscar
Recordemos, que Diane Keaton, nacida como Diane Hall en Los Ángeles en 1946, nos regaló una carrera cinematográfica de más de cinco décadas, sembrada de éxitos y personajes inolvidables.
Si pensamos en su legado, es imposible no mencionar su papel como Kay Adams Corleone en la icónica trilogía de El Padrino, que la llevó a la cima, incluso desde su debut importante en 1972. Sin embargo, fueron sus colaboraciones constantes con Woody Allen las que la catapultaron como la actriz cómica y dramática que todas amamos.
Su interpretación de la neurótica pero adorable Annie Hall en la cinta homónima de 1977 no solo le dio un Premio Óscar a la Mejor Actriz, un Globo de Oro y un BAFTA, sino que también consolidó una estética tomboy y sofisticada que sigue siendo referente.
Su talento no se limitó a la comedia. Keaton también nos conmovió con papeles dramáticos por los que recibió nominaciones al Óscar, como en Reds (1981), Looking for Mr. Goodbar (1977), que, por cierto, la convirtió en un sex symbol, La habitación de Marvin (1996) y, más recientemente, la fabulosa Something’s Gotta Give (2003), por la que también se llevó otro Globo de Oro. Además, es la actriz con más películas en la lista de las 100 mejores del American Film Institute, junto con Faye Dunaway y Katharine Hepburn. ¡Eso es un logro monumental, cuentahabientes!
Más allá de la pantalla: una mujer en sus propios términos
Diane Keaton fue mucho más que sus películas; fue una mujer que vivió su vida bajo sus propias reglas, algo que siempre hemos celebrado en este espacio.
Sus amores icónicos: Estuvo sentimentalmente relacionada con hombres talentosos como Woody Allen, Warren Beatty y Al Pacino, con quien tuvo una historia de amor que duró más de 15 años. A pesar de esas grandes pasiones, nunca se casó. En sus propias palabras, se consideraba a sí misma como una «bicho raro» y estaba «realmente contenta» de no haberse casado, llegando a confesar que le resultaba difícil el compromiso.
Su camino a la maternidad: Cuando ya había cumplido los 50 años, Diane optó por la maternidad en solitario, adoptando a sus dos hijos: Dexter (nacido en 1996) y Duke (nacido en 2001). Un recordatorio de que ser madre no tiene fecha de caducidad y se puede hacer sin necesidad de tener una pareja.
Talentos ocultos (o no tan ocultos): Además de la actuación, Keaton era una reconocida fotógrafa, directora de televisión y cine (debutó como realizadora en 1987 con Heaven) y una cantante ocasional. También era una fanática de las redes sociales, compartiendo con frecuencia reflexiones y momentos de su vida en Instagram. De hecho, sorprendió a todos al aparecer en 2021 en el videoclip «Ghost» de Justin Bieber.
El ícono atemporal
Keaton, cuyo nombre real al nacer era Diane Hall, tuvo que cambiarse el apellido porque ya existía una artista registrada con ese nombre. Eligió el apellido de soltera de su madre: Keaton. Una mujer que desde sus inicios demostró que para brillar, a veces hay que reinventarse y honrar de dónde vienes.
Su estilo, esa mezcla perfecta de lo masculino con un toque femenino, sus cuellos de tortuga, sus sombreros y su actitud desenfadada, la convirtieron en una musa para diseñadores y para millones de mujeres.
La partida de Diane Keaton nos deja un vacío enorme, pero también un legado de valentía, autenticidad y la convicción de que la edad es solo un número. Ella siguió activa hasta el final, protagonizando películas y demostrando que el talento no tiene fecha de caducidad.
Es momento de rendirle homenaje viendo cualquiera de sus obras maestras y de recordar sus palabras: «Sin actuar yo hubiera sido un bicho raro. Envejecer no me ha hecho más sabia».