¿Qué podemos hacer para cuidar la comida y qué sí y qué no va en el refrigerador? Aquí les vamos a contar para que no tiren comida y se alimenten bien. 

A nivel mundial, del total de alimentos desperdiciados en 2022, el 60% se desechó en los hogares, el 28% en los restaurantes y el 12% en comercios pequeños (tiendas y puestitos). Por eso les vamos a dar unos tips para cuidar la comida. 

¿Por qué se desperdicia tanta comida?

Según el informe «Alimentos: oportunidades y desafíos en la cadena de valor» de la consultora mexicana de investigación Kolibri, de los 31 millones de toneladas de comida que se pierden o desperdician anualmente en el país, aproximadamente 11 millones provienen de los hogares mexicanos. Esto significa que alrededor del 35% del desperdicio de alimentos en México ocurre en los hogares.

Cada mexicano desperdicia en promedio 94 kg de comida al año, un 27% más que el promedio global de 74 kg . El valor estimado del desperdicio alimentario en México es de 25 mil millones de dólares anuales, equivalente al 2.5% del PIB nacional.

Este desperdicio genera aproximadamente 36 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, equivalente a las emisiones de 15.7 millones de automóviles.

La Central de Abastos de la Ciudad de México, uno de los principales centros de distribución, llegó a generar hasta 565 toneladas diarias de residuos orgánicos en 2024, aunque programas gubernamentales han logrado reducir esta cifra a 428 toneladas por día.

En 2022, se generaron 1,050 millones de toneladas de desperdicios alimentarios a nivel mundial, lo que equivale a 132 kg por persona y aproximadamente una quinta parte de todos los alimentos disponibles para el consumo humano.

El desperdicio de alimentos a nivel mundial representa una pérdida económica de aproximadamente 1 billón de dólares anuales. El desperdicio de alimentos es responsable de aproximadamente el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

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Reglas generales de higiene en alimentos

Mantén el refrigerador a 4 °C o menos, y el congelador a -18 °C: Estas temperaturas inhiben el crecimiento de bacterias peligrosas como Salmonella y Listeria. Por encima de 4 °C, los alimentos perecederos pueden desarrollar microorganismos que causan intoxicaciones alimentarias.

No sobrecargues el refrigerador para permitir una buena circulación del aire: El aire frío debe circular libremente para mantener una temperatura uniforme. Si está lleno a tope, hay zonas que no se enfrían bien, lo que puede provocar que ciertos alimentos se deterioren más rápido o se contaminen.

Coloca alimentos cocidos arriba y los crudos (especialmente carnes) abajo: Para evitar la contaminación cruzada: si colocas carne cruda arriba, sus jugos pueden gotear sobre alimentos listos para comer, transmitiendo bacterias peligrosas.

Etiqueta y pon fecha a todos los alimentos almacenados: Esto ayuda a llevar un control del tiempo que han estado almacenados y a evitar consumir productos caducos o descompuestos. También facilita la organización y evita desperdicio.

Aplica el principio PEPS (Primero en entrar, primero en salir): Este método asegura que se utilicen primero los productos más antiguos antes de que caduquen, evitando desperdicio y posibles riesgos por consumir alimentos vencidos.

Limpia el refrigerador una vez al mes con agua caliente y vinagre: El vinagre es un desinfectante natural que ayuda a eliminar bacterias, moho y malos olores. La limpieza frecuente evita acumulación de suciedad y contaminación de alimentos.

No pongas alimentos calientes directamente al refri: déjalos entibiar antes: Introducir alimentos calientes eleva la temperatura interna del refrigerador, lo que puede comprometer la seguridad del resto de los productos. Además, favorece la condensación y el crecimiento bacteriano.

Usa envases herméticos para guardar sobras o alimentos abiertos: Los envases herméticos evitan la contaminación cruzada, la pérdida de humedad y la absorción de olores. También protegen los alimentos de bacterias del ambiente del refrigerador.

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¡Aguas con el pollo y carnes crudas!

• No laves el pollo crudo: esparce bacterias por salpicaduras.
• Guárdalo en recipientes con tapa en la parte inferior del refrigerador.
• Evita recongelar carne cruda una vez descongelada.
• Descongela siempre dentro del refrigerador o en microondas.
• Usa tablas de picar diferentes para carne y verduras.
• Limpia cuchillos y superficies con agua caliente y jabón después de usarlos con carne cruda.

¡Cuidado con las carnes rojas! 

• Congela en porciones pequeñas para facilitar su uso posterior.
• Evita el uso de bandejas de unicel para almacenamiento prolongado.
• Si la carne huele mal o tiene textura viscosa, deséchala.
• Usa bolsas o recipientes herméticos con fecha de congelación.
• No almacenes carnes sobre alimentos listos para comer.

¡Cuídense de los lácteos y huevos!

• Guarda lácteos en los estantes del refrigerador, no en la puerta.
• No consumas leche que haya permanecido más de 2 horas fuera del refrigerador.
• Revisa que los huevos no estén agrietados antes de guardarlos.
• No laves los huevos antes de guardarlos: la cáscara tiene una protección natural.
• Usa quesos y yogures pronto tras abrirlos, y manténlos bien tapados.
• Limpia los derrames de leche de inmediato para evitar malos olores.

