¿Cuántos de ustedes tienen miedo a volar? Si están agobiados por tomar un vuelo, hoy viene Rafael Coppola, Piloto aviador en Aeroméxico con 10,000 horas de vuelo, Empresario y CEO de Mundo Jet, conferencista internacional TEDx para darnos consejos sobre el volar y cómo podemos evitar tenerle tanto miedo a esos vuelos largos.
De acuerdo con Iberia, el miedo a volar, se debe a que se ha tenido una mala experiencia de vuelo. No obstante, en muchos casos, la dificultad aparece sin ningún motivo aparente, normalmente la edad media en la que surge es a los 27 años.
Esto sucede ya que nos volvemos más ansiosos conforme vamos creciendo y entendemos que las cosas malas pueden pasarnos, a diferencia de los adolescentes y niños que piensas que las cosas les pasan a otros y no a ellos. La ansiedad también tiene que ver con el no tener control sobre el viaje.
Según David Ropeik, instructor de comunicación de riesgos de la Universidad de Harvard el transporte aéreo es:
El avión es el medio de transporte más seguro del mundo, con el más bajo índice de siniestralidad: solo un accidente por cada 2.4 millones de vuelos. Un pasajero necesitaría tomar 1 millones de vuelos para morir en un accidente aéreo.
Si hay algo que puedes aprender de estos datos, que sea esto: las turbulencias no son algo que deba angustiarte. Las turbulencias son un fastidio, PERO NO suponen un gran peligro para los pasajeros o para el avión
OJO, un avión no puede ser derribado, así de repente, por muy poderosa que sea la ráfaga o la bolsa de aire con la que se cruce. La razón principal por la que los pilotos hacen todo lo posible para evitar las turbulencias es sólo porque son molestas. Piensa en las turbulencias como si fueran los baches que hay en la carretera.
Los aviones comerciales pasan exhaustivas pruebas antes de ser vendidos a las aerolíneas y pasan por una gran cantidad de pruebas antes de despegar.
Las alas del avión son dobladas en distintos grados (a veces hasta 90 grados) y, finalmente, las doblan hasta que se rompen. Esto es para encontrar su punto de ruptura, que siempre requiere mucha más fuerza de la que cualquier avión ha experimentado en un vuelo real. Las alas son muy fuertes y están diseñadas para doblarse y rebotar.
Esto implica dos tipos de pruebas diferentes.
Los aviones operan y vuelan a temperaturas extremadamente altas y bajas para garantizar que sus motores, materiales y sistemas funcionen correctamente en todas las condiciones.
Un piloto conducirá la cola del avión a lo largo de la pista para determinar la velocidad mínima absoluta que necesita para despegar.
Los aviones se cargan con su peso máximo y son equipados con pastillas de freno desgastadas. Después llevan al avión a velocidad de despegue y frenan hasta detenerlo por completo.
Fuente: Rafael Coppola, Piloto aviador en Aeroméxico con 10,000 horas de vuelo, Empresario y CEO de Mundo Jet, conferencista internacional TEDx
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