El 28 de agosto celebramos en México el Día del Abuelo, una fecha para conmemorar su legado, su sabiduría y todo lo que han aportado a nuestras vidas. Pero, más allá de la celebración, es crucial hablar de una realidad que a menudo pasamos por alto: los retos de salud que enfrentan.
De acuerdo con el INEGI, en 2020 residían en México más de 15 millones de personas de 60 años o más, una cifra que representa casi el 12% de la población. La mayoría de ellos son abuelos. “Las personas de 60 años o más en México merecen ser celebradas, pues sus logros económicos, laborales, emocionales y sociales no solo enriquecen a su familia, sino también al país”, asegura la doctora Esmeralda Bastidas, experta en medicina regenerativa y antienvejecimiento. Sin embargo, su bienestar enfrenta desafíos que no podemos ignorar.
Los 3 factores clave detrás del deterioro de la salud
Según cifras oficiales, los padecimientos más comunes en la población de 60 años o más son la hipertensión (40%), la diabetes (24.3%) y la hipercolesterolemia (20.4%). Esta realidad, explica la doctora Bastidas, se debe a tres factores determinantes:
1. El aumento de la esperanza de vida Desde la década de los 30, la esperanza de vida en México ha crecido de 34 a 75 años. Este logro histórico, sin embargo, nos confronta con la necesidad de replantear nuestra estrategia de salud. “Conforme aumenta la edad, las probabilidades de deterioro también se incrementan”, advierte la doctora, haciendo un llamado a la prevención.
2. Una cultura que nos pone al final de la lista “Nuestra cultura promueve que se priorice la salud y el bienestar de los hijos sobre el propio, especialmente en el caso de las mujeres”. Esta práctica, arraigada en el rol de cuidadoras, tiene un costo directo en su bienestar. Las cifras lo confirman: el 46.2% de las mujeres mayores de 60 años padece hipertensión, frente al 32.9% de los hombres. La brecha se repite con la diabetes y la hipercolesterolemia.
3. La dieta y la falta de prevención La doctora Bastidas explica que, durante el siglo pasado, la dieta mexicana priorizó el consumo de cereales y proteína animal para combatir la desnutrición. Al mismo tiempo, el sedentarismo se disparó y no se fomentó una cultura de la prevención. La combinación de estos factores ha resultado en los padecimientos que hoy son la norma para los adultos mayores.
¿La respuesta está en la medicina regenerativa?
La doctora Bastidas asegura que la prevención es la mejor aliada, pero también reconoce que la medicina actual nos ofrece soluciones para detener el avance de las enfermedades ya manifestadas. En este sentido, la terapia celular emerge como una esperanza. “Esta terapia utiliza células madre, que son la materia prima de nuestro organismo”, explica la experta, “y tienen la cualidad de convertirse en cualquier órgano o tejido con el que entran en contacto”.
Una celebración no está completa sin un llamado a la acción. Honrar a nuestros abuelos significa darles el valor que merecen y garantizar que su bienestar sea una prioridad. Es hora de dejar atrás los viejos hábitos y abrazar una cultura de la prevención y el cuidado continuo.
