Sigamos con la reconstrucción cuentahabientes, invité a nuestra terapeuta en descodificación biológica para todos los que quieran terminar el 2023 diciendo: ¡soy un poquito mejor que el del año pasado!
¡Acuérdense que para eso tenemos que empezar hoy y no estar aplazando nuestros cambios de hábitos! Ponerse manos a la obra para mejorar implica dejar ir todo aquello que ya no suma en tu vida y asumir que a veces eso duele.
Algunos leen un libro y otros van a terapia y al final se consigue un cierto equilibrio, muchas veces desconocido, que se produce al salir de la zona de confort.
Porque te has acostumbrado a todo, se repiten los mismos problemas, porque te aburres, porque te peleas con las personas o con la vida, porque no eres creativo, porque haces lo mismo y te quejas del resultado, te inquieta o preocupa la calidad de tus actividades y tus resultados, no sientes emoción o mayor reto con tus tareas diarias.
Salir de la zona de confort produce al principio cierta incomodidad, genera nervios, sientes miedo, te cuestionas si podrás y cuando esa sensación te invade, vas por el buen camino, porque estás creciendo.
Escucha a tu cuerpo, él tiene todas las respuestas ante tu “inconformidad emocional”:
La repetición hará que tu cerebro consolide este hábito (acción, pensamiento o emoción), ya que los impulsos eléctricos continuamente transitarán por la conexión neuronal que lo comanda, fortaleciéndola.
La Descodificación biológica pone atención al resultado para ver cuál es el origen del problema. Si duermes pocas o muchas horas o no consigues levantarte feliz a la mañana se supone que es debido a que has vivido algo que te ha desestabilizado. A esa situación que ha provocado estrés se le denomina conflicto biológico y puede ser vivido en tu existencia actual o como repetición de cualquier otro momento histórico o biográfico.
Despertar depende de cómo te has ido a dormir, de las preocupaciones, angustias, miedos, malestares de la noche anterior, de las horas dormidas, de la hora de acostarse, de los estímulos que hemos dado al cerebro antes de dormir, de la nutrición y el ejercicio.
Pones el despertador, lo apagas y te quedas en la cama: le informas al cerebro que has fracasado en la primera acción del día y este interpreta: soy un perdedor, nunca consigo nada.
Te quedas en la cama y postergas levantarte: sientes que no puedes gestionar lo que tienes delante. En estos casos podría estar afectándose la glándula tiroides.
Despiertas y piensas en algo del pasado: por lo general en un problema por lo que la amígdala cerebral detecta peligro y se pone en alerta.
Amaneces enojado/a: porque crees no tener un buen lugar, un sitio de respeto por ejemplo en la vida o en el trabajo y te retroalimentas de enemigos imaginarios.
Despertarse y salir a las carreras sin tener conciencia del estado: no escuchas ni a tu cuerpo ni a tu mente. No vives en el presente.
Generar un hábito distinto se consigue a partir de estimular una conducta con una emoción que te sea agradable. Lo que consigues un día se multiplica al siguiente y vas sumando triunfos:
Tomar un vaso de agua cada día con algo diferente como agua con limón, agua con bicarbonato, con una pizca de sal, con trozos de fruta, con chía, con canela, etc. Hidratarse es básico porque somos un 80% de agua.
Levántate con tiempo suficiente para poder hacer unos estiramientos, ponte música para moverte, bañarte, desayunar frutas, verduras y nada de carbohidratos procesados (donas, galletas, pan) y menos productos procesados (con glutamato monosódico).
Para dormir bien deja 2-3 horas antes de irte a dormir las pantallas. La glándula pineal no puede trabajar con luz y menos brillante. Acuéstate las 7-8 hs que se necesita para lograr la recuperación de los tejidos. Come 2-3 horas antes de irte a dormir.
Cuando vayas a acostarte recuerda agradecer 3 cosas de ese día. 3 cosas distintas cada día en las que des las gracias por una experiencia nueva.
Haz actividad física que exija o genere un gasto de energía. Tiene importantes beneficios para nuestra salud, también mental, como la prevención o reducción de síntomas y conflictos biológicos, así como la mejora de la calidad de vida y del bienestar, entre otros.
Sensación de vergüenza: muchas personas rechazan la actividad física porque se sienten ridículos practicándola. Normalmente, el origen de esta sensación se encuentra en algún comentario que nos hicieron mientras practicamos deporte y que se nos ha quedado marcado en nuestro inconsciente.
Miedo a no estar a la altura: este sentimiento, que también está relacionado con la desvalorización, nos mantiene en constante comparación con los demás, dejándonos con la sensación de que no somos suficientemente buenos o que no vamos a ser capaces de lograrlo.
En este punto, es importante señalar que, desde la Descodificación Biológica, el resultado que se obtiene es lo que el inconsciente quiere; es decir, lo que nuestro cuerpo y nuestra biología necesita.
¿Y esto qué significa? Que también debemos aprender a hacer ejercicio y a acostumbrar a nuestro cuerpo a ello y esto aplica para todos los hábitos.
Fuente: Angeles Wolder Helling, Fisioterapeuta, Antropóloga y Psicóloga. Directora del Instituto Angeles Wolder, terapeuta en Descodificación Biológica y Constelaciones familiares. Autora de los libros, “El arte de escuchar el cuerpo”, “El reflejo de las emociones y hambre emocional: sana tu sobrepeso con la Descodificación Biológica”
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