Cuentahabientes, este día del niño, invité a mi querido Juan Pablo Arredondo, por les vamos a decir cuáles son los mejores regalos que le pueden dar a sus hijos, y spoiler alert, ¡no son juguetes!
Uno de los satisfactores más importantes que podemos tener como padres, es una sonrisa de nuestros hijos. Una de las vías más rápidas que podemos utilizar para lograrlo es comprarles cosas.
Como padres nos causa ilusión ver a nuestros hijos abriendo un regalo sorpresa, y este deseo proviene de diferentes partes:
- Una, por la simple satisfacción de darles.
- Un intento personal de llenar nuestras propias carencias que quizá tuvimos a través de ellos.
- Cuando no corresponden al comportamiento o la actitud que tienen.
- Otra razón muy común se le llaman mecanismos compensatorios.
¿Qué implicaciones puede tener?
Podemos estar fomentando conductas egoístas, individualistas y desconsideradas, como si fueran merecedores de todo.
- Que crezcan bajo una premisa de condicionalidad.
- Niños apáticos, exigentes que no les dan valor a las cosas.
- Limite su creatividad y su falta de interés
- Aprenden a conseguir de maneras inapropiadas.
- Su tolerancia a la frustración se verá mermada.
- Se pueden volver exigentes y a la vez inconformes.
- Llegan a reaccionar de manera agresiva cuando los regalos no son suficientes para él.
- Dejan de valorar y disfrutar aquello que si tienen.
¿Cómo podemos darnos cuenta si ya estamos excedidos en los presentes que les hacemos llegar a nuestros hijos? Pues existen varios indicadores que nos los podrían señalar.
- Si nuestros hijos tienen más juguetes o cosas materiales de las que usan.
- Si muestran inconformidad en lugar de agrado al recibir lo que les damos.
- Si su nivel de exigencia y demanda hacia lo que quieren, se muestra de manera reiterativa, dándote cuenta de que, la ganancia es la satisfacción inmediata y no el regalo en sí mismo.
- Cuando tu hijo suele obtener lo que desea a través de berrinches y pataletas.
- Cuando te esté condicionando comportamientos a cambio de que le compres cosas.
- Cuando el agrado que muestra ante lo que le compras es momentáneo.
- Cuando recibas comentarios del exterior de que le das demasiadas cosas a tu hijo. En este sentido los demás pueden darse cuenta fácilmente, aunque tú no.
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5 regalos sin envoltura que les puedes dar
Tiempo de calidad
Ejemplo: Un paseo solos tú y tu hijo/a, sin celulares, sin prisas. Ver una película juntos, cocinar algo que le guste o simplemente sentarse a platicar.
Por qué importa: En un mundo tan acelerado, este tipo de presencia es escasa y profundamente valorada. Los niños no siempre recuerdan los juguetes, pero sí los momentos.
Escucha activa
Ejemplo: Sentarte a escuchar lo que piensa, lo que siente, sin corregir o minimizar. Hacerle preguntas y validar sus emociones.
Por qué importa: A los niños también se les rompe el corazón. Que sientan que tienen un espacio seguro para expresarse fortalece su autoestima.
Un valor que puedan llevar para siempre
Ejemplo: Enseñarle sobre la gratitud con una actividad: escribir juntos cartas de agradecimiento o hacer una pequeña acción solidaria.
Por qué importa: Los valores no se enseñan con sermones, sino con vivencias. Un regalo intangible que forma carácter.
Un ritual familiar
Ejemplo: Crear una tradición especial del 30 de abril: un desayuno en pijama, una carta escrita cada año, una “caja del tiempo” con recuerdos.
Por qué importa: Los rituales familiares crean identidad y pertenencia. Son los hilos invisibles que tejen la memoria emocional de la infancia. Los van a recordar mucho más que a un juguete.
Palabras que afirmen su ser, no su hacer
Ejemplo: Decirle: “Me encanta cómo eres”, “Eres un niño generoso”, “Tu forma de ver el mundo me inspira”.
Por qué importa: Muchos niños crecen creyendo que su valor depende de lo que logran o cómo se portan. Que sepan que los amas por ser, no por hacer, es un regalo eterno.
Este 30 de abril vale la pena recordar que los niños no necesitan más objetos, sino experiencias que fortalezcan su desarrollo emocional. Tiempo de calidad, escucha activa, validación emocional y rutinas positivas son regalos que impactan directamente en su autoestima, seguridad y bienestar a largo plazo. No se trata de sustituir el juego, sino de enriquecerlo con presencia y conexión real.
Especialista: Psic. Juan Pablo Arredondo. Psicólogo Familiar con más de 35 años de experiencia en el trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Autor de 6 libros enfocados a la psicología. Director de la Clínica Psicológica Juan Pablo Arredondo.
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