Para quienes viven obsesionadas con la flacidez de sus brazos, o los gordos, o el ala de murciélago, o la falta de forma, viene el Dr. Abel de la Peña para decirnos ¿qué podemos hacer con la flacidez de los brazos?
Los brazos son un estigma de juventud especialmente cuando los músculos están delineados por lo que hombres y mujeres trabajan intensamente para mantener la menor cantidad de grasa y que los músculos subyacentes se delineen.
Con la genética y un proceso llamado sarcopenia la grasa aumenta y el músculo disminuye dejando el brazo suelto y flácido.
La sarcopenia es la pérdida de la masa muscular y ocupar el espacio con grasa. El brazo pierde fuerza y gana volumen a partir de la grasa que es un problema que tiene origen en la edad, los cambios hormonales, la falta de ejercicio, la mala alimentación y por supuesto la genética.
Aunque no hay posibilidad de cambiar la genética y se puede hacer poco sobre los cambios hormonales, el resto de las causas sí son tratables con cambios en el estilo de vida.
Si se tiene una gran cantidad de grasa, una lipoescultura es capaz de solucionar el problema en la juventud, y si el problema continúa se requiere tecnología para contraer la piel como la lipoescultura con láser y ahora con el plasma.
Esta nueva tecnología permite aumentar la temperatura en microsegundos hasta 60 grados centígrados y enfriar con helio y de esta manera la piel se contrae con más intensidad que ninguna otra tecnología. Los tratamientos actuales para tratar sarcopenia en los brazos van encaminados a:
La braquioplastía permite eliminar el exceso de piel y la grasa acumulada en la parte superior de los brazos. La piel de esta área tiene varios problemas; es sumamente fina, tiene poca elasticidad y no es precisamente vulnerable al ejercicio.
Por tanto, la última alternativa disponible para corregir la flacidez de esta área es la braquioplastía, con la cual se elimina el exceso de piel y de grasa para restaurar la forma del brazo.
Esta cirugía tiene varias modalidades las cuales se diferencian de acuerdo al tipo de incisión que se realice. La selección del tipo de incisión dependerá de la cantidad del exceso de piel y grasa acumulada que tenga el paciente.
Hay que tomar en cuenta que el largo de la incisión es proporcional a la cantidad de piel suelta que haya. Es decir, mientras más piel suelta más larga será la incisión.
Existen tres tipos de técnicas (incisiones) para tratar el área superior de los brazos. La selección de la técnica dependerá del paciente y su diagnóstico.
Tipo 1: Se realiza en pacientes con muy poca flacidez de la piel, pero con cierta acumulación de grasa. En estos casos se realiza una lipoescultura del área, a través de pequeñas incisiones, para eliminar depósitos de grasa y de esta forma reducir sutilmente el grueso del brazo. Este procedimiento se usa en pacientes más jóvenes que todavía poseen buena capacidad de elasticidad, lo que permite que la piel se recoja después de que la grasa se haya eliminado.
Tipo 2: Se realiza en candidatos con piel suelta, la cual se elimina y recoge por medio de una incisión corta que se esconde debajo de la axila. Usualmente, también se realiza una lipoescultura para terminar de moldear el brazo.
Tipo 3: Se lleva a cabo en personas con casos más severos de piel suelta o flácida. Una incisión longitudinal se extiende desde la axila hasta el codo para eliminar el exceso de piel. Esta incisión se puede localizar en la parte interna o posterior del brazo. La localización se determina entre el médico y el paciente durante la evaluación preoperatoria.
Un buen candidato tiene exceso de piel significativo en la parte superior de los brazos. La mayoría de las quejas por parte de los pacientes son que necesitan utilizar camisas más grandes para acomodar el exceso de piel o que no se sienten cómodos al usar ropa sin mangas.
En qué consiste el procedimiento
Primero se lleva a cabo una evaluación. El paciente se entrevista con el doctor para repasar los pormenores del procedimiento, la selección de la anestesia y aclarar sus dudas.
Se habla del tipo de incisión y se establecen claramente las expectativas, la braquioplastía comúnmente se realiza con anestesia general.
Durante el procedimiento se retira el exceso de piel usando una disección delicada para evitar lastimar los vasos y nervios del brazo.
En los casos que conllevan liposucción, pequeñas cánulas se utilizan para aspirar la grasa. En la mayoría de los casos se colocan drenajes para eliminar fluidos que se podrían acumular debajo de la piel. Los tejidos se cierran en capas con suturas delicadas y absorbibles.
La cirugía puede tomar entre dos a cinco horas, según la complejidad del caso. Al final se colocan vendajes para crear compresión en el área y controlar la inflamación. Los drenajes se retiran de uno a tres días después de la cirugía.
Los resultados de la cirugía son casi inmediatos; sin embargo, debemos tener presente lo siguiente para contribuir a un mejor resultado:
Otros datos importantes
El tiempo requerido para reincorporarse al trabajo es de una a dos semanas, según lo extensa que sea la cirugía. Para entonces, ya se han quitado todas las suturas y la inflamación primaria ha disminuido.
Los primeros días, después de cirugía, se puede experimentar inflamación, moretones, dolor moderado, adormecimiento del área y poca flexibilidad, la cual se irá recuperando poco a poco. Otros eventos pocos probables incluyen: la cicatrización gruesa (hipertrófica), la infección, el seroma (acumulación de líquido) y la posibilidad de daños a tejidos internos o nervios.