El otro día, alguien en la oficina me platicó que su gato empezó a tomar muchísima agua y a hacer pipí más seguido de lo normal. Ella pensaba: “Seguro es el calor”. Pues no. Resultó que tenía un problema en los riñones.
Y ¿saben cómo se enteró? Porque escuchó el episodio de Mascotas SOS, donde Ernesto Ávila, director de la Clínica Veterinaria del Bosque, junto con la Dra. María Fernanda Ávila Olivera, especialista en medicina interna felina, explicaron algo que les va a volar la cabeza: 8 de cada 10 gatos mayores de 8 años tienen enfermedad renal crónica. Y lo más grave es que, casi siempre, la detectamos demasiado tarde.
Las red flags que hay que tener en la mira son:
- Que tomen más agua de lo normal.
- Que bajen de peso sin razón aparente.
- Que vomiten seguido.
- Que su pelo se vea opaco y sin brillo.
Por eso es indispensable llevarlos al veterinario, hacerles análisis de sangre y orina, medirles la presión… y no esperar a que sea demasiado tarde. Ahora, no se trata de tirar la toalla cuando les dicen que su gato tiene este problema renal, sino que hay formas de ayudarlo. Por ejemplo, hay tratamientos que ayudan a la función renal y a mejorar su calidad de vida como Semintra, una solución oral que usan los veterinarios para controlar la presión arterial y bajarle a la pérdida de proteínas en la pipí, dos cosas que aceleran el deterioro de los riñones. Y es que al regular todo esto, evitan que avance la enfermedad mientras que le da una mejor calidad de vida a sus gatos.
Y la joya de la corona, es que Semintra está pensando en las necesidades de los gatos, porque no solo es seguro, sino que también es fácil de dárselos, eso sí, Ernesto y María Fernanda dijeron que siempre debe usarse bajo prescripción y supervisión, porque cada gato es distinto y necesita un plan personalizado. Así que si quieren conocer más de Semintra, acérquense con su veterinario de confianza.
Y les digo algo: la prevención empieza en casa. Pongan fuentes de agua para mantenerlos hidratados, incluyan alimento húmedo en su dieta, elijan croquetas de calidad y eviten improvisar con comida casera o cruda.
Porque cuidar los riñones de su gato no es un lujo ni un detalle menor: es un acto de amor. Ellos dependen al 100% de nosotros para vivir sanos, felices y acompañándonos por muchos años más.


