Se estima que el síndrome de Asperger, afecta a siete de cada mil niños y niñas en el mundo. Los países con más casos por cada 10,000 niños con Asperger son: Qatar, Arabia Saudí, Afganistán, Canadá y Japón (Fuente Statista)
De acuerdo a la Secretaría de Salud, en México, aproximadamente 120 mil personas viven con esta condición; la mitad de ellas llega a la edad adulta sin diagnóstico. En 1944 el pediatra austriaco Hans Asperger definió este síndrome en un grupo de niñas y niños con capacidad intelectual normal, pero con problemas en destrezas sociales, emocionales y de comunicación, además de conductas e intereses inusuales
En 1981, Lorna Wing, psiquiatra británica, le dio el nombre de síndrome de Asperger. Los criterios para este síndrome se incluyeron por primera vez en 1994 en el DSM-4 (Manual Diagnóstico de Enfermedades Mentales), y en su última edición en 2012 se eliminó como un trastorno aislado y se incluyó dentro del Trastorno del Espectro Autista.
El Síndrome de Asperger forma parte de los trastornos del espectro autista. Los pacientes con Asperger, no tienen un retraso del lenguaje significativo o de desarrollo cognoscitivo.
No hay alteraciones cerebrales ni en electroencefalograma que lo puedan identificar, el diagnóstico es clínico y hecho por un profesional médico experto en el tema. El tamizaje, diagnóstico y tratamiento es difícil por la variedad de manifestaciones clínicas. Puede haber un retraso en el diagnóstico e intervención, llegando a diagnosticarse hasta los 11 años o en edad adulta, esto puede traer problemas de depresión y baja calidad de vida.
Es una condición que se caracteriza por problemas en la comunicación social y conductas e intereses restringidos y estereotipados, por ejemplo: Les cuesta hacer amigos o mantener relaciones interpersonales, no les gusta mucho salir o convivir, también hay personas que solo hablan de un tema:
Tienen interacciones sociales no regulares, por ejemplo: no te saluda de mano si se la das y puede explicarte por mucho tiempo el por qué considera “raro” dar la mano.
En niños podríamos pensar que hablan como adultos o con demasiada propiedad y estructura, respecto a su comunicación verbal o no verbal: No entienden entonaciones o intenciones, por ejemplo si te ven triste no te van a preguntar qué tienes, por que no pueden verlo solo con tu expresión facial, además tienen comportamientos extraños como movimientos irregulares.
Las dos principales diferencias son: el asperger tiene una ausencia de criterios en el dominio de comunicación, el Asperger no requiere que sus síntomas inicien antes de los 3 años de edad.
Cuando eras niño:
En la actualidad:
Cabe mencionar que si necesitas un diagnóstico más acertado deberás de acudir a un especialista.
FUENTE: Antonio Rizzoli, Especialista en neurología pediátrica, maestro y doctor en ciencias, fundador de la especialidad de pediatría del desarrollo. Contáctalo a través de WA en Consultorio Col del Valle: 5543375783 // IG: @arizzolic // TW: @tonorizzoli // FB: Dr. Antonio Rizzoli