Ya saben que uno de mis lugares favoritos del mundo mundial es la Riviera Maya, porque el mar es espectacular, el clima es divino, es toda una experiencia pasar unos días de vacación y desconectarse de todo.

También saben que todo lo que voy descubriendo por la vida y me parece espectacular, siempre se los comparto, y acabo de pasar unos días in-cre-í-bles en La Casa de la Playa, un hotel boutique solo para adultos, que se funde entre la selva maya y el mar del caribe mexicano. Déjenme les cuento que La Casa de la Playa abrió sus puertas en diciembre de 2021 con un concepto de lujo sostenible que ofrece experiencias únicas, exclusivas y sobre todo de acuerdo a lo que te gusta hacer, ya sea un viaje para relajarte y olvidarte de todo, o de aventura con acceso a actividades que solo los huéspedes de este hotel pueden vivir.

Desde que llegué me quedé sorprendida con la vista del lobby que da hacía el mar, no les puedo explicar lo que es ver eso y mejor todavía cuando llegué a mi habitación. Una suite de escándalo, decorada con arte mexicano, pero con alberca, tina de hidromasaje de piedra volcánica, terrazas, servicio de mayordomo 24/7 y una vista que no van a dar crédito.

Claro que en cuanto llegué corrí a meterme a la alberca, que de verdad es otra cosa espectacular de La Casa de la Playa, una alberca de 40 metros de largo, que la hace única, porque literal está sobre el mar y pareciera que se funden en una sola imagen, que no saben cómo la disfrute. Todos los espacios y experiencias de esta joya de hotel, se diseñaron para detonar historias que tengan impacto en el huésped, su mundo y el entorno.

Y claro que no hay una gran vacación si no hay comida espectacular, tuve la oportunidad de comer en el restaurante Tuch de Luna, dentro del hotel, que está comandado por la gran Martha Ortiz, una de las chefs más reconocidas a nivel mundial. Es que no les puedo explicar las delicias, todas creaciones hechas por Martha, basadas en el arte, la ciencia y la cocina femenina, toda una experiencia. Como a este hotel llegan personas de todas partes del mundo qué mejor que ofrecerles diferentes tipos de comidas de nuestro país, y porque en la playa siempre se antojan los mariscos, “ESTERO” comandado por el Chef Virgilio Martínez es la opción. Virgilio encabeza la lista de los 50 mejores chefs de Latinoamérica y su toque es la fusión de las gastronomías de México y Perú. Y en “LUMBRE y CENTLI” de los Chefs Rodrigo, Daniel y Patricio Rivera-Río encontrarán los sabores del noroeste de México, todo es delicioso.

La joya de la corona para mi que soy gran fan de los masajes y una obsesiva de buscar siempre los mejores, se los digo en serio, en mi vida me han dado un masaje tan delicioso como el que recibí en “MULUK SPA”, otra gran experiencia que tienen que vivir sí o sí.

Pero eso no es todo, así como hay sin fin de experiencias dentro del hotel como la biblioteca frente al mar Caribe, una mezcalería y tequilería con degustación; la Cava con una exclusiva selección de vinos por la sommelier Sandra Fernández y para los chocolate lovers una chocolatería con delicias creadas por el reconocido chocolatero Mao Montiel, abierta 24/7, ¿qué tan cool está eso?

También tienen experiencias exclusivas fuera del hotel que solo sus huéspedes pueden vivir, como ceremonias espirituales en la caleta de Xel-Há, y algo que me pareció espectacular y mágico, es que pueden conocer todo el behind del show México Espectacular de Xcaret porque lo viven tan de cerca que es algo inigualable, para finalizar esta aventura con una cena por la chef Martha Ortiz en el Gran Tlachco, también el tour de espeleología en Xplor o la cena privada en el cenote río azul que tuve con Spiderman, no saben lo increíble y deli.

Como siempre se los digo, el diablo está en los detalles y en La Casa de la Playa cuidan de todos y cada uno de ellos, en cada rincón del hotel hay un balance entre estética y ética conservando el ecosistema y los paisajes naturales.

Sin duda La Casa de la Playa es el mejor hotel boutique de México para disfrutar de sus próximas vacaciones, por su ubicación, arquitectura, servicio, experiencias a la medida y alta gastronomía. Acuérdense que de eso va la vida, de producirla y buscar cómo crear momentos y experiencias increíbles, porque si no es ahora cuándo.