Para todos los que son súper curiosos y les encanta saber, les tengo una historia de terror. Hace poco me fui de vacaciones con mis amigos, y ya saben, nos la pasamos comiendo que si sushi, mariscos, y todo muy bien. Pero resulta que en una de esas, estábamos todos en la alberca y uno de ellos dice: es que me siento fatal del estómago, me tengo que salir.
Y es que, a ver, ¿quién no ha salido de vacaciones y ha tenido diarrea o inflamación tremenda, por decir alguno que otro malestar digestivo? Este amigo, se sale de la alberca, empieza a correr hacia el baño por la urgencia, se resbala, se cae y no les quiero contar el accidente.
Entonces, platiqué con Ana Teresa Abreu, gastroenteróloga, gastrofisióloga, y miembro latinoamericano de la Asociación Científica Internacional para Probióticos y Prebióticos (ISAPP). Y me decía que cuando viajamos a veces sucede un cambio por la latitud, por el simple hecho de salir de casa, provocando la antes conocida como “venganza de Moctezuma», o diarrea del viajero. Y lo que acontece es que cambian su comida y, con esto, alteran los microorganismos que tienen en la panza, abriéndole la puerta a que algunos alimentos provoquen malestares digestivos.
Ahora, Ana contaba que en los casos en los que viajamos y hay un desfase en nuestros horarios, también altera nuestro ritmo circadiano, que es el encargado de regular el sueño y la digestión. Por esto, la microbiota se ve en juego al no respetar los horarios de comida y de idas al baño que venimos manejando.
Entonces, para esos casos en los que se desatan malestares digestivos en el viajero, o una alteración infecciosa por virus y bacterias o lo que sea, es que pasa la disbiosis, que es cuando tenemos un desequilibrio en tu microbiota y los síntomas pueden incluir distensión, dolor, inflamación o diarrea.
Así que Ana me explicaba que una forma de hacerle frente es equilibrando a la microbiota o al ecosistema intestinal, que ojo, eso no queda con dieta y ya, sino que pueden mejorar la salud de su panza con probióticos, como los de Enterogermina. Tiene Bacillus clausii, que son Inteli-esporas, y cuentan con cuatro cepas SIN, O/C, T y NR, que han sido científicamente desarrolladas para nivelar el desorden que pudiera haber por cualquiera de estas situaciones infecciosas.
Estos microorganismos ayudan a modular el pH del intestino creando una barrera protectora y ayudan a producir sustancias benéficas como la vitamina B2 y producen su propio antibiótico llamado clausina.
Ana platicaba que se deben tomar todos los días una ampolleta de 4 billones de esporas directamente de la botellita. Y en caso de que vayan a salir de viaje pueden usarlas para que esos momentos inesperados no les dén en la torre o si tienen una diarrea infecciosa, complementar su tratamiento con esta. “Así que ya saben, lo mejor que pueden hacer es tener siempre Enterogermina a la mano para que cuando estas cosas les pasen, sepan cómo solucionarlo y cuiden siempre su microbiota para prevenir y aliviar malestares digestivos.» Por si les urge tenerlo en su botiquín lo pueden conseguir en Amazon y en cualquier farmacia. Y by the way, les tenemos una sorpresa para todos los que tienen una Alexa, vayan y pregúntenle: “Alexa, va a pasar” y descubran la alegría que tenemos para ustedes.
Así que para tener una buena microbiota es fundamental comer balanceadamente, dormir bien, hacer ejercicio, evitar todo lo procesado y prevenir con los probióticos de Enterogermina.
Legales: Enterogermina F.F, Suspensión, Reg. No 544M2003 SSA VI. Si persisten las molestias, consulte a su médico, lea las instrucciones de uso. Permiso de publicidad No. 243300201B3977