¿Existe una razón además del resentimiento por la que los hijos se alejan? Al parecer sí y una experta en relaciones de pareja nos cuenta ¡Todo!
Las fricciones con los padres son parte de la vida. Discusiones, choques de personalidad o diferencias de opinión son inevitables, pero lo que estamos viendo hoy es una tendencia mucho más preocupante: hijos que toman distancia de sus padres, no para sanar, sino como una forma de control o, peor aún, de escape. ¿Hasta qué punto los hijos se alejan por salud mental y hasta qué punto por rencor?
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Romper el lazo con los padres no es sanar
La terapeuta Tania the Herbalist, a través de su cuenta de Instagram, nos invita a preguntarnos sobre una idea muy seria. Parece que vivimos en una época donde los medios nos incitan a buscar lo malo en el exterior, en lugar de mirar hacia adentro. Esto, que puede ser útil en ciertos contextos, se ha vuelto una especie de excusa para cortar con las personas que nos criaron.
La respuesta actual a los problemas parece ser siempre “corta con lo que te lastimó”, un punto de vista que, en su esencia, puede ser inmaduro y hasta ingrato. Como bien señala Tania: “Padres siendo culpados por todo e hijos adultos convencidos de que el crecimiento es buscar defectos en las personas que los criaron”. Esta forma de «sanación» es, en realidad, un camino directo hacia el aislamiento.
La verdadera sanación es aceptar nuestros problemas, no culpar a los demás
Las redes sociales, las terapias de moda y un sinfín de tendencias nos han convencido de que nuestros problemas son siempre culpa de alguien más. Hemos llegado a un punto donde es más fácil señalar a quienes nos han apoyado toda la vida que aceptar que nosotros también tenemos nuestras propias fallas.
Madurar implica entender que nadie es perfecto. Pero hay una enorme diferencia entre ver a sus padres como seres humanos con errores y someterlos a un microscopio en busca de defectos para excusar sus propios fracasos. Señalar con el dedo a quienes los han cuidado toda la vida no es justicia, es simplemente una forma de evadir la responsabilidad.
Los padres los aman, las redes sociales ¡no!
Las redes sociales pueden animarlos a señalar y a huir de sus padres, pero la realidad es que (al menos que tengan unos padres malísimos) son una buena red de apoyo que siempre estará ahí para ustedes. La mejor manera de honrar esa conexión es recordar todo lo bueno que han hecho, los sacrificios que han realizado y el amor incondicional que siempre ha estado presente.
Es importante súper analizar lo que está pasando en casa y evitar caer en la trampa de “cortar”. Esta narrativa solo busca que olviden lo positivo para mantenerlos en un estado de enojo constante. Como dice Tania: “La gente enojada es fácil de controlar”. No dejen que los controlen; acepten que la verdadera ayuda no los alejaría de un lazo tan maravilloso como el de sus padres.
¿Qué opinan de esta tendencia? ¿Creen que el resentimiento hacia los padres es una moda o una necesidad genuina?
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