Tips para guardar y cuidar los huevos en casa

No los laves antes de refrigerarlos. La cáscara tiene una capa protectora natural (cutícula). Si los lavas, esa protección se va y pueden entrar bacterias.

Guárdalos en su empaque original (el cartón)
Así están protegidos de golpes y no absorben olores fuertes de otros alimentos, ya que la cáscara es porosa.

Evita la puerta del refri. Esa zona tiene cambios de temperatura constantes. Guárdalos en el interior del refrigerador, donde la temperatura es más estable.

Haz la prueba del agua para saber si están frescos.

Llena un vaso con agua:

• Si se va al fondo y se queda acostado = fresco.
• Si flota ligeramente = no tan fresco, pero aún comestible (usalo para hornear o cocer).
• Si flota por completo = ya no sirve. Deséchalo.

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¿Cómo se deben de guardar las verduras?

Estas son algunos tips que tienen que seguir para cuidar la comida y obviamente ponerlo en práctica.

Frutas y verduras que van en el refrigerador

• Espinacas, acelgas, lechugas y otras hojas verdes: en bolsas perforadas o recipientes con papel absorbente.
• Brócoli, coliflor y zanahorias: en bolsas perforadas o en cajones especiales.
• Uvas, fresas, arándanos y moras: sin lavar, en recipiente con tapa y papel absorbente.
• Manzanas y peras: lejos de otros productos sensibles al etileno.
• Champiñones: en bolsa de papel, no de plástico.
• Hierbas frescas: como un ramo en agua o envueltas en papel húmedo dentro de una bolsa.

Frutas y verduras que van en la alacena

• Plátanos, mangos y papayas: a temperatura ambiente para madurar correctamente.
• Tomates: nunca refrigerados, pierden sabor y textura.
• Cebolla y ajo: en lugar fresco, seco y ventilado; lejos de papas.
• Papas y camotes: en cajas de cartón o bolsas de papel, oscuras y frescas.
• Aguacates: fuera del refri hasta que estén maduros (luego sí pueden refrigerarse).
• Frutas con hueso (duraznos, ciruelas): a temperatura ambiente hasta madurar.

Consejos adicionales para frutas y verduras

• No laves las frutas y verduras antes de guardarlas. Hazlo justo antes de consumirlas.
• Revisa los cajones del refri cada semana y retira productos en mal estado.
• No mezcles frutas que emiten etileno (manzanas, plátanos) con verduras sensibles (lechuga, espinaca).
• Agrupa por tipo (frutas con frutas, verduras con verduras) para evitar maduraciones innecesarias.
• Usa bolsas de tela o contenedores reutilizables para mejor conservación y cero desperdicio.

Almacenamiento de granos semillas y harinas en climas calurosos 

• Usa frascos o envases herméticos de vidrio, acero o plástico grueso con buen sello.
• Evita almacenarlos en bolsas delgadas o abiertas: atraen insectos como gorgojos.
• Guárdalos en lugares frescos, secos y oscuros; lejos de fuentes de calor (estufa, horno, luz directa).
• No compres grandes cantidades si no tienes un lugar fresco para almacenarlos.
• Si vives en un clima muy húmedo, agrega bolsas antihumedad o una pizca de sal en un saquito de tela dentro del frasco.
• Limpia la alacena cada mes y revisa que no haya señales de humedad o plagas.
• Guarda harinas integrales en el refrigerador o congelador para evitar rancidez por sus aceites naturales.
• Las semillas oleaginosas (chía, linaza, ajonjolí, nueces, almendras) deben ir en refrigeración para conservar su frescura.

Qué sí se puede guardar en la puerta del refrigerador

Condimentos comerciales:

• Mostaza
• Cátsup (ketchup)
• Salsas tipo inglesa o de soya
• Mayonesa cerrada o con conservadores
• Mermeladas (con alto contenido de azúcar)

Tienen conservadores o ingredientes que las hacen más estables frente a cambios de temperatura.

Vinagretas y aderezos embotellados

• La mayoría contienen vinagre o limón que actúan como conservadores naturales.

Bebidas embotelladas

• Jugos comerciales pasteurizados
• Refrescos o sodas
• Agua embotellada
• Siempre mejor cerrados y en envases originales.

Mantequilla y margarinas

• Estas grasas se mantienen bien en la puerta si se consumen pronto (una o dos semanas). Para largo plazo, mejor dentro.

Suplementos líquidos o jarabes que indiquen refrigeración después de abrir

• Solo si el etiquetado lo permite. Nunca medicamentos sensibles.

Especialista: Mariana Orozco. Chef, maestra de cocina desde hace 15 años en AMO (Atelier Mariana Orozco) en CDMX, estilista culinaria, creadora de contenido, autora de los libros Cocina mucho, desperdicia poco y ahorra más (ganador del mejor libro de cocina Zero Waste en los Gourmand Awards), Sabor Mexicano: 75 recetas Tradicionales para tu Instant Pot.

IG: @marianaoe_ /  X: @MarianaOE / mail: mariana@marianaoe.com