¿Mi relación terminó, pero mi pareja como si nada?

¿Cómo saber si mi relación terminó pero mi pareja no se da ni cuenta? Mario Guerra les va a explicar qué es lo que tienen que hacer.

¿Mi relación terminó, pero mi pareja como si nada? Si están pasando por esto, Mario Guerra, les va a dar paz para que no se les agobie esto.

Es cuando, en una relación de pareja, una persona reconoce y quiere hablar sobre los problemas para solucionar y la otra persona evade, evita o minimiza la situación. Este comportamiento puede manifestarse en evasivas, negaciones rotundas o en ciclos de promesas incumplidas, agravados por actitudes egoístas o narcisistas.

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¿Mi relación terminó, pero mi pareja como si nada?

Responde con honestidad a cada una de estas 8 preguntas con SÍ, NO o A VECES.

¿Tu pareja cambia de tema o hace bromas cuando intentas hablar de problemas serios en la relación?

¿Tu pareja responde de manera superficial cuando discutes problemas o cómo te sientes? Cosas como “Todo va a estar bien” o “Estás exagerando”

¿Tu pareja parece comprometerse a hacer cambios o buscar ayuda, pero no hay seguimiento real o mejoras visibles con el tiempo?

¿Se le pasan discutiendo repetidamente sobre los mismos problemas sin llegar a una resolución?

¿Tu pareja parece indiferente o minimiza tus sentimientos y necesidades?

¿Tu pareja reacciona defensivamente y te culpa o desvía la responsabilidad cuando intentas hablar de problemas?

¿Te sientes solo o incomprendido en tu relación?

¿Tu pareja hace promesas para calmar las situaciones pero luego no las cumple?

Los resultados

Suma tus puntos para sacar  el resultado: “SÍ” vale 0, “A veces vale” 1 y «NO” vale 2 puntos.

0 – 4 puntos: Mira, parece que no están tan mal. O al menos así lo percibes tú.

5 – 10 puntos: No están tan peor, pero tampoco tan bien. Tienen que hablar porque esto puede empeorar sin que se den cuenta.

11 – 16 puntos: No vamos a decir que están en el hoyo, pero nada más porque no lo vamos a decir. Y es que estando aquí las señales ya están y son fuertes. Les urge hablar pero en serio y además hacer algo, antes de que lo único que puedan hacer es tronar la relación.

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¿Por qué si arreglar las cosas hace la vida más feliz, hay quien se resiste? 

• Evitación del conflicto: Muchas personas evitan el conflicto porque se sienten atacadas,
  no saben cómo resolver el problema, o les hace sentir culpables o rechazados a nivel inconsciente.
• Influencias de la crianza: Quienes crecieron en ambientes donde se evitaban los problemas o se enfrentaban con conflictos, tienden a replicar estos comportamientos en sus propias relaciones.
• Falta de habilidades de comunicación: La incapacidad para expresar pensamientos y sentimientos de manera efectiva puede hacer que sea difícil manejar y responder a las preocupaciones de la pareja.
• Supuesta comodidad: Algunos prefieren mantener el status quo, aun cuando no sea ideal, porque cambiar implica esfuerzo y enfrentar realidades incómodas. Piensan que ignorar los problemas evitará que empeoren.
• Autoengaño: Algunas personas realmente creen que no existe ningún problema, reprimiendo sus preocupaciones para evitar la confrontación, siguiendo el principio de «ojos que no ven, corazón que no siente».
• Franca indiferencia: La falta de interés genuino en mejorar la relación puede ser resultado de desgaste emocional o desinterés en las necesidades del otro, lo cual a menudo refleja falta de empatía y egoísmo.

Pues yo sí siento que las cosas están bien y a mi pareja nomás le gusta hacerla de tos por cualquier cosa.

