Ustedes saben que mi obligación con ustedes es descubrir cosas nuevas, probarlas, y luego contarles todo lo que descubrí. Bueno, pues hace unos días escuchaba uno de mis podcasts favoritos: Bendita Nutrición con Bea Boullosa y Nicolás Mier y Terán, y no saben cómo me voló la cabeza.
El episodio se llama “Superalimentos: ¿Mitos o realidades?”, y explicaban que hay ciertos alimentos que realmente pueden ayudarles a tener más energía, mejor digestión, piel más glowy y hasta mejor humor.
¿Qué son exactamente los superalimentos?
Bea y Nico decían algo que me encantó: los superalimentos no son una moda ni magia. Son alimentos con una concentración altísima de nutrientes, antioxidantes y vitaminas que benefician al cuerpo de forma real. Pueden ser cosas tan exóticas como el matcha, o tan cotidianas como las lentejas o el ajo y esto está avalado por la ciencia.
Por ejemplo, la cúrcuma, base de la famosa “leche dorada”, tiene un efecto antiinflamatorio brutal. Y el té verde o matcha, que los japoneses toman desde hace siglos, está lleno de antioxidantes que mejoran la concentración y protegen las células.
Y ojo, no hay que complicarse: pueden tomar su matcha por la mañana o una bebida de cúrcuma con leche vegetal por la tarde. Son rituales chiquitos con un impacto enorme en cómo se sienten.
Superalimentos que seguro ya tienen en casa
No necesitan comprar nada imposible. Muchos de los superalimentos más poderosos están en su cocina:
- Aguacate, con grasas buenas para el corazón y la piel.
- Salmón y sardinas, llenos de omega 3 que desinflaman (y, según Bea, hasta ayudan a que les dure más el bótox).
- Leguminosas: frijoles, garbanzos, lentejas, con fibra y proteína vegetal.
- Ajo, que mejora la circulación y fortalece el sistema inmune.
- Cacao, antioxidante natural que mejora el ánimo.
Lo más poderoso es la combinación. Un pan de granos enteros con aguacate, salmón y arúgula, acompañado de jugo verde o té matcha, es el tipo de desayuno que las hará sentir imparables.
Cómo integrarlos sin morir en el intento
Otra cosa que dijeron Bea y Nico, que me encantó, es que comer bien no tiene que ser complicado ni aburrido. Pueden usar superalimentos en polvo, como los green blends o mezclas de hojas verdes, y solo diluirlos en agua o añadirlos a sus jugos o smoothies. También hay combinaciones de chía con linaza, perfectas para licuados, yogures o avenas.
Y si no tienen tiempo de cocinar, hay opciones listas para usar como: té verde, jengibre en cápsulas, espirulina o kombucha. Todos disponibles en el área San Pablo Natural en San Pablo Farmacia y además tienen una app espectacular para pedir lo que sea que necesiten, sin salir de casa.
“No es magia, es nutrición inteligente”
A ver, algo que quiero dejar claro es que los superalimentos no son pócimas que nos van a salvar la vida, no los van a curar de enfermedades (eso solo los doctores), pero sí van a sumar calidad a su vida. Entonces, si los combinan con sueño reparador, buena hidratación, movimiento diario y menos estrés, van a notar resultados reales: menos inflamación, mejor digestión y más claridad mental.
Por último, hay un punto que me encantó: cuidar la variedad. No se trata de comer salmón todos los días, sino de rotar los superalimentos para nutrir también su microbiota intestinal. Un día sardinas, otro día chía, otro cacao.
Y claro, siempre con supervisión si tienen algún padecimiento. Si les diagnosticaron reflujo, colon irritable o alguna alergia alimenticia, consulten a su médico o nutriólogo antes de hacer cambios drásticos, ya saben que no hay nada como cuidarse en todos los aspectos sin caer en soluciones mágicas.