Hay gente que corre de la relación al mostrar interés, pero ¿debemos de darnos a desear? Aquí les contamos. 

A ver cuentahabientes, ¿cuántas veces han escuchado eso de “no te muestres tan disponible”, “hazte la difícil” o “déjalo en visto para que te valore”? Ariel Grunwald nos va a explicar por qué esos juegos de poder no siempre nos dan buenos resultados y por qué apostar por el interés auténtico nos ayuda a tener mejores relaciones.

¿Por qué mostrar interés te hace “menos deseable”?

O mejor dicho…¿Por qué nos han hecho creer que ser honestas con nuestro deseo nos hace menos valiosas? Desde niñas muchas mujeres han aprendido un guión que parece eterno:

• «Hazte la difícil».
• «No te muestres tan disponible».
• «No lo busques tú».
• «No tengas sexo tan rápido o te va a dejar».

Este guión no lo escribiste tú. Lo heredaste. Lo escuchaste de tu abuela, de tu mamá, lo viste en novelas, en películas, en TikToks disfrazados de «consejo de amor».

Pero la pregunta es: ¿Qué tipo de amor estás creando cuando necesitas esconderte para ser querida?.

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La raíz del problema: el deseo no es mutuo, es un juego de poder.

Muchos hombres —no todos, pero sí muchos— fueron educados en una cultura que les enseñó que el sexo no es una forma de conexión, sino una forma de validación. ¿Validación de qué?:

• Validación de que «sí pueden».
• De que «sí gustan».
• De que «siguen siendo hombres de verdad.»

En esa lógica, tú no eres una persona. Eres una meta. Por ejemplo: Un hombre sale con una mujer que le encanta. Ella es inteligente, divertida y abierta. Ella también está interesada, lo dice con claridad, le escribe, se ríe, propone verse de nuevo, y cuando llega el momento, tienen sexo con conexión real. ¿Y qué pasa al día siguiente? Silencio.

Él se aleja. Ella se pregunta qué hizo mal. Y lo peor: cree que fue su culpa por haber mostrado interés.

Pero la verdad es que no hizo nada mal. Lo que pasó fue que él no sabía cómo sostener una relación donde la mujer también desea. Porque en su mente, ya ganó el premio. Y cuando ganas el premio… ¿sigues corriendo la carrera?.

La trampa del “hazte la difícil”

Esta idea de que una mujer debe resistirse para “valer más” no es inocente. Es un mecanismo de control disfrazado de sabiduría popular. Nos han dicho que “si te das rápido, pierdes el misterio”, que si muestras interés, te ves “desesperada” o  que si eres clara con lo que sientes, te vuelves menos atractiva. Pero…¿atractiva para quién?, ¿para alguien que necesita que te escondas para valorarte?.

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¿No es esto cultura de violación?

Piénsalo bien:

• Si mientras más lo deseas tú, menos te desea él…
• Si mientras más disfrutas tú, más pierde él el interés…
• Si lo que a ti te mueve lo apaga a él…

¿No es esa la raíz de un pensamiento en el que el deseo de la mujer no importa?

En esta lógica:

• La mujer no es vista como un ser que siente, sino como un objeto que resiste.
• El valor de la mujer no está en su verdad, sino en su capacidad de negarse.
• El sexo no es una danza mutua, es una cacería.
• Y cuando el cazador atrapa la presa, pierde el interés.

Algunos ejemplos que normalizamos sin darnos cuenta:

• “No le respondas rápido los mensajes, que no piense que estás tan disponible.”
• “No lo invites tú, espera a que él te busque.”
• “Si se entera que ya estuviste con él, va a perder el interés.”
• “Que te extrañe. Que sienta que te está perdiendo.”

Todo esto es estrategia, y la estrategia no es amor, es supervivencia emocional y vivir en modo supervivencia… es agotador. Pero… ¿y si lo que realmente espanta no es tu interés, sino su incapacidad de sostenerlo?.

Un hombre emocionalmente maduro no se asusta porque tú lo mires con amor. Un hombre que está listo para compartir no se apaga si tú le dices que te gustó la noche anterior.

Un hombre que ve a la mujer como igual, se enciende cuando ve deseo genuino, no cuando lo manipulan para sentirlo.

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Entonces, ¿qué significa mostrar interés?

Significa ser libre. Significa no tener que esconder tu deseo, tu alegría, tus ganas de conectar. Mostrar interés no es ser menos valiosa. Es ser honesta y entera. Es ser tú.

Y quien se aleja por eso… no se aleja de ti. Se aleja de la responsabilidad emocional que implica estar con alguien real.

¿Cómo se ve esto en la vida real?

• Si alguien te gusta, se lo puedes decir.
• Si quieres volver a verlo, puedes proponerlo.
• Si tuviste una noche increíble, puedes mandarle un mensaje sin miedo a “quedar mal”.
• Si algo te ilusiona, no tienes que esconderlo bajo capas de indiferencia.

El punto no es mostrar interés para que se quede. El punto es mostrar interés para saber quién se queda.

El amor sano no necesita juegos. No necesita que te escondas. No necesita que te hagas menos para que el otro se sienta más.  Mostrar interés no te hace menos deseable. Te hace menos manipulable y más libre.

Especialista: Ariel Grunwald. Mentor espiritual y coach de desarrollo personal con más de 25 años de experiencia. Especialista en Kabbalah y principios universales para el autodescubrimiento y la transformación personal.

IG: @ariel.grunwald // WEB: www.ariel-grunwald.com