 Mira, no es imposible que esto tenga algo de verdad, pero con sus matices. Analicemos:

• Diferencias en la sensibilidad y en la necesidad de comunicación: Si tu pareja es más expresiva y tú más reservado, es posible que no te guste sacar los trapos al sol porque no sabes como lavarlos.
• Momento inoportuno: Llegar cansado del trabajo y enfrentar quejas puede hacer que percibas que tu pareja exagera. Sin embargo, si nunca encuentras un momento adecuado para hablar, podrías estar evitando los problemas.
• Expectativas diferentes: Lo que es satisfactorio para ti, puede no serlo para tu pareja, y esto puede llevar a que le percibas como alguien quejumbroso
• Historial de preocupaciones menores: Si tu pareja tiende a preocuparse por detalles realmente menores, podría indicar un proceso ansioso que necesita atención.

A pesar de estas diferencias, tienes que reconocer que las constantes quejas de tu pareja pueden tener bases sólidas:

• Falta de escucha activa: Quizás escuchas, pero no comprendes profundamente lo que tu pareja intenta comunicar, lo que puede llevar a frustraciones.
  • Ya te lo decía tu mamá: “Te entra por un oído y te sale por el otro”
• Acumulación de frustraciones: Lo que parece menor puede ser el resultado de problemas acumulados que no han sido tratados adecuadamente. La gota que derrama el vaso.
• Necesidades emocionales insatisfechas: Si las necesidades emocionales de tu pareja no están completamente satisfechas, esto puede hacerla más sensible a problemas aparentemente menores.

Y si eres de los que dice: “Ese es su problema”, es hora de recordar la importancia de:

• La responsabilidad afectiva: Desligarse de las emociones o necesidades de tu pareja significa ignorar tu rol como su apoyo. En una relación saludable hay que reconocer y validar las emociones del otro, estar dispuesto a escuchar y trabajar juntos para encontrar soluciones.

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¿Qué pasa cuando uno evade o niega de manera sistemática?

La cosa no pinta para bueno:

• Adiós confianza: Cuando uno constantemente niega o evade, puede hacer que el otro sienta que no puede confiar en su pareja para enfrentar desafíos juntos. Y si no puedo confiar en ti, ¿qué hago aquí?
• Hola resentimiento: Esto puede resultar en amargura y un deterioro gradual del amor y la buena voluntad en la relación.
• Adiós intimidad emocional: ¿A poco no te da cierto alivio cuando tu pareja ya no te dice nada? o cuando te dice “¿sabes qué?, ya no te voy a decir nada” o cuando dice “haz lo que quieras”. Bueno, esas son señales de que la cosa está empeorando y muy feo. Cuando la intimidad emocional se va, la relación ya no tarda también en irse.
• Hola frustración y fatiga emocional: La constante evasión de problemas puede causar una gran carga emocional para la persona que quiere arreglar estos problemas. Hay mucha frustración, agotamiento emocional y, en algunos casos, hasta puede conducir a un estado de ánimo depresivo.

¿Hay algo que se pueda hacer?: Eso depende si ambos quieren o nomás tú.

¿Qué pasa si ambos quieren sanar la relación?

Si quieren mejorar y no terminar, entonces deben de hacer lo siguiente:

• Comunicación estructurada: Establecer espacios de comunicación sin interrupciones, permitiendo que cada uno exprese libremente sus pensamientos y sentimientos. Esto mejora el entendimiento mutuo y reduce malentendidos. Es bien importante también que el que se ha resistido, saque lo que trae guardado.
• Tiempo de calidad juntos: Momentos juntos para fortalecer la conexión, con actividades que ambos disfruten y que fomenten la relajación y la conexión emocional.
• Metas claras de relación: Definir objetivos conjuntos claros y alcanzables para avanzar y comprometerse con la mejora de la relación.

Pero ¿y si no?

• Comunicación asertiva: Usar una comunicación clara y asertiva para expresar tus necesidades y cómo te afectan los problemas no resueltos.
• Reevaluar la relación: Considerar medidas más decisivas, como un tiempo aparte o la terminación de la relación, si los esfuerzos unilaterales no inducen cambios.
• Buscar apoyo externo: Ampliar la red de apoyo personal con amigos, familiares o grupos de apoyo para obtener perspectivas adicionales y apoyo emocional.

Ya le han invertido mucho a su relación como para dejar que se eche a perder en el silencio.

Especialista: Mario Guerra. Psicoterapeuta, tanatólogo, coach ontológico, hipnoterapeuta certificado internacionalmente, conferencista y nuestro rockstar del amor.

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