NADIE lo hará por ti: Deja de decir que no puedes
Porque así lo aprendimos de niños. Una buena excusa nos quitaba el problema de enfrente.
¿Por qué entonces no enfrentamos problemas y crecemos? Por temor a aceptar la responsabilidad que esto implica, aunque las consecuencias sean peores o mediocres. ¿Qué podemos hacer? 1. Devaluar las excusas 2. No aceptarlas (Ni siquiera las mías) 3. No darlas 4. Usar la creatividad para fabricar soluciones, no justificaciones 5. Desarrollar el hábito de creer en ti y crear tu realidad