Hace unos días estaba jugando con Octavia en el jardín, y pensé en todas las mascotas que tenemos en casa y en lo importante que es cuidarlas de la infinidad de enfermedades que existen. Y lo más relevante: hacerlo desde que son cachorros. Justo en ese momento recordé el podcast Mascotas SOS, donde el Dr. Ernesto Ávila, director de la Clínica Veterinaria del Bosque, habló de una de las enfermedades más temidas en cachorros: el moquillo canino.

Ernesto explicó que el moquillo es una infección polifacética, es decir, que no se queda en un solo lugar: puede atacar vías respiratorias, ojos, piel, sistema digestivo y hasta el sistema nervioso. Los síntomas van desde fiebre, secreciones, vómitos y diarrea, hasta parálisis, convulsiones y el famoso “masticador de chicle”, cuando el cachorro mueve la mandíbula como si masticara algo, aunque no tenga nada en la boca. Y lo más fuerte es que en muchos casos puede ser mortal.

Lo más fuerte es que la prevención es mucho más efectiva que cualquier tratamiento. Como siempre les digo: si creen que prevenir es caro, imagínense lo que cuesta curarlos. Una vacunación a tiempo, un programa de refuerzos supervisado por el veterinario y una historia clínica completa pueden marcar la diferencia entre la vida y la pérdida de un cachorro.

El virus del moquillo no solo afecta a perros, también puede enfermar a mapaches, leones y otras especies. Así que controlarlo en nuestras mascotas es clave para la salud en general. Ahora, ojo: existe una alternativa en las vacunas que se llama: vacunas recombinantes que se les ponen a los perros, entre las 7 y 8 semanas de edad, y la siguiente dosis, tres semanas después hasta que el veterinario lo considere necesario. Ernesto recomendó RECOMBITEK®, que utiliza viruela del canario como vector o acarreador de ciertas proteínas del virus de moquillo para estimular el sistema inmune de tu cachorro sin exponerlo al virus completo. Combinada con los refuerzos adecuados, es la mejor manera de protegerlo contra esta enfermedad que casi siempre resulta mortal. Porque, como bien dijo Ernesto: “la prevención es un acto de amor”.

Y no se trata solo de vacunas: la alimentación, la higiene y el ejercicio son igual de importantes. Un cachorro con buena alimentación y cuidados integrales tiene muchas más probabilidades de crecer fuerte, feliz y de superar cualquier enfermedad.

Así que ya lo saben, cuentahabientes: si tienen un cachorro, apuéstenle a las vacunas, a la prevención y a las visitas regulares al veterinario. Es la mejor inversión para disfrutar de muchos años de amor y compañía junto a ellos.

Consulta al médico veterinario. Su venta requiere receta médica.
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