En una noticia que nadie se esperaba en Hollywood y Nashville por igual, Nicole Kidman y el músico country Keith Urban se han separado tras 19 años de matrimonio.
La pareja, considerada por muchos como un faro de estabilidad en el volátil mundo de las celebridades, ha estado viviendo vidas separadas desde el inicio del verano de 2025, según han confirmado diversas fuentes a medios como People y TMZ.
Nicole Kidman y Keith Urban se divorcian
El matrimonio, que se celebró en junio de 2006, fue el segundo para la australiana tras su mediático divorcio de Tom Cruise, y se convirtió en una de las historias de amor favoritas del showbiz. Juntos, construyeron una familia con sus dos hijas, Sunday Rose (de 17 años) y Faith Margaret (de 14).
La ruptura llega en un momento de intensas agendas para ambos, lo que parece haber pasado una factura irreparable a su relación. Urban, inmerso en su gira «High and Alive» por Estados Unidos y Canadá, y Kidman, que recientemente finalizó la filmación de la secuela de Practical Magic en Inglaterra, han estado distanciados geográficamente, una situación que, según fuentes cercanas, se ha vuelto insostenible. Mientras Kidman se instaló en una lujosa mansión en Londres para su rodaje, Urban se mudó a una nueva residencia en Nashville, lejos de la casa que compartían.
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Pero ¿qué pasó con la relación de Nicole Kidman y Keith Urban?
Si bien la pareja siempre se mostró como un equipo, incluso superando juntos la batalla de Urban contra el abuso de sustancias en los inicios de su matrimonio (con una intervención orquestada por la misma Kidman apenas cuatro meses después de casarse), la distancia y el tiempo han cobrado su precio. A lo largo de los años, los rumores de crisis han sido recurrentes, y aunque siempre se esforzaron por demostrar su compromiso, este reciente periodo de «vidas separadas» ha marcado un punto de no retorno.
De acuerdo con People y TMZ la actriz está mostrando una gran fortaleza, su prioridad absoluta es el bienestar y la estabilidad emocional de sus hijas. Está enfocada en mantener a la familia unida durante este momento difícil, manejando la transición con la mayor discreción posible.
El divorcio de una pareja que ha compartido un proyecto de vida por casi dos décadas es mucho más que la disolución legal; es la pérdida de un universo construido en común, y para Kidman, será la segunda vez que afronte un proceso de esta magnitud ante la mirada pública.
¿Cómo Sobrevivir a una «Cortada, Separada o Divorciada»?
Ante la noticia de una separación de alto perfil como esta, es inevitable que el tema del divorcio y sus complejidades se pongan sobre la mesa. Y es que, ya sea que se trate de celebridades de Hollywood o de la vecina de al lado, una ruptura matrimonial implica una catarsis emocional, legal y financiera.
Y aquí les hemos dado, en diversas ocasiones y particularmente en el podcast con Ana Kudisch, todo lo que tienen que saber sobre el tema del divorcio sin filtros, ofreciendo hacks de supervivencia que resuenan con la cruda realidad de estos procesos y por eso se los vamos a dar en forma de lista:
1. La separación emocional y económica es primero
Antes de la firma, debe haber una separación emocional y económica. Para poder entrar saludablemente a un divorcio, de preferencia tener algún apoyo emocional detrás de nosotros, sea psicólogo o terapeuta. El divorcio es un shock emocional y hay que estar preparado para la pérdida del proyecto de vida en común: las tradiciones familiares, los amigos, los sitios que frecuentaban… Todo cambia. No se trata solo de dejar de querer a la persona, sino de la dolorosa pérdida de lo que se construyó.
2. La ex pareja es «enemigo» hasta que se demuestre lo contrario
Uno de los puntos más tajantes que siempre les decimos en el programa es la necesidad de protegerse legalmente. La abogada Ana Kudisch siempre nos dice que: «no le digas a tu pareja que te quieres divorciar sin antes haberte sentado con tu abogado. ¿La razón? Porque en el momento en que lo anuncias, tu pareja puede empezar a prepararse para «la guerra», ocultando activos y documentos».
En el contexto de una separación como la de Kidman y Urban, con fortunas y bienes multimillonarios de por medio, la asesoría legal es crucial para proteger los intereses de la parte dependiente y, especialmente, de las hijas.
3. El valor de la congruencia y la pensión
Otro aspecto importantísimo que debemos dejar en claro es la congruencia entre el nivel de vida mantenido durante el matrimonio y lo que se pide en el divorcio. Si una de las partes se dedicó al hogar y al cuidado de los hijos, tiene derecho a una pensión por el tiempo que duró la unión, siempre y cuando sea dependiente económica. No se vale «pedir el triple» por enojo, pero tampoco se vale que te digan que «ya no te toca pensión» solo porque se acabó el amor.
Sin embargo, deben de estar conscientes que una de las facturas que todos deben pagar por el divorcio es la pérdida de lujos. Hay que ser realistas: no se puede pretender que la vida post-matrimonio sea igual en términos de gastos y comodidades.
4. Los hijos NO son monedas de cambio
El consejo más enfático y sensible que siempre les damos es sobre los hijos: «No usen a los niños de monedas de cambio y no les metan porquerías en la cabeza». Hablar mal del otro progenitor es un daño profundo e innecesario, pues los niños aman a ambos y no deben estar en medio de un conflicto que no les corresponde.
En el caso de Nicole y Keith, sus dos hijas adolescentes requerirán todo el apoyo para navegar la separación. La recomendación es clara: el manejo de la situación depende de la forma en que se lidie con el divorcio y de la elección de un abogado que busque la negociación y no el pleito permanente.
El fin de un matrimonio, aunque sea el de una estrella de cine, es un proceso que requiere preparación, cabeza fría y apoyo emocional. El cuento de hadas de Kidman y Urban pudo haber terminado, pero la lección es universal: para sobrevivir a una gran ruptura, lo primero es ponerte a ti y a tu bienestar primero. Después de todo, uno no sabe con quién se casó… hasta que se divorcia.
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