Un adolescente no necesita ser popular, necesita estar rodeado de sus padres, amigos sinceros y familia que lo apoye y Marcela Escalera, nuestra experta en psicología, nos va a decir cómo hacerle.

En un mundo donde parecer importa que los hijos sean populares, muchos papás se angustian porque sus hijos no tienen muchos seguidores, porque no fueron invitados a la fiesta o porque su adolescente no “encaja” en el grupo más popular de la escuela.

Respira profundo: tu hijo no necesita ser popular. Te necesita a ti. Necesita tu mirada tranquila, tu validación diaria, tus conversaciones incómodas, tu apoyo incondicional. Necesita saber que, aunque el mundo le dé la espalda un día, en casa tiene un lugar seguro donde vale por quien es, no por cuántos amigos tiene o si está “de moda”.

¿Por qué nos duele tanto que nuestros hijos no encajen?

• Porque a ti también te dolía.
• Porque recuerdas lo que es sentirte invisible, desplazada, burlada.
• Porque inconscientemente, muchas veces queremos que ellos “triunfen” donde nosotros no pudimos.
• Y porque confundimos aceptación social con bienestar emocional, cuando no son lo mismo.

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Un adolescente no necesita ser popular, necesita estar contigo

Valida sus emociones (aunque no entiendas el drama)

“Sí, mi amor. Sé que duele que no te inviten. No estás exagerando. Estoy aquí contigo.” Por qué es importante: Cuando los adultos decimos «no es para tanto», estamos invalidando lo que el niño o adolescente siente. Y eso duele más que el problema original. Validar significa reconocer su emoción como legítima, aunque a ti te parezca “pequeña”.

Tip: Usa tu cuerpo y tu voz. Siéntate a su altura, míralo con atención y escucha sin interrumpir.

Evita decir “ya pasará” o “no es para tanto”

“No sé exactamente cómo te sientes, pero quiero entenderlo. Cuéntame más.” Por qué es importante: Frases como “ya se te pasará” suenan a “no quiero hablar de esto”. En cambio, cuando invitamos al niño a expresarse, aprende que sus emociones son importantes y que puede confiar en ti.

Tip: Haz preguntas abiertas, como “¿qué fue lo que más te dolió?” o “¿qué te hubiera gustado que pasara diferente?”.

Recuérdale que su valor no depende de su número de amigos

“Ser tú ya es suficiente. No tienes que cambiar para que otros te acepten». Por qué es importante: Muchos niños y adolescentes creen que valen lo que sus redes, su grupo o sus likes dicen. Pero su identidad no puede depender de algo tan volátil. Tú puedes reforzar su autoestima día a día.

Tip: Señala sus cualidades no visibles: su sentido del humor, su honestidad, su sensibilidad. Eso construye un autoconcepto más sólido.

Cuida cómo hablas tú de “ser exitoso”

Si en casa hay presión por “quedar bien”, por la imagen o el rendimiento, el niño entiende que lo importante es impresionar, no conectar. Inconscientemente, fomentamos la ansiedad social.

Tip: Cambia frases como “lúcete” por “disfrútalo”; “cae bien” por “sé tú”.

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Enséñale a construir amistades reales, no relaciones estratégicas

“¿Con quién te sientes tú mismo?”, “¿Con quién puedes estar en silencio sin sentirte incómodo?”. Por qué es importante: Muchos chicos creen que tienen que “actuar” para tener amigos. Enseñarles a buscar calidad y no cantidad en sus vínculos es una lección para toda la vida.

Tip: Habla con él/ella sobre la diferencia entre sentirse aceptado y sentirse cómodo. A veces, los vínculos verdaderos son más tranquilos, pero más profundos.

Ayúdalo a desarrollar habilidades sociales, no a fingir

Por qué es importante: La confianza se construye practicando. No se trata de que actúe para agradar, sino de que tenga herramientas para expresarse con claridad, poner límites o resolver conflictos.

Tip: Role-play en casa: juega con él a simular una conversación incómoda, cómo pedir ayuda, o cómo decir “prefiero no ir” sin culpa.

Hazle ver que los grupos cambian

“Las verdaderas conexiones llegan cuando no estás fingiendo ser otra persona». Por qué es importante: En la adolescencia, parecer parte del grupo es todo. Pero los grupos son dinámicos, y lo que hoy duele, mañana pasará. Si logra entender que no tiene que forzar pertenecer, se sentirá más libre.

Tip: Ayúdalo a observar cómo han cambiado sus relaciones a lo largo de los años. Recuérdale que hay muchos “grupos” por descubrir en su camino.

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Busca espacios fuera de la escuela donde pueda florecer

Por qué es importante: A veces, los niños no encajan en su escuela o salón, pero brillan en otras áreas. El problema no es el niño, sino el entorno. Un espacio alternativo puede cambiar toda su percepción de sí mismo.

Tip: Inscríbelo a actividades extracurriculares que respondan a sus intereses reales, no a lo que “debería gustarle”. Allí encontrará gente afín.

Comparte historias tuyas

Por qué es importante: Cuando cuentas tus experiencias, le estás diciendo: “A mí también me dolió. Sobreviví. Aquí estoy para ti”. Lo importante es hablar desde la empatía, no desde la competencia.

Tip: Cuenta anécdotas vulnerables, con final abierto. No todo tiene que tener moraleja. Basta con compartir y decir “te entiendo”.

Sé su refugio, no su juez

Por qué es importante: Tu hijo necesita un lugar donde no tenga que “actuar”. Que su casa sea ese refugio donde puede llorar, equivocarse y recargar fuerzas. Eso fortalece el vínculo y la confianza.

Tip: Observa tu lenguaje corporal y tu tono de voz. ¿Eres más juez que aliado? ¿Más corrector que acompañante? Recuerda: lo que necesita no es que lo arregles, sino que lo sostengas.

Especialista: Marcela Escalera. Psicóloga Clínica, Directora del Instituto Neufeld Español y Coordinadora del Diplomado Crianza con Vínculo.

IG Y FB: @marcelaescaleraoficial / WEB: marcelaescalera.com / Whatsapp: 55 61 88 72 78